Los jubilados que simulaban hacer turismo mientras distribu¨ªan droga

La edad no tiene fronteras para el traficante. Incluso puede resultar una t¨¦cnica de camuflaje para la droga casi perfecta, si los que la ocultan tienen apariencia de inofensivos abuelos. Es el caso de una pareja de jubilados de Pontevedra que fueron detenidos en Oviedo cuando regresaban de Andaluc¨ªa con una autocaravana transportando casi media tonelada de hach¨ªs.

El matrimonio cobraba una pensi¨®n de minusval¨ªa, ten¨ªa dos hijos y viv¨ªa en un sencillo chal¨¦ en Vilanova de Arousa (Pontevedra). La mujer, Dolores F. M., de 60 a?os, hab¨ªa trabajado en un geri¨¢trico, y su marido, Antonio N. R., de 61, era agricultor. Ninguno ten¨ªa antecedentes, aunque el grupo segundo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Pontevedra les segu¨ªa la pista mientras investigaban al grupo de proveedores para el que supuestamente la pareja hab¨ªa trabajado durante, al menos, los ¨²ltimos dos a?os.

Antonio y Dolores compraron una autocaravana con la que atravesaban la Pen¨ªnsula como experimentados distribuidores de hach¨ªs. La ruta que segu¨ªan era casi siempre la misma: sal¨ªan de las R¨ªas Baixas y se dirig¨ªan a Huelva a trav¨¦s de Portugal, para que su plan de viaje supuestamente tur¨ªstico resultara m¨¢s convincente. Desde all¨ª enfilaban hacia Algeciras, donde recog¨ªan el encargo ¡ªlos fardos¡ª de la organizaci¨®n.

Por cada viaje la pareja cobraba entre 5.000 y 10.000 euros en funci¨®n del volumen del env¨ªo. Este ¨²ltimo y definitivo encargo para ambos pensionistas result¨® tambi¨¦n el m¨¢s accidentado. La Guardia Civil los intercept¨® en un control a la salida de Huelva, aunque los agentes no llegaron a registrar el veh¨ªculo. El pedido que ocultaban en un doble fondo lo ten¨ªan que entregar en el Pa¨ªs Vasco, por lo que los avezados distribuidores se pusieron manos a la obra.

¡°Todo resultaba una coartada perfecta y un plan muy bien dise?ado por la organizaci¨®n, que solo podr¨ªa irse al traste por un accidente inesperado de circulaci¨®n, por ejemplo¡±, apunta Jos¨¦ Abreu, jefe policial en Pontevedra que dirigi¨® el operativo denominado ¡°Bodorrio¡±. ¡°Lo que no se imaginaban es que les segu¨ªamos los pasos para detenerlos con la droga¡±.

La droga que la pareja mov¨ªa fingiendo ser turistas tendr¨ªa un valor en el mercado de hasta 800.000 euros si el alijo fuera vendido por kilos, y de hasta dos millones de euros si se distribuyese por dosis.

La pareja revel¨® a los agentes sin oponer resistencia d¨®nde ocultaban el casi medio mill¨®n de euros en hach¨ªs cuando fue interceptada en la ma?ana del pasado 16 de abril, nada m¨¢s aparcar la autocaravana en el ¨¢rea de servicio de la autov¨ªa A-8, en Colunga (Asturias). Ambos ingresaron en prisi¨®n provisional, a petici¨®n de la Fiscal¨ªa del Principado de Asturias, al considerar que existe riesgo de fuga, y por reiteraci¨®n delictiva.

La polic¨ªa ha dado por desarticulada esta rama del transporte y distribuci¨®n de hach¨ªs en el norte del pa¨ªs, que conecta a redes del narcotr¨¢fico el sur de Espa?a con un entramado delictivo asentado en Galicia.

Coches con doble fondo

El hach¨ªs se localiz¨® en una caleta ¡ªcomo se conoce en la jerga a los escondites para la droga¡ª situada en la parte trasera del veh¨ªculo, que estaba a nombre del detenido. La organizaci¨®n desarticulada contaba con una flota de coches con doble fondo para el transporte de estupefacientes similares.

En el registro que los agentes efectuaron en el domicilio de los detenidos localizaron 14.000 euros en efectivo escondidos en un armario, una carabina del calibre 22 de la marca Walter G22, 147 cartuchos del mismo calibre, siete cartuchos del calibre nueve corto y cinco tel¨¦fonos m¨®viles.

La Udyco ha iniciado una investigaci¨®n para rastrear el patrimonio inmobiliario y situaci¨®n econ¨®mica de la pareja. Adem¨¢s, investiga el entorno familiar m¨¢s pr¨®ximo de los detenidos, ante la sospecha de que algunas personas cercanas pudieran estar implicadas en esta red de distribuci¨®n. Ambos pensionistas se enfrentan ahora a una condena de entre tres y seis a?os de prisi¨®n, que podr¨ªa verse aumentada si se demuestra que hubo delito de blanqueo de dinero y tenencia de armas.