Detenido un expreso yihadista dispuesto a atentar que no pudo ser expulsado de Espa?a por la pandemia
Mohamed Akaarir, que extrem¨® su radicalismo en prisi¨®n, estaba en libertad vigilada a la espera de que Marruecos aceptara su repatriaci¨®n
La Guardia Civil e Instituciones Penitenciarias han propinado un nuevo golpe a las redes de radicalizaci¨®n yihadista dentro de las c¨¢rceles con la detenci¨®n, en la llamada Operaci¨®n Graffiti, de dos condenados que hac¨ªan labores de captaci¨®n y adoctrinamiento de otros reclusos, seg¨²n ha informado este martes el instituto armado. Uno de los detenidos es Mohamed Akaarir, quien hab¨ªa cumplido una condena de dos a?os y dos meses de c¨¢rcel por enaltecimiento del terrorismo por difundir material radical en internet y que, cuando sali¨® de prisi¨®n el a?o pasado, no pudo ser expulsado a su pa¨ªs de origen, Marruecos, como contemplaba la sentencia, porque el cierre de fronteras por la pandemia impidi¨® hacerlo. Akaarir fue el primer yihadista al que la Audiencia Nacional aplic¨® la reforma del C¨®digo Penal del a?o 2015 que castiga a quienes se adiestran o adoctrinan de manera aut¨®noma, sin necesidad de una organizaci¨®n, para perpetrar actos de terrorismo.
Este yihadista estaba desde entonces, en libertad vigilada, un mecanismo de seguridad y control recogido en su sentencia y que fue incluido en el C¨®digo Penal en 2010 para terroristas y delincuentes sexuales con mal pron¨®stico de reinserci¨®n. Las pesquisas han revelado que su radicalizaci¨®n se hab¨ªa incrementado dentro de prisi¨®n y presuntamente hab¨ªa mostrado ¡°su voluntad de atentar¡±, aunque no ten¨ªa planes concretos, se?alan fuentes cercanas a la investigaci¨®n. El segundo arrestado es Kamal Mohamed Driss, exmilitar de nacionalidad espa?ola, quien a¨²n estaba recluido en el Centro Penitenciario de C¨®rdoba. Driss estaba a punto de ser excarcelado tras cumplir una condena de seis a?os por su implicaci¨®n en una trama desmantelada en Melilla por la Guardia Civil en la Operaci¨®n Javer, en 2014, dedicada a captar combatientes para Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI), que opera en el norte de ?frica.
La operaci¨®n, que ha concluido con la detenci¨®n de ambos, se inici¨® en marzo de 2018 en la c¨¢rcel de Botafuegos (Algeciras), despu¨¦s de que funcionarios de prisiones de los Grupos de Seguimiento y Control ¡ªcuya funci¨®n es vigilar a los presos peligrosos¡ª alertaran de la aparici¨®n de varias pintadas en el patio, los ba?os y una celda relacionadas con el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s). Uno de esos grafitis representaba una bandera de la organizaci¨®n terrorista junto a un fusil de asalto. Las pesquisas iniciadas por estos funcionarios revelaron la existencia en este penal de un ¡°grupo organizado de internos dedicado a la radicalizaci¨®n y captaci¨®n¡±, en el que Driss ten¨ªa presuntamente un papel destacado como ¡°adoctrinador¡± de otros internos, seg¨²n se?ala la Guardia Civil. La investigaci¨®n ha revelado tambi¨¦n que este preso manten¨ªa correspondencia con otro recluso yihadista, Sadik Mohamed, detenido en M¨¢laga en 2014 y al que los expertos de la lucha antiterrorista relacionan con el atentado perpetrado por el Estado Isl¨¢mico, en 2013, contra la prisi¨®n de Abu Ghraib, en Bagdag (Irak), para liberar a presos yihadistas.
Akaarir era uno de los supuestamente captados y, a su vez, hab¨ªa empezado a reclutar a otros internos. Tras su puesta en libertad y la imposibilidad de expulsarle, fij¨® su residencia en Pasaia-Antxo (Gipuzkoa), donde viv¨ªa cuando fue arrestado en 2016 por la Ertzaintza. Bajo el control de su pulsera telem¨¢tica, se le hab¨ªa limitado la movilidad a esta provincia vasca y la zona sur de Francia. Adem¨¢s, se le someti¨® a otras medidas, entre ellas comparecencias peri¨®dicas en la dependencia policial m¨¢s cercana a su domicilio y la prohibici¨®n de acercarse a determinados lugares, como centros educativos, para evitar que desarrollase labores de radicalizaci¨®n.
Fuentes cercanas a la investigaci¨®n se?alan que, pese a esas medidas, Akaarir presuntamente sigui¨® con sus actividades yihadistas e incluso mostraba ¡°una voluntad sostenida en el tiempo¡± de dar un paso m¨¢s all¨¢ y atentar. ¡°Aunque no ten¨ªa planes concretos, s¨ª hab¨ªa empezado a mostrar en sus conversaciones con otras personas signos alarmantes de tener intenci¨®n de hacerlo¡±, se?alan estas fuentes. Los investigadores interceptaron algunas en las que supuestamente hablaba de cometer atentados contra turistas en Marruecos, a donde sab¨ªa que iba a ser expulsado, e, incluso, dentro de la c¨¢rcel espa?ola, aunque esto lo descart¨® porque consideraba que no tendr¨ªa ¡°resonancia¡±. En su tel¨¦fono m¨®vil, los agentes encontraron varias aplicaciones para aprender a conducir camiones (el atropello masivo es uno de los m¨¦todos utilizados por los yihadistas para cometer atentados), pese a que no ten¨ªa carn¨¦ de conducir.
Con los indicios de su radicalizaci¨®n, el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal orden¨® la semana pasada la detenci¨®n de ambos. La de Driss se hizo efectiva el pasado 26 de marzo al comunic¨¢rsele su condici¨®n de investigado en la prisi¨®n de C¨®rdoba, donde a¨²n estaba recluido. En las pr¨®ximas semanas ser¨¢ excarcelado tras cumplir la condena que se le impuso por la Operaci¨®n Javer. Quedar¨¢ bajo libertad vigilada seis a?os, seg¨²n recoge la sentencia. Akaarir fue detenido al d¨ªa siguiente, poco despu¨¦s de las tres de la tarde, en el paso fronterizo de Ir¨²n, cuando regresaba del sur de Francia a bordo de un ciclomotor, detallan las fuentes consultadas. A ambos se les vincula con otro expreso de nacionalidad espa?ola detenido en Melilla el pasado 12 de marzo. Este ¨²ltimo, que hab¨ªa ingresado en prisi¨®n por la comisi¨®n de delitos comunes con violencia, hab¨ªa coincidido con los ahora arrestados e iniciado tras ello un proceso de radicalizaci¨®n con el consumo de material yihadista.
Fuentes de la lucha antiterrorista destacan el papel protagonista que, en sus ¨²ltimas comunicaciones, el Estado Isl¨¢mico otorga a los presos yihadistas en su estrategia y el riesgo que muchos de ellos suponen cuando son excarcelados. La Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional tambi¨¦n lo se?alaba en su ¨²ltima memoria anual: ¡°Los centros penitenciarios se han convertido en uno de los focos principales de captaci¨®n, radicalizaci¨®n y adoctrinamiento¡±. Interior lleva a?os sometiendo a un estricto control a los presos musulmanes m¨¢s radicales, a los que clasifica en tres grupos. El primero, formado en la actualidad por 107 internos, lo conforman aquellos que tienen condenas por terrorismo. El segundo est¨¢ integrado por 44 que entraron en prisi¨®n por un delito com¨²n, pero han derivado a postulados religiosos radicales y de defensa de violencia, de la que hacen proselitismo. El tercer grupo engloba a los denominados ¡°presos vulnerables¡±, internos que por su situaci¨®n personal o social corren el riesgo de ser captados. Interior incluye en este a 72 internos, seg¨²n fuentes penitenciarias.
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