23-F: Un extra?o consenso
Sorprende que, con el tiempo, el relato golpista haya sido asumido por una parte de la izquierda y por el independentismo, sin reparar en su origen
?En qu¨¦ se parecen un golpista de 1981, un dirigente de Podemos, un independentista vasco o catal¨¢n y un conspiranoico de extrema derecha? En que todos ellos tienen por falsa la versi¨®n oficial del 23-F y buscan con ah¨ªnco pruebas que demuestren la implicaci¨®n del rey Juan Carlos en el golpe y acabar as¨ª con uno de los mitos fundadores de la actual democracia espa?ola. Como dijo en su d¨ªa el comandante Ricardo Pardo Zancada, que intent¨®, sin ¨¦xito, sublevar la Divisi¨®n Acorazada Brunete en la noche del 23 de febrero, Juan Carlos I es ¡°la pieza que falta¡± en el relato oficial del golpe: ¡°El gran beneficiado del 23-F, aunque nadie lo diga tan claro, fue sin duda S.M. el Rey¡±.
Juan Carlos Monedero, ide¨®logo y dirigente de Podemos, afirm¨® algo parecido ¨D¡°el golpe de Tejero triunfa clamorosamente con su fracaso¡±, entre otras cosas porque de ¨¦l sali¨® ¡°un rey remozado¡±¨D y el exsenador del PNV I?aki Anasagasti remiti¨® directamente a Pardo Zancada como principal fuente de autoridad: ¡°El rey es ¡®la pieza que falta¡¯ en el puzle del golpe¡±. El propio Anasagasti public¨® en su blog una pormenorizada cr¨®nica de lo sucedido aquella noche en la Zarzuela que dejaba en muy mal lugar al monarca. Catalunya R¨¤dio tard¨® apenas 24 horas en entrevistarle para confirmar su versi¨®n de los hechos, pero, para decepci¨®n de sus entrevistadores, Anasagasti reconoci¨® que lo publicado por ¨¦l no pasaba de ser ¡°un di¨¢logo simulado de lo que podr¨ªa haber sido¡±. Ni por esas: al d¨ªa siguiente, otra emisora de parecido signo pol¨ªtico anunciaba a bombo y platillo ¡°la veritat del 23-F i el rei segons I?aki Anasagasti (abans de fer-se enrere el dia despr¨¦s)¡±.
El tr¨¢fico de supuestas revelaciones sobre el 23-F ha dado lugar a episodios verdaderamente llamativos, como el que se produjo hace tres a?os cuando un diario digital de extrema derecha public¨® una informaci¨®n titulada ¡°Los papeles del 23-F salen a la luz: ¡®El Rey Juan Carlos organiz¨® el golpe de Estado¡±. El independentismo catal¨¢n, a trav¨¦s de uno de sus foros digitales, se hizo eco de aquella sensacional noticia con un titular calcado del original ¨D¡±El rei Joan Carles I de Espa?a va organitzar el cop¡±¨D, que caus¨® el delirio de los suyos: ¡°Ja era hora! A veure que diuen ara els mon¨¤rquics¡±. No falt¨®, sin embargo, quien advirtiera de la dudosa fiabilidad de la fuente y pidiera prudencia ante informaciones no contrastadas. La historia era ciertamente disparatada, aunque no tanto como la de Jordi ?vole en su documental Operaci¨®n Palace, sin duda, la mayor mentira jam¨¢s contada sobre el golpe de Estado, urdida ¨Dhay que reconocerlo¨D con un grado de sofisticaci¨®n y de superioridad moral al que nunca podr¨¢ aspirar la extrema derecha.
?Qu¨¦ ha llevado a sectores tan diversos de la pol¨ªtica espa?ola a compartir un relato alternativo del 23-F contrario al que estableci¨® en su d¨ªa la justicia? La existencia de coaliciones de fuerzas antag¨®nicas contra un enemigo com¨²n tiene numerosos antecedentes. En su libro Los lenguajes totalitarios, Jean-Pierre Faye llam¨® la atenci¨®n sobre ¡°la herradura de los partidos¡± que resultaba de la cercan¨ªa entre los dos polos opuestos de la pol¨ªtica alemana durante la Rep¨²blica de Weimar, combatida con la misma sa?a por nazis y comunistas. Tambi¨¦n la democracia espa?ola ha sido v¨ªctima de la ¡°herradura¡± formada por sus enemigos de toda condici¨®n, dispuestos a creer cualquier interpretaci¨®n de lo ocurrido el 23 de febrero de 1981 que haga saltar por los aires la versi¨®n oficial de los hechos y, de paso, el llamado ¡°r¨¦gimen del 78¡±. Este es el fondo de la cuesti¨®n y, por eso, desde el primer momento, el objetivo de los sublevados y de sus c¨®mplices fue hacer del rey Juan Carlos el responsable ¨²ltimo del golpe, la pieza que permite completar el puzle, por utilizar una vez m¨¢s el s¨ªmil de Pardo Zancada. Su estrategia respond¨ªa entonces a dos motivos f¨¢cilmente comprensibles: justificar ante la justicia el argumento de la ¡°obediencia debida¡± ¨Duna acci¨®n ordenada por el rey a trav¨¦s de sus correveidiles¨D y debilitar al r¨¦gimen democr¨¢tico sembrando dudas sobre la actuaci¨®n del jefe del Estado.
Sorprende que, con el tiempo, el relato golpista haya sido asumido por una parte de la izquierda y por el independentismo, sin reparar en su origen. Los testimonios utilizados en las versiones m¨¢s ¡°creativas¡± del 23-F proceden, por lo general, de los propios protagonistas y est¨¢n tomados del sumario del juicio o de declaraciones posteriores. Otras fuentes escritas permiten aclarar tal o cual aspecto del golpe o de la conspiraci¨®n que le precedi¨®, pero sin alterar en lo sustancial lo que ya sab¨ªamos. Es el caso de dos importantes documentos conocidos recientemente: el informe de Enrique M¨²gica sobre su c¨¦lebre comida con Armada en L¨¦rida, del que Jordi Gracia ha dado a conocer un amplio extracto, y el extenso relato que el general Gabeiras escribi¨® sobre aquellas horas dram¨¢ticas, publicado en 2019 por el coronel Mariano Aguilar. Ambos testimonios coinciden con lo que el rey le dijo a Adolfo Su¨¢rez al reencontrarse en La Zarzuela el 24 de febrero, tras la liberaci¨®n del Congreso, cuando el todav¨ªa presidente del Gobierno le confes¨® que tal vez se hab¨ªa equivocado con Armada: ¡°Ag¨¢rrate, no te equivocaste: ha sido el cerebro de todo¡±.
Pierden el tiempo quienes llevan a?os buscando la piedra Rosetta del 23-F, el documento que resuelva el jerogl¨ªfico de la manera que ellos desean. El golpe de Estado ocurri¨® en general como nos lo han contado, aunque, como en todo episodio hist¨®rico, queden algunos cabos sueltos. As¨ª es la historia. Solo las teor¨ªas conspirativas proporcionan relatos perfectos en los que todo cobra sentido. Eso es lo que las hace tan atractivas, sobre todo cuando obedecen a un prop¨®sito pol¨ªtico, que en este caso es el mismo que hace 40 a?os: acabar con el r¨¦gimen constitucional.
Juan Francisco Fuentes es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro 23-F: El golpe que acab¨® con todos los golpes (Taurus)
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