Iglesias planeaba desde hace meses ceder a Yolanda D¨ªaz el liderazgo de Unidas Podemos

Los vertiginosos episodios pol¨ªticos de los ¨²ltimos d¨ªas, con la culminaci¨®n de las elecciones anticipadas en Madrid, han brindado la oportunidad a Pablo Iglesias de concretar la maniobra que ven¨ªa madurando desde hace tiempo: ceder a Yolanda D¨ªaz el cartel electoral de Unidas Podemos. As¨ª se lo propuso en varias ocasiones a la ministra de Trabajo, pero esta se hab¨ªa resistido hasta ahora, seg¨²n fuentes de la formaci¨®n. D¨ªaz ha reaccionado a la propuesta de Iglesias de que asuma la vicepresidencia segunda y sea la candidata de Unidas Podemos en las pr¨®ximas elecciones generales con un mensaje en la red social Twitter en el que se?ala que ¡°ser¨¢ un honor¡± seguir trabajando con el Gobierno de S¨¢nchez. Previamente, el propio S¨¢nchez hab¨ªa dado por hecho su nombramiento.

En p¨²blico y en privado, el vicepresidente segundo prodigaba en los ¨²ltimos meses los elogios a D¨ªaz, a quien le une una amistad de a?os, anterior a la fundaci¨®n de Podemos. Apelaba a la ministra de Trabajo como una prueba de la rentabilidad que, seg¨²n ¨¦l, su formaci¨®n ha conseguido con la entrada en el Gobierno. En poco tiempo, la dirigente gallega hab¨ªa pasado de ser una diputada que ni estaba en la primera fila a una de las ministras estrella del Gabinete y consolidaba as¨ª un ¡°nuevo liderazgo¡± en Unidas Podemos, seg¨²n las palabras del propio Iglesias.

Detr¨¢s de esas palabras, hab¨ªa un plan que Iglesias manejaba con mucha m¨¢s discreci¨®n: hab¨ªa concluido que ¨¦l mismo deb¨ªa dar un paso atr¨¢s y convencer a D¨ªaz de que ella ser¨ªa la mejor baza electoral de la formaci¨®n. Este lunes, en el v¨ªdeo en el que ha anunciado su decisi¨®n, lo ha planteado en t¨¦rminos a¨²n m¨¢s ambiciosos: ¡°Puede ser la pr¨®xima presidenta del Gobierno¡±. Pero D¨ªaz, con un perfil mucho menos agresivo que el de Iglesias, se resist¨ªa, seg¨²n las fuentes consultadas. Ya lo hizo en su momento, antes de llegar al Gobierno, cuando el l¨ªder de Unidas Podemos le dijo sin darle opci¨®n a la negativa: ¡°Vas a ser ministra de Trabajo¡±. Ahora afirmaba que su horizonte no iba m¨¢s all¨¢ de completar una gesti¨®n en el ministerio que ha conseguido, entre otras cosas, un fen¨®meno que casi nadie pod¨ªa esperar: una comunista de carnet que se ha ganado al tiempo la confianza de los sindicatos y de la patronal.

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A pesar de las negativas de D¨ªaz, Iglesias insist¨ªa. Y ha visto la ocasi¨®n en la convocatoria electoral en Madrid para forzar la jugada y ceder a la dirigente gallega su espacio en el Gobierno y el liderazgo social de la coalici¨®n. El fundador de Podemos ha hecho de la permanencia en el Ejecutivo el gran norte de la estrategia pol¨ªtica de su organizaci¨®n, pero en lo personal, seg¨²n dirigentes pr¨®ximos, nunca ha acabado de verse por completo en el papel. ¡°En contra de lo que se ve¨ªa desde fuera, en la organizaci¨®n se hab¨ªa instalado la idea de que Pablo no ser¨ªa el pr¨®ximo candidato¡±, comenta un miembro de la direcci¨®n. ¡°?l mismo lo insinu¨® en alguna entrevista, aunque parece que no se lo cre¨ªan¡±. Por eso, aunque casi nadie esperaba el movimiento en concreto de Iglesias en la ma?ana de este lunes, tampoco ha sido una sorpresa total su abandono del Gobierno ni que D¨ªaz sea la elegida.

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D¨ªaz tiene una posici¨®n muy libre de ataduras dentro de la coalici¨®n encabezada hasta ahora por Iglesias. Aunque proviene de Izquierda Unida, de la que fue l¨ªder en Galicia, la abandon¨® el a?o pasado, disconforme con la l¨ªnea del coordinador general y tambi¨¦n ministro de Consumo, Alberto Garz¨®n. Mantiene el carnet del PCE y una buena sinton¨ªa con su secretario general, Enrique Santiago. Su relaci¨®n con Podemos es casi exclusivamente a trav¨¦s de su amistad con Iglesias. Mejor enganche ha tenido siempre con la confluencia catalana.

En el Gobierno, la ministra de Trabajo ha protagonizado encontronazos con algunos socialistas, muy en especial con la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o, el gran basti¨®n de la ortodoxia en el Gabinete. Eso le ha granjeado tambi¨¦n tensiones con La Moncloa en determinados momentos. Pero, a diferencia de Iglesias, la ministra de Trabajo no ha apostado por tensar el pulso aireando las discusiones en p¨²blico y ha procurado mantenerlas en t¨¦rminos m¨¢s t¨¦cnicos que pol¨ªticos.

Si finalmente fuese la vicepresidenta segunda, D¨ªaz garantizar¨ªa a Pedro S¨¢nchez una actitud p¨²blica mucho menos beligerante que la de Iglesias. Tampoco es que su figura no despierte recelos entre los socialistas, pero en este caso por motivos bien distintos: es la ministra de Unidas Podemos que tiene mejor imagen entre el votante del PSOE. O sea, una competidora electoral potencialmente m¨¢s dura de roer.