El Gobierno ultima un real decreto para facilitar la residencia y el trabajo a miles de j¨®venes inmigrantes
El cambio del reglamento de la ley de Extranjer¨ªa eliminar¨¢ trabas que les mantienen en la irregularidad


La Secretar¨ªa de Estado de Migraciones ha puesto en marcha un cambio del reglamento de la Ley de Extranjer¨ªa para facilitar los tr¨¢mites a miles de menores extranjeros no acompa?ados y j¨®venes extutelados que llegaron a Espa?a de manera irregular. El objetivo es flexibilizar el conjunto de normas que se aplica a los ni?os y adolescentes inmigrantes y que dificultan la obtenci¨®n de sus permisos de residencia y trabajo. Sin documentos, cientos de chavales, objetivos recurrentes de los ataques de la ultraderecha, est¨¢n abocados a la marginalidad. El borrador del real decreto, adelantado por Eldiario.es y al que ha tenido acceso EL PA?S, introduce cambios sustanciales para agilizar la concesi¨®n de papeles, incluirlos en el mercado laboral y evitar que miles de menores lleguen a la mayor¨ªa de edad como inmigrantes irregulares.
La reforma pone el foco sobre todo en los extutelados, los m¨¢s desprotegidos ante la ley, y desenreda el nudo burocr¨¢tico que enfrentan los menores cuando cumplen los 18 a?os. El cambio les facilitar¨¢ la obtenci¨®n de los permisos de residencia y trabajo, y su renovaci¨®n. El texto pretende acabar con una din¨¢mica que se repite constantemente: los j¨®venes extutelados que no han sido documentados en los centros de acogida como marca la ley pasan, de la noche a la ma?ana, de ser ni?os protegidos a adultos en situaci¨®n irregular. Al cumplir los 18 a?os, adem¨¢s, tienen que abandonar los centros y ya no son solo j¨®venes sin papeles sino que la mayor¨ªa se convierte tambi¨¦n en personas sin hogar. As¨ª, todos los recursos que las comunidades aut¨®nomas hayan invertido en su formaci¨®n e inclusi¨®n durante el tiempo que han pasado acogidos sirven para poco: sin documentos no pueden trabajar y quedan condenados a la exclusi¨®n.
Requisitos imposibles
Las trabas tambi¨¦n son importantes para aquellos que s¨ª lograron permisos de residencia mientras estaban tutelados pero que, a la hora de renovarlos como adultos, no consiguen cumplir los requisitos. Uno de ellos es contar con ingresos de m¨¢s de 500 euros al mes, una exigencia imposible si, como suele ser habitual, no cuentan con permiso para trabajar. Aun logrando cumplir con todas las exigencias que marca la ley, la autorizaci¨®n que se les otorgaba es a t¨ªtulo no lucrativo ¡ªcomo las que suele concederse a las parejas de expatriados¡ª y no les permite trabajar.
Todas estas barreras acabaron llegando al Tribunal Supremo, tras ser denunciadas durante a?os por ONG y abogados, pero el tribunal fall¨® complicando a¨²n m¨¢s el procedimiento. La doctrina del alto tribunal pas¨® a exigir que los mayores de 19 a?os, en su primera renovaci¨®n, tuviesen que acreditar unos ingresos propios, en caso de no trabajar, superiores al 400% del Indicador P¨²blico de Renta de Efectos M¨²ltiples (IPREM); es decir, por encima de 2.000 euros al mes. La sentencia, que comenz¨® a llevar a cientos de j¨®venes a la irregularidad, fue el empuje definitivo para que Migraciones abordase la reforma del reglamento.
El real decreto acaba con este permiso no lucrativo para los j¨®venes migrantes porque ¡°no se ajusta a la realidad del colectivo¡± y rebaja los requisitos para renovar u obtener la autorizaci¨®n de residencia y trabajo cuando cumplen la mayor¨ªa de edad. Los ingresos m¨ªnimos exigidos se calculan ahora en base al Ingreso M¨ªnimo Vital para un beneficiario individual (469,9 euros). Esa cantidad puede provenir de un empleo, pero tambi¨¦n de ayudas sociales, una f¨®rmula m¨¢s flexible que antes no se permit¨ªa. La exigencia econ¨®mica, adem¨¢s, no ser¨¢ necesaria si el joven est¨¢ acogido en alguna instituci¨®n que garantice su manutenci¨®n. S¨ª deber¨¢n presentar informes positivos de integraci¨®n y formaci¨®n de la entidad que le acogi¨® y demostrar que no tienen antecedentes penales.
Aunque los datos no son del todo fiables, las comunidades aut¨®nomas acogen oficialmente unos 9.000 menores extranjeros, la inmensa mayor¨ªa mayores de 16 a?os. La reforma beneficiar¨¢ adem¨¢s retroactivamente a otros cientos de j¨®venes que han llegado a la mayor¨ªa de edad en los ¨²ltimos cinco a?os y que perdieron o no lograron sus permisos por no cumplir con las exigencias que ahora se eliminan. Los cambios incluyen tambi¨¦n un impulso de la tramitaci¨®n telem¨¢tica que deber¨ªa agilizar los procesos.
El resto de modificaciones pretende que los m¨¢s peque?os logren estar documentados cuanto antes. Se suprime as¨ª el plazo m¨¢ximo de nueve meses que fija el reglamento para conceder el permiso de residencia a los menores que llegan a un centro de acogida. Seg¨²n la ley, los menores extranjeros tutelados no se consideran irregulares en ning¨²n caso, pero este requisito de los nueve meses planteaba, seg¨²n el borrador, ¡°una rigidez innecesaria¡±. En muchas ocasiones, adem¨¢s, ese plazo m¨¢ximo era interpretado como un plazo m¨ªnimo llevando a los tutelados a un ¡°vac¨ªo documental¡±. La nueva redacci¨®n fija que se empiece a tramitar los documentos, aunque sean provisionales, en un plazo de 15 d¨ªas.
Permiso de trabajo desde los 16 a?os
La nueva redacci¨®n del reglamento tambi¨¦n contempla que la tarjeta de residencia que se les tramite deber¨¢ incluir una autorizaci¨®n para trabajar en el caso de los menores de 16 y 17 a?os. La posibilidad de buscar un empleo en igualdad de condiciones que los espa?oles comenz¨® a impulsarse ya en marzo del a?o pasado con una instrucci¨®n de Migraciones, pero hasta ese momento el n¨²mero de j¨®venes que pod¨ªa empezar a trabajar de forma legal al cumplir 16 a?os era anecd¨®tico por, una vez m¨¢s, los tr¨¢mites exigidos para tramitar ese permiso.
El hecho de que obtengan esta documentaci¨®n no impedir¨¢, en el caso de que se considere que es la mejor opci¨®n para el menor, la repatriaci¨®n a su pa¨ªs de origen. Esta v¨ªa, en cualquier caso, no suele prosperar en Espa?a, tanto por la falta de colaboraci¨®n de los pa¨ªses de origen como por las garant¨ªas que debe cumplir el proceso, pues tiene que tener en cuenta la voluntad del menor.
El nuevo texto evitar¨¢ tambi¨¦n que los ni?os y adolescentes extranjeros tengan que renovar sus permisos cada a?o. La primera autorizaci¨®n tendr¨¢ ahora una vigencia de dos a?os y la renovaci¨®n le cubrir¨¢ por otros cinco a?os m¨¢s, en el caso de que siga siendo menor de edad. Los mayores, cuando les caduque la tarjeta de residencia, podr¨¢n renovarla por dos a?os m¨¢s y optar, seg¨²n cada caso, a un permiso de larga duraci¨®n.
La modificaci¨®n del reglamento no es tan ambiciosa como la reforma de la propia ley de Extranjer¨ªa que prometi¨® nada m¨¢s asumir el cargo, en febrero del a?o pasado, el ministro de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢. Pero es, probablemente, la medida de m¨¢s calado que ha planteado su ministerio en el ¨¢mbito de las migraciones. Los menores extranjeros han sido una prioridad en la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones, los extutelados fueron adem¨¢s uno de los colectivos que se incluy¨® en el Real Decreto que se aprob¨® durante el primer estado de alarma para llevar trabajadores al campo. La medida permiti¨® a varios centenares de j¨®venes inmigrantes que no pod¨ªan trabajar conseguir su primer salario de forma legal.
Las organizaciones dedicadas a la atenci¨®n de la infancia migrante, as¨ª como el Defensor del Pueblo, llevan a?os denunciando absurdos burocr¨¢ticos y pidiendo modificaciones. Las ONG coinciden en la importancia de esta reforma para combatir la exclusi¨®n social del colectivo. Tambi¨¦n es la que primero llega. El dise?o de un modelo m¨¢s eficiente en la atenci¨®n a los ni?os migrantes, en manos ahora del Ministerio de Derechos Sociales, lleva en discusi¨®n desde 2018. El texto se someter¨¢ ahora a la evaluaci¨®n de otros ministerios y necesitar¨¢ el informe del Consejo de Estado antes de llegar al Consejo de Ministros.
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