Verso suelto, profesi¨®n de riesgo
Pol¨ªticos discrepantes alertan de la deriva hacia los hiperliderazgos que limita el pluralismo en los partidos
Sonaba de fondo el carrill¨®n del edificio Plus Ultra de la Plaza de las Cortes de Madrid cuando Cayetana ?lvarez de Toledo comenz¨® su alegato en defensa de su derecho a expresar opiniones propias como portavoz parlamentaria del PP, tras haber sido fulminantemente destituida por Pablo Casado el pasado lunes. El detonante de su cese hab¨ªa sido una entrevista en EL PA?S que el l¨ªder del PP consider¨® un ¡°atentado a su autoridad¡±. ¡°La discrepancia no es sin¨®nimo de deslealtad; la libertad no es indisciplina; y el pensamiento propio nunca es un ataque a la autoridad¡±, clam¨® ella con el inc¨®modo carrill¨®n repicando. ?lvarez de Toledo ha comprobado esta semana que apartarse de la l¨ªnea oficial en un partido pol¨ªtico es un ejercicio de alto riesgo, que a menudo supone jugarse el pescuezo.
Tuviera o no raz¨®n en su demanda, como la exportavoz del PP otros pol¨ªticos discrepantes tambi¨¦n alertan ante una deriva de hiperliderazgos y discurso de madera en los partidos. El fen¨®meno, lamentan, est¨¢ cercenando el pluralismo de las organizaciones.
Cuando el diputado del PSOE Od¨®n Elorza decidi¨® abstenerse en la votaci¨®n sobre la ley de abdicaci¨®n de Juan Carlos I, en 2014, fue consciente de los riesgos a los que se expon¨ªa por su indisciplina. Hab¨ªa solicitado a la direcci¨®n del grupo parlamentario que se permitiera el voto en conciencia de los diputados, pero no le fue concedido, as¨ª que iba a quebrantar las normas. Tras la votaci¨®n, el partido le abri¨® un expediente de 650 euros y le retir¨® una portavoc¨ªa adjunta. ¡°Me consta que me jugu¨¦ de verdad aparecer en la lista de las siguientes elecciones¡±, rememora Elorza, que ocho a?os despu¨¦s sigue siendo diputado y ha vuelto a manifestar opiniones sobre el caso de las cuentas suizas de Juan Carlos I que tambi¨¦n se apartan de la l¨ªnea oficial socialista.
El exalcalde de San Sebasti¨¢n y miembro de la ejecutiva federal de Pedro S¨¢nchez no se ve representado en la etiqueta de verso suelto de la que tambi¨¦n reniega ?lvarez de Toledo, aunque sigue expresando opiniones con una melod¨ªa diferente en el PSOE. Es inc¨®modo, reconoce, ejercer de pepito grillo, tanto que a veces llega a reprimirse en las reuniones internas ¡°por miedo a ser malinterpretado¡± o para no sentirse ¡°fuera del c¨ªrculo¡±. En las c¨²pulas de los partidos muchos lamentan que las din¨¢micas de grupo refuerzan el seguidismo de la tesis oficial: la mayor¨ªa de las veces, las ejecutivas son una sucesi¨®n de intervenciones para dar la raz¨®n al l¨ªder. Cada vez con menos debate.
Para Elorza, no obstante, la exportavoz del PP se equivoca cuando reclama su derecho a expresar visiones diferentes de la l¨ªnea del PP, por el puesto de relieve que ocupaba. ¡°Quien asume la responsabilidad de representar a todo el partido sabe a lo que se expone. Ah¨ª no puede emitir opiniones personales de forma continuada¡±, analiza. Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y Le¨®n y verso suelto oficial de Ciudadanos, pone matices a esa reflexi¨®n: ¡°Un portavoz debe defender naturalmente las ideas de su partido, pero no debe ser un papagayo¡±. Igea es de los pocos supervivientes en Cs del grupo que se rebel¨® en 2019 contra el veto al PSOE de Albert Rivera. La mayor¨ªa dimiti¨®. Tambi¨¦n dobl¨® el brazo al aparato destapando un pucherazo en sus primarias. Sus declaraciones suelen traer por el camino de la amargura a la direcci¨®n de In¨¦s Arrimadas tanto como a la de Rivera, porque ¡ªlo confiesa¡ª le gusta meterse en charcos.
Igea comparte la reflexi¨®n de ?lvarez de Toledo sobre la falta de cintura en las formaciones pol¨ªticas espa?olas para expresar y aceptar el disenso: ¡°Es sin duda uno de los problemas esenciales de los partidos en este momento¡±. Y lamenta que los representantes de los partidos ¡°se han vuelto previsibles¡±. ¡°Nadie se sale del guion. Esto anula el debate. Asistimos a una sucesi¨®n de soliloquios aprendidos que no interesa a nadie. Se ha sustituido la argumentaci¨®n por el argumentario¡±, se queja. Lo dice desde una posici¨®n algo m¨¢s libre porque tras perder contra In¨¦s Arrimadas en las primarias por la presidencia de Ciudadanos qued¨® fuera de la nueva ejecutiva. Logr¨® el 22% de los votos pero tampoco fue integrado ninguno de los miembros de su candidatura. ¡°Hoy soy vicepresidente gracias a mis opiniones, no a mi sumisi¨®n. Eso es lo grande de este partido, es lo que le hizo crecer y ensanchar su base. Esperemos que siga as¨ª¡±.
La apisonadora de disciplina y uniformidad que avanza en la pol¨ªtica espa?ola no ha acabado con todos los versos sueltos, o con los pol¨ªticos con criterio propio, que no siempre es lo mismo; pero lo raro es que est¨¦n en posiciones de relieve. Las corrientes internas s¨ª han ido desapareciendo progresivamente: de los guerristas a los susanistas o a los errejonistas, apenas pueden ya identificarse. Solo las regulan y permiten los estatutos del PSOE.
Los l¨ªderes, sometidos a mucha presi¨®n y hostigamiento externo, suelen rodearse de cortes que les apoyen y refuercen. En ocasiones se vuelven camarillas cerradas donde todos est¨¢n siempre de acuerdo. Cuenta en privado un dirigente que ha ejercido de voz cr¨ªtica en el primer nivel que supo que ten¨ªa que marcharse el d¨ªa que el l¨ªder le clav¨® los ojos despu¨¦s de unas cuantas ejecutivas planteando sus dudas sobre la estrategia y le solt¨®: ¡°Las cr¨ªticas son pertinentes hasta que se vuelven impertinentes¡±.
El ejercicio de la discrepancia interna no suele acabar bien. ¡°Yo en Ciudadanos nunca dej¨¦ de decir lo que pensaba. Rivera siempre me dio espacio y completa libertad¡±, cuenta Toni Rold¨¢n, ahora fuera de la pol¨ªtica tras su dimisi¨®n de la ejecutiva de Albert Rivera, con quien discrep¨® de su negativa a gobernar con el PSOE. ¡°Es cierto que, con el tiempo, en vez de abrirse m¨¢s, tendi¨® a cerrarse en sus m¨¢s leales. En mi caso se volvi¨® un problema de incompatibilidad fundamental en la visi¨®n del proyecto: por eso me fui¡±. Rold¨¢n tuvo siempre presente la tesis del economista Albert Hirschmann, seg¨²n la cual en pol¨ªtica existen tres opciones (loyalty, voice and exit): puedes ser leal y estar callado, puedes quejarte y hacer p¨²blicas tus diferencias, o puedes marcharte. ?l termin¨® y¨¦ndose, y Rivera estrell¨¢ndose en las elecciones.
El alcalde de Alca?iz y soci¨®logo socialista, Ignacio Urquizu, que fue disidente durante un tiempo en el PSOE, ha dedicado parte su tesis electoral a la democracia interna en los partidos. Su conclusi¨®n es que ¡°todos, con las primarias y la elecci¨®n directa, han ido evolucionando hacia los hiperliderazgos tendentes al cesarismo, que eliminan o laminan a los ¨®rganos de representaci¨®n¡±. Urquizu pone el foco en que las ejecutivas son elegidas por el l¨ªder con sus afines sin que el discrepante tenga cuota. Adem¨¢s, como el l¨ªder responde directamente ante los militantes, que votan cada cuatro a?os, la responsabilidad se diluye. ¡°Imagina que vot¨¢ramos cada cuatro a?os para elegir el Gobierno y que no existiera el Parlamento que lo controla¡±, ejemplifica.
¡°La democracia interna mal ejecutada es un s¨ªmbolo de divisi¨®n, pero bien hecha ayuda a dirigir mejor el partido: funciona como un sistema de alerta temprana y facilita al dirigente un mejor pulso de la calle¡±, defiende Urquizu. El exdiputado del PSOE, que no repiti¨® en listas por susanista, a?ora los debates de antes. ¡°Carlos Solchaga fue elegido portavoz del grupo parlamentario socialista por solo un voto en la ejecutiva socialista, ?Eso hoy ser¨ªa impensable!¡±.
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