La etarra Anboto se enfrenta a su sangriento pasado
La terrorista, extraditada desde Francia hace un a?o, afronta su tercer juicio en la Audiencia Nacional
¡ªVoy a declarar en castellano a pesar de que soy euskald¨²n.
Mar¨ªa Soledad Iparragirre ¡ª¡°Marisol¡±, puntualiza ella misma¡ª pronuncia sus primeras palabras en euskera para anunciar al tribunal que, a partir de ese momento, se pasa al espa?ol. El gesto de la hist¨®rica dirigente de ETA, m¨¢s conocida como Anboto, no va m¨¢s all¨¢. La terrorista, que afronta este mi¨¦rcoles su tercer juicio en la Audiencia Nacional desde su extradici¨®n desde Francia hace un a?o, solo contesta a su abogado. Primero, para negar su participaci¨®n en el atentado fallido que hoy se juzga y, segundo, para hacer una especie de recorrido por los hechos previos, seg¨²n relata, a su integraci¨®n en la banda. Se presenta como v¨ªctima de torturas tras su primer arresto en 1981, cuando ten¨ªa 19 a?os; habla de la repercusi¨®n del proceso de Burgos en ¡°Euskal Herria¡±, de los atentados de los GAL ¡ª¡°daba miedo¡±¡ª o incluso del torturador franquista Antonio Gonz¨¢lez Pacheco, Billy El Ni?o, del que insin¨²a que pudo haberle atacado. En casi media hora de declaraci¨®n no dedica ni una palabra a las v¨ªctimas de ETA. Tampoco pide perd¨®n.
El pasado terrorista de Anboto se escudri?a en la Audiencia Nacional desde julio, cuando se celebr¨® el primer juicio en Espa?a contra la etarra, una de las encargadas de leer el comunicado con el que la organizaci¨®n anunci¨® su ¡°disoluci¨®n¡± el 3 de mayo de 2018. Francia, donde permaneci¨® encarcelada durante 15 a?os, la entreg¨® en septiembre de 2019 para que afrontara las 12 causas que tiene pendientes. Por la primera ya se le ha condenado a 122 a?os de prisi¨®n: se considera probado que dio la orden y facilit¨® los explosivos para asesinar con una bomba lapa a Luciano Cortizo, comandante del Ej¨¦rcito de Tierra, el 22 de diciembre de 1995. Por la segunda, donde se le acusa de cooperar con el comando que atent¨® contra una comisar¨ªa en Oviedo en 1997, se encuentra pendiente de conocer la sentencia ¡ªla Fiscal¨ªa pidi¨® 71 a?os de c¨¢rcel en el juicio desarrollado en octubre¡ª. Y la vista oral de la tercera ha arrancado este mi¨¦rcoles.
En este caso, el ministerio p¨²blico imputa a Iparragirre la colocaci¨®n de un coche bomba junto al Estadio de Mendizorroza, en Vitoria, en 1985. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, ella misma condujo el veh¨ªculo hasta las inmediaciones del complejo deportivo, en el que se iba a celebrar un partido. El comando Araba, al que ella presuntamente pertenec¨ªa, quer¨ªa ¡°causar la muerte de un n¨²mero no determinado, no inferior a 21, de miembros de la Polic¨ªa Nacional¡± que iban a vigilar el evento. Pero los agentes detectaron antes el autom¨®vil y lo desactivaron. Seg¨²n ha relatado un investigador este mi¨¦rcoles, Anboto se ¡°acerc¨® al lugar con el mando a distancia para hacerlo explotar a pesar de que ya ten¨ªamos acordonada la zona¡±. La Fiscal¨ªa solicita para ella, por estos hechos, 488 a?os de prisi¨®n.
La etarra ha negado los hechos. Ha afirmado que en aquel a?o no estuvo en ?lava, y que tampoco pertenec¨ªa a ETA. Seg¨²n ella, se integr¨® en la banda en los noventa. Aunque no ha sabido explicar por qu¨¦ encontraron sus huellas en el veh¨ªculo. ¡°No tengo ni idea¡±, ha dicho a su abogado, tras quejarse de su estancia en prisi¨®n. Est¨¢ calificada en el r¨¦gimen m¨¢s estricto: ¡°En la celda no puedo tener m¨¢s de tres libros. Ha sido para m¨ª muy dif¨ªcil volver a acostumbrarme a escribir a mano ¡ªdice que en Francia ten¨ªa un ordenador¡ª¡±, ha protestado: ¡°Llevo tres semanas sin hablar con nadie¡±.
Pese a las negativas de Anboto, uno de los colaboradores de ETA, ya condenado por este atentado fallido, la ha vinculado en el juicio. Jos¨¦ Miguel Suescun ha declarado que en 1985 conoci¨® a Angelines, otro de los alias con el que se refer¨ªan a la etarra, aunque ella niega que la llamaran as¨ª; y que despu¨¦s supo, a trav¨¦s de la prensa, que se trataba de Iparragirre. El cooperante ha explicado que, en aquella ¨¦poca, la aloj¨® en su casa ¡°varios fines de semana¡± junto a otro compa?ero. ¡°En dos ocasiones, los mov¨ª. Fuimos a recoger tornillos a una v¨ªa. Eran, al parecer, para un atentado en Vitoria, cerca de las instalaciones deportivas de Mendizorroza¡±, ha apostillado.
Un largo historial
La Polic¨ªa vincula a Anboto con ETA desde su adolescencia. La terrorista, de 59 a?os, naci¨® en un caser¨ªo en pleno monte llamado Angel de la Guarda, donde ten¨ªan un escondite subterr¨¢neo por donde pasaban los miembros de la banda e incluso sirvi¨® de almac¨¦n de explosivos, seg¨²n los investigadores. Los agentes lo descubrieron en 1981 durante una operaci¨®n en la que result¨® muerto un miembro del comando Araba, Jose Aristimu?o, su novio; y en la que arrestaron a parte de su familia, incluida ella. Su padre logr¨® huir a Francia, donde ella se encontrar¨ªa con ¨¦l m¨¢s tarde. All¨ª pas¨® a la clandestinidad y, seg¨²n las fuerzas antiterroristas, volver¨ªa en 1985 al Pa¨ªs Vasco para participar en atentados.
¡°Entr¨¦ en ETA porque no ten¨ªa otra soluci¨®n¡±, se justific¨® el pasado octubre durante su segundo juicio. ¡°O te mataba el GAL o te cog¨ªa la Polic¨ªa¡±, a?adi¨® en esa vista oral, donde afirm¨®: ¡°Yo no busco responsables. Yo no niego el dolor que hemos sufrido y hemos causado¡±. Considerada una mujer de acci¨®n, los investigadores le atribuyen 14 asesinatos entre 1985 y 1992. En los noventa, se le sit¨²a en el comando Madrid y se ocup¨® de la coordinaci¨®n de los comandos legales (no fichados). Fue la segunda mujer que logr¨® formar parte de la direcci¨®n de ETA, tras Mar¨ªa Dolores Gonz¨¢lez Catar¨¢in, Yoyes, a la que asesinaron sus excompa?eros en 1986 por dejar la organizaci¨®n y regresar con su hijo al Pa¨ªs Vasco. Una vez en prisi¨®n, ejerci¨® de portavoz del colectivo de los presos de la banda.
Este jueves se prev¨¦ que acabe la vista por el atentado fallido de Mendizorroza. A¨²n tiene pendientes otras nueve causas, como el asesinato de dos agentes en Vitoria el 6 de agosto de 1987 o del cartero Estanislao Gal¨ªndez en 1985. Tambi¨¦n se le vincula con los planes para atentar contra el rey Juan Carlos en la inauguraci¨®n del Museo Guggenheim de Bilbao o el ataque a una oficina de expedici¨®n del DNI en esa ciudad en enero de 1995, que dej¨® otro muerto y un herido grave.
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