Proteger la casa de Iglesias y Montero ?misi¨®n imposible?
La vigilancia del domicilio del vicepresidente del Gobierno sigue siendo un dolor de cabeza para el Ministerio del Interior
¡°El punto de inflexi¨®n se produjo a finales de mayo, cuando tras el estado de alarma comenzaron a permitirse algunos movimientos y visitas de amigos y familiares¡±, recuerda uno de los guardias civiles que vigilaron la casa del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero. ¡°Hasta ese d¨ªa, y pese a los meses de escraches en el domicilio familiar, solo hab¨ªa un agente para la seguridad exterior de la vivienda¡± unifamiliar, en la urbanizaci¨®n La Navata de Galapagar (Madrid). Aquel s¨¢bado, 30 de mayo, llegaron a la casa unos destacados invitados: dos de los precursores de Podemos, Juan Carlos Monedero y Jorge Verstrynge, que lideraron a los indignados del 15-M y protagonizaron, en el caso del ¨²ltimo, algunos sonados escraches, como el de la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa en 2013, en su casa de Madrid.
Al poco de llegar, comenzaron a congregarse en los alrededores de la casa ¡°los de siempre: la mujer jubilada pariente de un ministro franquista; Melisa; la neonazi del Hogar Social, militantes de Vox y gente de ultraderecha en general¡ Decenas, con cacerolas¡±, relata el mismo agente. Algunos, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil, son los que intentaron evitar el cierre del Valle de los Ca¨ªdos cuando exhumaron los restos de Franco. Los fines de semana se sumaban muchos de Madrid.
¡°Fue casualidad que coincidiera con aquella visita¡±, asegura el guardia. Pero result¨® uno de los d¨ªas ¡ª¡°ha habido unos cuantos¡±¡ª en los que la tensi¨®n subi¨®. La vida pol¨ªtica espa?ola alcanzaba entonces alt¨ªsimos niveles de crispaci¨®n, tras el cese del coronel de la Guardia Civil, Diego P¨¦rez de los Cobos, precisamente al frente de la Comandancia de Madrid de la que depend¨ªa el puesto de Galapagar. En medio de la pandemia, el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska afrontaba una de sus peores crisis por la gesti¨®n del instituto armado. P¨¦rez de los Cobos, bestia negra de algunos miembros de Podemos por liderar la operaci¨®n Cop¨¦rnico en Catalu?a para evitar el refer¨¦ndum ilegal del 1-O, estaba en el ojo del hurac¨¢n pol¨ªtico; pero tambi¨¦n ¡ªseg¨²n fuentes de la Guardia Civil¡ª, en el de Pablo Iglesias, que achacaba muchas de las ¡°oportunas filtraciones sobre su vida privada¡± a las vigilancias de su casa.
La decisi¨®n de poner en la casa a un solo agente ¡ªque no pod¨ªa hacer la ronda alrededor de la vivienda y estar en su puesto a la vez¡ª le correspond¨ªa al mando de Galapagar, el teniente Manuel Le¨®n Ben¨ªtez, conocido como Franquito, por su bigote recortado, su baja estatura y su talante, se?alan fuentes del cuerpo. Le¨®n Ben¨ªtez tambi¨¦n fue retirado en la remodelaci¨®n del cuerpo que puso en marcha por aquel entonces Interior. Seg¨²n fuentes del instituto armado, lo han destinado a San Pedro del Pinatar, en Murcia.
Nadie recuerda bien si fue una piedra u otro objeto lo que lanzaron esa tarde contra la casa de Pablo Iglesias, mientras gritaban y hac¨ªan sonar las cacerolas. Pero acto seguido, seg¨²n las versiones de testigos, ¡°sali¨® Monedero, y detr¨¢s Iglesias, increpando al ¨²nico agente que hab¨ªa all¨ª¡±. Seg¨²n guardias de la zona, solo hab¨ªa un agente all¨ª porque, argumentan, ¡°no hab¨ªa m¨¢s personal disponible¡±. Las mismas fuentes aseguran que, en realidad, Le¨®n Ben¨ªtez intentaba agradar a Iglesias y Montero, porque estaba encantado de tener una personalidad a su cargo en la zona.
Frente a la casa han llegado a reunirse hasta 60 personas, incluida la concejal de Vox en Galapagar Cristina G¨®mez Carvajal. Incluso ha habido conatos de enfrentamientos con gente de Podemos, sofocados por los antidisturbios de la Guardia Civil. Las sanciones administrativas ¡°por desobediencia, resistencia e incumplimiento¡± se han sucedido, tanto por incumplir el estado de alarma como por desobedecer a la autoridad, aseguran fuentes del instituto armado, que no aportan datos concretos, pero calculan que rebasan el centenar. Seg¨²n la concejal de Vox, al menos 20 de los vecinos sancionados las han recurrido colectivamente. ¡°En el ¨²ltimo pleno llevaba un ruego solicitando al alcalde que intercediese al respecto¡±, asegura la edil. ¡°La portavoz del PP, Carla Greciano, hizo referencia a los problemas suscitados en esa casa en un pleno de julio, pero el alcalde sali¨® por peteneras¡±, insiste. El regidor, Alberto G¨®mez Mart¨ªn (PSOE), no atendi¨® las llamadas de este peri¨®dico.
Al d¨ªa siguiente del incidente con Monedero e Iglesias, todo cambi¨®. En lugar de un agente hab¨ªa tres, con una patrulla, y refuerzos procedentes de puestos de poblaciones colindantes, aseguran fuentes de la Guardia Civil. ¡°Bast¨® una llamada a Interior¡±, a?aden. Pero desde finales de julio la Guardia Civil ha dejado de asumir la vigilancia por orden de la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad, pese a que ser¨ªa su competencia. ?El motivo?: ¡°Mayor eficacia¡±, responden en Interior.
Seg¨²n expertos en seguridad ciudadana, la Polic¨ªa Nacional se encarga de seguir a personalidades y ministros (¡°seguridad din¨¢mica¡±). Y la ¡°seguridad est¨¢tica¡±, en domicilios, la asume el cuerpo competente en la demarcaci¨®n, en este caso la Guardia Civil.
Fuentes no oficiales de Interior aseguran que ¡°Pablo Iglesias se quejaba de la laxitud y la dejadez con que se proteg¨ªa su vivienda¡±. Fuentes del instituto armado dicen que ¡°el cometido se convirti¨® en un marr¨®n¡± que ¡°solo generaba conflictos, desprestigio y problemas de personal¡±. ¡°La idea era que lo asumiera Madrid, pero al final decidieron que todo para la polic¨ªa¡±, a?aden. Aparentemente, todos de acuerdo.
Ahora cinco polic¨ªas de paisano, con el refuerzo puntual de guardias civiles, vigilan la casa de Iglesias-Montero. Pero los escraches contin¨²an, en Galapagar y en Asturias, de donde regres¨® la pareja, acosada tambi¨¦n en sus vacaciones. La pasada madrugada, confirman fuentes de Podemos, varias personas arrojaron de nuevo objetos a la casa.
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