¡°Felipe, espero que esto nunca te ocurra a ti¡±
Del 23-F al 1-O: Juan Carlos I y su hijo actuaron con 36 a?os de diferencia para combatir un vac¨ªo del Estado
La madrugada del 23 al 24 de febrero de 1981, cuando el rey Juan Carlos consider¨® que ya estaba encarrilada la defensa de la Constituci¨®n frente al intento de golpe de Estado militar, permiti¨® a su hijo Felipe, que acababa de cumplir 13 a?os, que se fuera a dormir. Hab¨ªa estado toda la tarde y la noche con ¨¦l en su despacho, observando lo que suced¨ªa y aprendiendo c¨®mo su padre se enfrentaba a un pu?ado de militares sediciosos; dando cabezadas e intentando comprender lo que all¨ª pasaba. Le hab¨ªa visto grabar el mensaje, vestido de uniforme, que puso fin a la conspiraci¨®n cuando se emiti¨® por la televisi¨®n. El Rey dio un beso a su hijo y le dijo: "Felipe, espero que esto nunca te ocurra a ti".
M¨¢s de 36 a?os despu¨¦s, el 1 de octubre de 2017, Felipe VI seguro que record¨® las palabras de su padre y se dio cuenta de que algo parecido le estaba sucediendo y de que ten¨ªa que actuar, como hizo Juan Carlos I, para combatir un vac¨ªo constitucional y del Estado, que pon¨ªa en peligro la democracia en Espa?a. El desaf¨ªo independentista hab¨ªa sobrepasado todas las l¨ªneas rojas sin que el Gobierno y los partidos constitucionalistas se pusieran de acuerdo para combatirlo.
Esa noche de domingo, despu¨¦s de asistir al penoso espect¨¢culo de un refer¨¦ndum ilegal sobre la independencia de Catalu?a que nunca se iba a celebrar y de las escenas de violencia policial en las calles de Barcelona, que ya circulaban por las televisiones de medio mundo, probablemente se acost¨® pensando que ten¨ªa que actuar con la misma fortaleza y eficacia que su padre aquel 23-F. Tras un lunes con el Gobierno y los partidos constitucionalistas descolocados, el 3 de octubre el Rey envi¨® un mensaje de firmeza a todos los espa?oles en defensa de las instituciones y de la unidad de Espa?a.
"La Corona, s¨ªmbolo de permanencia y unidad de la patria", dec¨ªa Juan Carlos I en la noche del 23 de febrero de 1981 en su mensaje televisado, "no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democr¨¢tico que la Constituci¨®n votada por el pueblo determin¨® en su d¨ªa a trav¨¦s de refer¨¦ndum". Apareci¨® vestido de capit¨¢n general del Ej¨¦rcito de Tierra para dejar claro a los militares sediciosos qui¨¦n daba las ¨®rdenes.
"Ante esta situaci¨®n de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales", dijo Felipe VI el 3 de octubre de 2017, "es responsabilidad de los leg¨ªtimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Catalu?a, basado en la Constituci¨®n y en su estatuto de autonom¨ªa".
El Rey em¨¦rito
vivi¨® el 23-F las 17 horas decisivas
de su reinado
Hoy se cumplen 37 a?os del golpe de Estado que protagoniz¨® el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, a las ¨®rdenes de los generales Milans del Bosch y Armada. A las 18.25, mientras los diputados votaban de viva voz la investidura del nuevo presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, se escuch¨® el tumulto de un grupo de guardias civiles que irrump¨ªan en el Palacio de las Cortes (yo estaba all¨ª como redactor de la agencia EFE y todav¨ªa recuerdo los gritos, los disparos al aire de los golpistas y los temores de que todo se ven¨ªa abajo).
Desde esa hora hasta las 12 de la ma?ana del d¨ªa 24, en que los sediciosos se rindieron, entregaron las armas y abandonaron el Parlamento liberando a Gobierno y diputados, el rey Juan Carlos vivi¨® las 17 horas clave de la historia de su reinado. Paul Preston, en su biograf¨ªa del Rey em¨¦rito, explica que la excepcionalidad del hecho oblig¨® al Monarca a ejercer durante ese d¨ªa "abrumadoras responsabilidades ejecutivas".
Su sucesor actu¨® con firmeza frente al secesionismo y la inacci¨®n oficial
El propio Juan Carlos I ha explicado en conversaciones privadas que con el Gobierno y el Congreso secuestrados, tuvo que ordenar la formaci¨®n de una suerte de minigobierno de los segundos de los ministerios, para evitar la justificaci¨®n de "vac¨ªo de poder" que perversamente utilizaron los generales Armada y Milans, despu¨¦s de que Tejero provocara el "supuesto constitucional m¨¢ximo". Adem¨¢s, evit¨® que la c¨²pula militar asumiera plenos poderes para controlar la rebeli¨®n al margen del poder legalmente constituido.
Fue la prueba de fuego y la consolidaci¨®n definitiva del Monarca frente a los espa?oles. Se puede objetar que sobrepas¨® los l¨ªmites que le marca una Constituci¨®n que limita al m¨¢ximo el poder real. De hecho, recuper¨® durante esas 17 horas parte del poder heredado del dictador Francisco Franco; un poder al que hab¨ªa renunciado para iniciar la transici¨®n democr¨¢tica en Espa?a en 1976. Pero los ciudadanos pensaron que hab¨ªa ejercido de jefe del Estado y hab¨ªa impedido una involuci¨®n y la vuelta a los a?os oscuros de la dictadura franquista.
Los acontecimientos del 23-F se han contado en reportajes, documentales y libros. Adem¨¢s, el Monarca pidi¨® a todas las personas que vivieron esas 17 horas junto a ¨¦l en el Palacio de Zarzuela que escribieran un relato pormenorizado de lo que vieron, escucharon e hicieron all¨ª. Esos documentos, algunos incluso manuscritos, descansan en una caja fuerte del palacio a la espera de engrosar los libros de historia.
Paul Preston, uno de los mayores expertos en Juan Carlos I, define as¨ª esas horas: "El Rey, ¨²nicamente ¨¦l, era el ¨¢rbitro entre la democracia espa?ola y la destrucci¨®n". Probablemente, cuando se escriba la historia de los primeros a?os del reinado de Felipe VI, se dir¨¢ lo mismo sobre el mensaje que envi¨® a todos los espa?oles el 3 de octubre de 2017: fue el ¨¢rbitro entre las instituciones que representan a Espa?a y su proyecto com¨²n, y la desintegraci¨®n del Estado.
Una decisi¨®n dif¨ªcil
Los analistas se preguntan ?qu¨¦ fue m¨¢s dif¨ªcil para la Corona, el 23-F o el 1-O? De entrada, fue m¨¢s grave el golpe de Estado de los militares de 1981 que el golpe al Estado de los independentistas durante el oto?o de 2017. Sin embargo, mientras que Juan Carlos I sab¨ªa que su decisi¨®n iba a contar con el apoyo un¨¢nime de los espa?oles al enfrentarse a los golpistas, Felipe VI era consciente de que su intervenci¨®n iba a provocar duras cr¨ªticas de muchos ciudadanos catalanes y de los partidos nacionalistas y de la extrema izquierda.
Aun as¨ª, el Rey actu¨® con firmeza cuando constat¨® que le hab¨ªa ocurrido lo que su padre le dese¨®, con 13 a?os, que nunca le sucediera. Como jefe del Estado, tuvo que actuar para evitar el vac¨ªo constitucional que los independentistas hab¨ªan provocado en Espa?a. Fue su 23-F y su consolidaci¨®n como defensor de las instituciones. Aunque seguro que todav¨ªa le queda un regusto amargo por haber tenido que sacrificar, por un bien mayor, largos a?os de inmersi¨®n personal e institucional en Catalu?a.
Este domingo, el Rey vuelve a Barcelona a rehacer el camino para ser comprendido por todos los catalanes: los que han convertido a Espa?a en su enemigo y los que recuperaron la calle d¨ªas despu¨¦s del mensaje real.
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