El coste de los menores extranjeros, otra vez en la diana

El arranque de la campa?a electoral en Madrid ha vuelto a empujar a los menores extranjeros al centro de la diana. El anuncio de Vox en el que sugiere falsamente que una se?ora mayor recibe 426 euros de pensi¨®n mientras que un menor extranjero se embolsa 4.700 euros al mes ha provocado una marejada pol¨ªtica y medi¨¢tica que ha llegado a la Fiscal¨ªa y a la Junta Electoral.

El coste de la atenci¨®n a los menores extranjeros es un tema recurrente en los discursos de la extrema derecha, que aboga adem¨¢s por cerrar los centros que los acogen, como si con ello los menores desapareciesen por arte de magia. El debate nunca se centra en c¨®mo gestionar los recursos para que los adolescentes lleguen a la mayor¨ªa de edad con una m¨ªnima formaci¨®n y con sus papeles en regla, como marca la ley, para evitar que cuando cumplen 18 a?os est¨¦n condenados a la exclusi¨®n. No se conocen las propuestas de Vox para mejorar un modelo de atenci¨®n que arrastra deficiencias hace a?os o para que algunas comunidades aut¨®nomas, como Andaluc¨ªa o Canarias, no soporten en solitario la acogida de un n¨²mero desproporcionado de menores en comparaci¨®n con otras.

La soluci¨®n de Vox para todos los desaf¨ªos que supone la acogida de los menores extranjeros pasa siempre por la expulsi¨®n. La legislaci¨®n espa?ola no recoge la expulsi¨®n de menores extranjeros, aunque s¨ª su posible retorno al pa¨ªs de origen para una reagrupaci¨®n familiar. En Francia y tambi¨¦n en Espa?a, la f¨®rmula ha fracasado estrepitosamente. Los retornos de menores ¨Dy de adultos¨D extranjeros no dependen del pa¨ªs receptor, sino de la voluntad del pa¨ªs de origen, que suele ser, en general, escasa. Las leyes nacionales e internacionales, adem¨¢s, protegen los intereses y el bienestar de los ni?os y la repatriaci¨®n acaba siendo el ¨²ltimo recurso; en Espa?a, es totalmente anecd¨®tica desde hace a?os.

Seg¨²n los ¨²nicos datos oficiales del Ministerio del Interior, en Espa?a el pasado mes de diciembre hab¨ªa 9.030 menores extranjeros no acompa?ados. Andaluc¨ªa, Catalu?a y Canarias acogen el 61% de ellos. Madrid era en aquel momento, con 356 menores ¨Dahora acoge 296¨D, la octava regi¨®n con m¨¢s menores extranjeros en sus centros. El rigor de este registro, sin embargo, ya ha sido cuestionado por el Defensor del Pueblo y diversas organizaciones que han se?alado duplicidades, por lo que el n¨²mero total podr¨ªa ser menor.

Aunque en su mayor¨ªa estos ni?os y adolescentes se han subido solos a una patera para buscar el sustento econ¨®mico de su familia, hay un perfil muy variado que incluye menores que huyen de pa¨ªses en conflicto, violencia familiar, exclusi¨®n social o abusos. Los ¨²ltimos datos del Observatorio de la Infancia, con cifras de abril de 2020, revelan que el 66% de los menores extranjeros proceden de Marruecos, mientras que el resto viene, sobre todo, de Guinea (7,3%), Mal¨ª (3,9%) y Argelia (3,8%). La media de edad se acerca a los 17 a?os, pero, como se ha visto recientemente en Canarias, a las costas espa?olas llegan tambi¨¦n ni?os muy peque?os sin acompa?ante.

Los datos econ¨®micos que suelen manejarse para atacar a este colectivo son siempre inexactos: las comunidades aut¨®nomas que los tutelan, excepto en alguna partida excepcional, no diferencian el coste que les supone un menor extranjero o espa?ol. Los dos perfiles est¨¢n acogidos en el mismo sistema de protecci¨®n a la infancia y las partidas presupuestarias van destinadas a la red en su conjunto. En 2019, de los 23.209 ni?os acogidos en centros u otros recursos residenciales, el 59,5% eran extranjeros (migrantes no acompa?ados o procedentes de familias desestructuradas residentes en Espa?a), seg¨²n el ¨²ltimo informe del Ministerio de Derechos Sociales. Hasta 2018, coincidiendo con una importante llegada de menores migrantes a las costas andaluzas, los espa?oles siempre fueron mayor¨ªa.

Las comunidades aut¨®nomas, en general, se muestran reticentes a ofrecer datos sobre el coste de los menores que tutelan. Las cifras, insisten, var¨ªan mucho en funci¨®n de los centros o lugares donde residan y las necesidades de cada uno de ellos. Son los mismos para espa?oles y extranjeros. En Catalu?a, por ejemplo, la horquilla se sit¨²a entre 41,53 y 139 euros por plaza y d¨ªa, un gasto que incluye el alquiler del inmueble, la manutenci¨®n, el servicio de comedor, el transporte y los educadores y profesionales que trabajan en el centro. En Madrid, el coste medio se sit¨²a en los 140 euros por menor y d¨ªa, pero tambi¨¦n depende mucho del tipo de centro. No es lo mismo un piso tutelado, donde los adolescentes son casi aut¨®nomos, que un centro para ni?os con necesidades especiales. En Canarias, que asume ahora en solitario la acogida de m¨¢s de 2.600 menores extranjeros, se gasta una media de entre 90 y 120 euros al d¨ªa, mientras que los ¨²ltimos datos de Melilla, en 2019, situaban la inversi¨®n entre 13 y 60 euros.

Los menores tutelados, extranjeros o no, no reciben pagas. Dependiendo de la organizaci¨®n responsable del centro en el que vivan, s¨ª reciben un ¡°dinero de bolsillo¡±, que en algunas comunidades adem¨¢s est¨¢ condicionado al buen comportamiento y a la edad del chico. En Catalu?a, ese importe va de los 6 a los 12 euros semanales. En Canarias, entre 5 y 10 euros.