El Tribunal Supremo ratifica que Anboto es Anboto
La sentencia que confirma la condena de 122 a?os por el asesinato de un militar deja a la exjefa de ETA Soledad Iparragirre sin la coartada de que no usaba ese alias
?Qu¨¦ jefa etarra se ocultaba detr¨¢s del alias Anboto? El Tribunal Supremo ha hecho p¨²blica este mi¨¦rcoles una sentencia en la que, adem¨¢s de confirmar la condena de 122 a?os de prisi¨®n que la Audiencia Nacional impuso en julio a la exjefa de ETA Soledad Iparragirre por ordenar, en 1995, el asesinato del comandante del Ej¨¦rcito de Tierra Luciano Cortizo, considera plenamente probado que esta dirigente etarra era la ¨²nica que usaba dicho nombre en el seno de la organizaci¨®n terrorista. Iparragirre hab¨ªa recurrido la sentencia con el argumento de que en el juicio no hab¨ªa quedado probado que ella utilizara este nombre y, por tanto, ped¨ªa ser absuelta. El alto tribunal concluye ahora que hay numerosas pruebas en sentido contrario, entre ellas el testimonio que prestaron tras su detenci¨®n los etarras que cometieron aquel atentado.
La conclusi¨®n de los magistrados de que Iparragirre es Anboto influir¨¢ en, al menos, cinco de las nueve causas por las que a¨²n tiene que ser juzgada en Espa?a y en las que est¨¢ inculpada, precisamente, por impartir bajo ese alias instrucciones para cometer atentados. Entre ellas, el que cost¨® la vida, en octubre de 1997, a un ertzaina en la inauguraci¨®n del Museo Guggenheim de Bilbao; y por facilitar armamento para una acci¨®n criminal contra la oficina del DNI de esta misma ciudad en enero de 1995, en el que muri¨® una persona y otra result¨® herida, seg¨²n destacan fuentes del equipo jur¨ªdico de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT). Desde su entrega a Espa?a en 2019 para ser juzgada por 12 causas, Iparraguirre se ha sentado tres veces en el banquillo y solo ha sido condenada hasta ahora por el asesinato del comandante Cortizo. Result¨® absuelta de ordenar un atentado perpetrado en Oviedo en 1997, y est¨¢ pendiente a¨²n de conocer la sentencia por su presunta participaci¨®n en un atentado frustrado contra un dispositivo de la Polic¨ªa Nacional en el polideportivo de Mendizorroza (Vitoria), en 1985.
En su sentencia, el Tribunal confirma el fallo del pasado julio dict¨® la Audiencia Nacional que consider¨® probado que Iparragirre dio la orden y facilit¨® los explosivos para que el miembro de la banda Sergio Polo asesinara con una bomba lapa al comandante Cortizo en Le¨®n el 22 de diciembre de 1995. El tribunal le impuso entonces a Anboto 30 a?os por un delito de asesinato terrorista por la muerte del miembro de las Fuerzas Armadas y cuatro penas de 20 a?os por asesinato terrorista frustrado por cada uno de los heridos en aquel atentado, entre ellos la hija del comandante Cortizo, que viajaba con ¨¦l en el coche cuando estall¨® el artefacto. Adem¨¢s, la sentencia le impuso otros 12 a?os por tenencia de explosivos y al pago de indemnizaciones por un total de 802.100 euros a la mujer y los hijos del militar.
En su recurso al fallo, la exjefa de ETA, que no discut¨ªa su vinculaci¨®n con la organizaci¨®n terrorista, intentaba convencer al Supremo de que no hab¨ªa prueba ¡°suficiente¡± para concluir que ella fuera la persona que actuaba bajo el alias de Anboto. Durante la vista, Iparragirre ya hab¨ªa negado su implicaci¨®n en el atentado y asegur¨® que hab¨ªa sido acusada de este crimen porque se convirti¨® en la portavoz del colectivo de los presos de la banda (EPPK, en sus siglas en euskera) tras ser detenida en Francia en 2004. Sin embargo, los magistrados del alto tribunal concluyen lo contrario y en el fallo recalcan la existencia de numerosas pruebas que permiten confirman que ella era Anboto. As¨ª, destaca varias declaraciones de etarras que la se?alaron, incluso en reconocimientos fotogr¨¢ficos, como la dirigente etarra que les daba instrucciones bajo ese nombre. Entre ellas, las de los otros dos condenados por estos hechos, que la identificaron durante la instrucci¨®n de la causa.
El tribunal tambi¨¦n recalca el valor como prueba del hallazgo durante un registro de un documento en el mismo sentido. Se refiere a una carta remitida por ella al autor del atentado contra el comandante Cortizo, y que fue intervenida por la Polic¨ªa en el piso de Pasajes (Gipuzkoa) donde el etarra resid¨ªa. En la misiva, la entonces dirigente de los comandos legales le daba instrucciones para colocar la bomba lapa dentro del veh¨ªculo, y no en los bajos del mismo, para evitar que, como hab¨ªa ocurrido en un atentado anterior, la v¨ªctima sobreviviera.
Tambi¨¦n incluye como indicios que corroboran la identificaci¨®n otras sentencias dictadas por tribunales espa?oles que, en sus hechos probados, confirma el uso por Iparragirre del alias. A ello a?ade el fallo de la justicia francesa que conden¨® a la terrorista a 15 a?os de prisi¨®n tras su detenci¨®n en 2004 como dirigente de la organizaci¨®n durante un periodo de tiempo que incluye el a?o en el que se cometi¨® el asesinato del militar. ¡°Es un indicio de singular valor corroborador, m¨¢xime si quien ha ostentado ese protagonismo en los puestos directivos de la banda, se limita a negar que ella sea Anboto, y ni siquiera alcanza a sugerir ¨Ccomo no se ha hecho hasta ahora, ni existe rastro alguno de ello¨C qu¨¦ otra persona podr¨ªa responder a ese alias¡±, subraya la Sala. La sentencia indica que ¡°nadie ha insinuado una identidad alternativa m¨ªnimamente razonable o veros¨ªmil sobre qu¨¦ otra mujer situada en los m¨¢s altos niveles de ETA pod¨ªa parapetarse tras ese alias¡±. Anboto es Anboto.
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