Tras la pista de las mafias que organizan las pateras a Canarias

Cientos de subsaharianos esperan en campamentos en zonas boscosas del interior de Nador (montes de Zeluan, norte de Marruecos). Los migrantes denominan ¡°trankilos¡± a esos sitios, antesala de su traves¨ªa mar¨ªtima hac¨ªa Europa. Un hombre est¨¢ al mando en esos lugares. Les provee de v¨ªveres, pl¨¢sticos para construir las tiendas de campa?a bajo las ramas de los ¨¢rboles, mantas, y decide qui¨¦nes saldr¨¢n en la siguiente expedici¨®n a la costa, para embarcar hacia la pen¨ªnsula.

Otros grupos, llegados hasta El Aai¨²n por la ruta (m¨¢s segura) de la costa mauritana, esperan su momento hacinados y escondidos en infraviviendas, conocidas como ¡°foyer¡±, donde tambi¨¦n una persona dirige y pone fecha y hora al d¨ªa que embarcar¨¢n hac¨ªa Canarias. Las mafias de subsaharianos que trafican con sus compatriotas desde la zona pagan una suerte de impuesto a las marroqu¨ªes por ¡°trabajar¡± en su territorio. El boyante ¡°negocio¡± (entre 1.000 y 2.000 euros por persona traficada) da para todos.

Un poco m¨¢s al Sur, en la provincia saharaui de Dajla, cientos de j¨®venes marroqu¨ªes aguardan en hostales, apartamentos, o en la calle, la se?al para subirse a la barca rumbo a Gran Canaria, Lanzarote o Tenerife. Las tres islas hacen de parapeto a las corrientes Atl¨¢nticas, abriendo canales navegables a motor para alcanzar sus costas en una sola jornada.

En el ¡°trankilo¡±, en el ¡°foyer¡±, en el apartamento o en el hotel, en las aldeas y en los pueblos, todos saben qui¨¦nes son los que organizan los viajes. Y todos saben que el que no ha pagado no sale.

¡°Los subsaharianos esperan en peores sitios y condiciones, viajan por mil euros y en malas embarcaciones (neum¨¢ticas), apelotonados¡­ Las mafias de esos pa¨ªses del ?frica negra son despiadadas, meten a mujeres, a ni?os, a beb¨¦s... No les importa si llegan o no¡±, explica un agente conocedor de la situaci¨®n. As¨ª, desde que antes del verano comenz¨® a vislumbrarse la crisis migratoria en Espa?a, con m¨¢s de 19.000 personas llegadas a Canarias en lo que va de a?o, se estima que al menos 600 j¨®venes procedentes de aldeas senegalesas se han ahogado.

Fuentes policiales canarias calculan que un 70% de las personas que han llegado al archipi¨¦lago proceden de Marruecos y, de ellas, el 70% son marroqu¨ªes y m¨¢s de la mitad han partido de Dajla: ¡°Embarcaciones blancas con una numeraci¨®n que empieza por 12, el sector pesquero de esa provincia¡±. Esas barcazas, que no llevan m¨¢s de 20 personas, salen de cualquier peque?a poblaci¨®n de la costa.

Represalias

¡°Las mafias marroqu¨ªes cobran entre 1.500 y 2.000 euros por persona, utilizan embarcaciones m¨¢s seguras, montan a menos gente, llevan dos motores por si uno falla, y nunca meten a ni?os ni a mujeres, por razones culturales y familiares, y porque tratan de garantizar la llegada ya que son conscientes de que, si naufragan, encontrar¨¢n represalias en sus pueblos despu¨¦s¡±, explican las mismas fuentes. Ocho inmigrantes marroqu¨ªes perdieron la vida la semana pasada al zozobrar una embarcaci¨®n en Lanzarote. ¡°Llevan toda la ropa que tienen puesta para paliar el fr¨ªo e impermeables, en cuanto caen al agua se hunden¡±, explica quien participa en rescates.

Nueve agentes de la Polic¨ªa Nacional, tres en N¨ªger y seis en Mauritania, de la veintena de efectivos de ese cuerpo destinados en el Sahel (franja que separa el ?frica des¨¦rtica del ?frica verde: Mauritania, Mali, N¨ªger, Chad¡­), investigan sobre el terreno y al detalle el funcionamiento de esas mafias: nombres de quienes las dirigen, veh¨ªculos que usan, lugares y personas que frecuentan, sitios donde viven¡­ Y pasan la informaci¨®n a las autoridades locales que ¡°unas veces intervienen y otras no¡±, se?alan fuentes policiales. El resto de agentes de ese cuerpo ¡°son agregados, consejeros, oficiales de enlace¡­¡±.

La ley en las paradas previas a la incierta traves¨ªa mar¨ªtima la imponen las mafias. ¡°Tienen un alto mando, que suele ir escoltado; cuentan con responsables de log¨ªstica: encargados de captar y mantener alimentados y ocultos a los migrantes, otros que les transportan hasta la costa con coches lanzadera para eludir controles o hasta el lugar desde siguen a pie para pasar desapercibidos, gu¨ªas locales que les acercan hasta la embarcaci¨®n, otros que les facilitan las barcas y los permisos (de pesca), los motores y las buj¨ªas de repuesto, los que se encargan de comprar los bidones de gasolina y de aceite para alimentar esos motores de 30 y 40 caballos¡­ En todas las expediciones hay un individuo con conocimientos de mec¨¢nica que gobierna el barco, a veces solo con el GPS del m¨®vil. Est¨¢ todo pensado milim¨¦tricamente y si alguien de la organizaci¨®n falla los castigos son crueles porque se pierde mucho¡±, describen quienes las conocen.

Patrullajes

La Guardia Civil cuenta con una veintena de agentes desplazados en la zona de Sahel (¡°fluct¨²a seg¨²n evolucionan las misiones¡±), que realizan labores de patrullaje en la costa de Senegal y Mauritania y forman a polic¨ªas locales en N¨ªger, Mali y Mauritania para cortar el paso a las redes que trafican con personas, drogas, armas... Los grupos ¡°policriminales¡± est¨¢n a la orden del d¨ªa, seg¨²n fuentes del Instituto Armado all¨ª desplegadas.

El Ministerio del Interior, que no da cifras ¡°por motivos de seguridad¡±, expone as¨ª la lucha contra las mafias: ¡°Se lleva a cabo con equipos conjuntos de investigaci¨®n contra organizaciones delictivas de tr¨¢fico de personas de Polic¨ªa Nacional en Mauritania, N¨ªger, Senegal y Gambia, adem¨¢s de la relaci¨®n estable de intercambio de informaci¨®n con otros pa¨ªses como Marruecos o Argelia. Y patrullas conjuntas de Guardia Civil en Mauritania y Senegal¡±. Y a?ade: ¡°Hemos mandado a Mauritania un avi¨®n de vigilancia mar¨ªtima c-235 que patrulla para evitar salidas en origen, desde octubre. Y a corto-medio plazo vamos a tener entre Mauritania y Senegal: un buque oce¨¢nico, una patrullera de altura, un helic¨®ptero y una embarcaci¨®n semirr¨ªgida¡±. Pero quienes luchan contra las mafias consideran que esos medios ¡°solo les facilitan el trabajo¡±, ya que ¡°sirven a las organizaciones para convencer a los migrantes de les rescatar¨¢n¡±.

Las autoridades espa?olas mantienen una fluida colaboraci¨®n en materia antiterrorista con Marruecos; sin embargo, no existe a¨²n un agente espa?ol de enlace para temas migratorios.

Las razones esgrimidas por los expertos en materia de Extranjer¨ªa ante la aparente inacci¨®n de Marruecos en este asunto son variadas: ¡°Falta de efectivos¡±, ¡°distintas prioridades (guerra reabierta en el S¨¢hara Occidental)¡±, ¡°j¨®venes que se van y mandar¨¢n divisas a sus familias¡±, ¡°corrupci¨®n de autoridades locales¡±, ¡°es tambi¨¦n una forma de ejercer presi¨®n sobre el Gobierno espa?ol para que se pronuncie a su favor en Europa¡±¡­ Pero el principal efecto llamada es la pandemia y las mafias se han encargado de pregonarlo: ¡°Ahora no te echan¡±. Todos los que embarcan saben que no les pueden devolver porque las fronteras est¨¢n cerradas.

El pasado 20 de noviembre, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska viaj¨® a Marruecos para pedir su colaboraci¨®n, pero no aclar¨® si volver¨ªan a reactivar el convenio de repatriaci¨®n que permit¨ªa devolver, a sus nacionales. Y las mafias siguen vendiendo m¨¢s que nunca ¡°billetes solo de ida¡±.