Carrera contrarreloj para construir los macrocampamentos de inmigrantes en Canarias
EL PA?S asiste a las obras de cinco de los seis centros donde ser¨¢n alojados casi 7.000 personas llegadas a las islas
Un sendero estrecho bordeado de eucaliptos lleva al viejo cuartel de Las Ra¨ªces en La Laguna, en el norte de Tenerife. Al llegar, los o¨ªdos se taponan ligeramente por la altitud, la temperatura cae cuatro grados y la humedad envuelve la ropa. Alrededor hay un pu?ado de casas sencillas, con las paredes de colores, y campo. Mucho campo. Al fondo, la pista del aeropuerto de Tenerife Norte. El ruido de las excavadoras lo ensordece todo. El barro se pega a los zapatos. En unos d¨ªas este acuartelamiento abandonado y con uno de sus edificios en ruinas ser¨¢ uno de los mayores campamentos de inmigrantes en Espa?a, con capacidad para 1.500 personas. Solo lo superar¨¢ el cuartel de Las Canteras, tambi¨¦n en La Laguna, donde se ultiman naves y duchas comunes para hasta 1.800 inmigrantes.
La crisis migratoria en las islas Canarias, adonde han llegado en lo que va de a?o 20.000 personas en pateras y cayucos, ha sobrepasado a la Administraci¨®n. Despu¨¦s de un a?o de repunte de llegadas, una pandemia y las limitaciones para ejecutar expulsiones, La Moncloa finalmente ha asumido la situaci¨®n en Canarias como una emergencia y ahora hay una carrera contrarreloj para resolverla. El tiempo corre y las llegadas contin¨²an. Tras el desmantelamiento del campamento improvisado del muelle de Arguinegu¨ªn, a¨²n hay casi 7.000 migrantes acogidos en hoteles que deber¨ªan ser realojados en las pr¨®ximas semanas.
La negativa del Ejecutivo a facilitar grandes traslados de migrantes a recursos de la Pen¨ªnsula ha dejado pocas opciones, m¨¢s all¨¢ de concentrar a los desembarcados en las islas. La Secretar¨ªa de Estado de Migraciones ha apostado por crear en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura un modelo de macrocampamentos temporales, in¨¦dito en Espa?a. En esos lugares residir¨¢n los inmigrantes en r¨¦gimen abierto. Se les mantendr¨¢ all¨ª a la espera de una hipot¨¦tica expulsi¨®n.
Las m¨¢quinas de Las Ra¨ªces llevan d¨ªas despejando a toda velocidad la maleza, aplanando la tierra mojada y asfaltando tres enormes explanadas donde se instalar¨¢n carpas y ba?os port¨¢tiles. El cuartel ya sirvi¨® de campamento de emergencia en la crisis de los cayucos de 2006, pero entonces las tiendas se instalaron directamente sobre la tierra. En esta ocasi¨®n se ha transformado completamente el paisaje. Solo un imprevisto pol¨ªtico de ¨²ltima hora ha frenado el ritmo fren¨¦tico de los trabajos. El Ayuntamiento de La Laguna (gobernado por PSOE, Unidas Se Puede y Avante) paraliz¨® las obras el jueves mientras se gestionan los correspondientes tr¨¢mites urban¨ªsticos, pero Migraciones conf¨ªa en retomar el traj¨ªn de sol a sol cuanto antes.
La gesti¨®n de las llegadas, con 14.000 desembarcos solo en los ¨²ltimos dos meses, se ha traducido en el colapso en la recepci¨®n y la acogida, un escenario de caos que ha abonado los discursos de la extrema derecha. Por un lado, la falta de espacios para la custodia policial llev¨® al Ministerio del Interior a hacinar a los reci¨¦n llegados durante casi cuatro meses en condiciones insalubres en el puerto de Arguinegu¨ªn. Por otro, el Ministerio de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones estir¨® una red de acogida precaria ¡ªapenas 70 plazas hace un a?o¡ª con los complejos hoteleros vaciados de turistas por la pandemia. Los meses pasaron mientras se mapeaban lugares adecuados para atender a miles de reci¨¦n llegados en patera. Problemas de licencia, la negativa de autoridades locales a acoger migrantes en sus municipios y la resistencia del Ministerio de Defensa a ceder sus instalaciones agravaron la crisis.
Los nuevos campamentos tendr¨¢n unas 7.000 camas instaladas en dos cuarteles de Tenerife, otro en Gran Canaria y un cuarto en Lanzarote, todos ellos cedidos temporal o indefinidamente por Defensa. El despliegue est¨¢ casi terminado adem¨¢s en un colegio de un barrio desfavorecido de Las Palmas de Gran Canaria y en una nave de oficinas cedida por Bankia. A¨²n no hay fecha definida para ocuparlos, pero el objetivo es comenzar en los pr¨®ximos d¨ªas.
En el regimiento Canarias 50, en un pol¨ªgono de Las Palmas de Gran Canaria, un empleado de Tragsa, la empresa p¨²blica encargada de las obras, corretea de una punta a otra pegado al tel¨¦fono. El contrato obliga a levantar todo, salvo imprevistos, en 15 d¨ªas, y no hay tiempo que perder. Estaba todo por hacer y ha habido que limpiar, contratar fontaneros, electricistas, recibir en el puerto las carpas de la Cruz Roja o poner de acuerdo a empresas de demolici¨®n normalmente competidoras para que trabajen juntas. Aqu¨ª, la demolici¨®n de nueve naves en ruinas dejar¨¢ espacio a 14.000 metros cuadrados en forma de ele.
En esta fase de emergencia, que costar¨¢ al menos 43 millones de euros financiados con fondos de la UE, el objetivo es tenerlo todo listo cuanto antes. M¨¢s adelante se estudiar¨¢ c¨®mo convertir algunos de estos alojamientos en espacios m¨¢s c¨®modos y permanentes. Pero, acabadas las obras, hay un enorme desaf¨ªo igual de urgente: la gesti¨®n de estos centros con tantas personas no tiene precedentes en Espa?a. El ¨²nico espacio de acogida con un volumen parecido es el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Melilla, que, con una capacidad para 780 personas, ha llegado a albergar a m¨¢s de 1.700 en plena pandemia. No es casualidad que su director, el militar en excedencia Carlos Montero, con experiencia en la intendencia del Ej¨¦rcito de Tierra, haya sido el elegido por Migraciones para coordinar toda esta log¨ªstica en las islas.
El d¨ªa a d¨ªa de estos nuevos centros implica organizar transporte, asistencia m¨¦dica, documentaci¨®n, comidas y una convivencia multitudinaria. La gesti¨®n de una parte de los campamentos recaer¨¢ en Cruz Roja, que concentra pr¨¢cticamente toda la atenci¨®n humanitaria en las islas, y otra, previsiblemente, en la Cruz Blanca, una organizaci¨®n de franciscanos. La novedad est¨¢ en la posible entrada como gestora de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM), que en Espa?a se dedica, entre otros programas, a la organizaci¨®n de retornos voluntarios. Un equipo de t¨¦cnicos venidos desde Grecia, donde s¨ª tienen experiencia en la gesti¨®n de grandes alojamientos, ha visitado estos d¨ªas los cuarteles de Tenerife. ¡°Gestionar alojamientos para 7.000 personas con todos los servicios que necesitan es un reto tremendo¡±, asume Montero. ¡°Hay mucho trabajo que hacer¡±.
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