El cineasta de la fosa de la cultura
El enterramiento m¨¢s numeroso en el cementerio de Paterna, tras cinco fusilamientos, empieza a desvelar las historias de las v¨ªctimas de estos cr¨ªmenes del franquismo
Vest¨ªa traje ¡°del pa¨ªs¡±. Ten¨ªa la cara ancha, la frente estrecha, la nariz recta, las orejas grandes y el pelo casta?o. ¡°Recib¨ª los cuadernos de papel, que me parece bien pero ver si puede ser mejor el bloc, por tener m¨¢s condiciones¡±. Daniel Navarro era pintor art¨ªstico y un amateur director de cine mudo. Siete d¨ªas antes de ser fusilado en el pared¨®n de Paterna (Valencia), utiliz¨® toda la cuartilla en la que escrib¨ªa a su familia para contarles los dibujos que les estaba haciendo y pedir m¨¢s material para seguir enviando los recuerdos que, a buen seguro, sab¨ªa que iban a ser los ¨²ltimos que tendr¨ªan. ¡°Recibid el coraz¨®n de este vuestro padre¡±. Galer¨ªa 1, celda 28, c¨¢rcel Modelo de Valencia, 18 de mayo de 1940.
Daniel Navarro ten¨ªa 49 a?os. No falleci¨®, como dec¨ªan las l¨¢pidas que se colocaron en los sesenta junto a la fosa 114 del cementerio de Paterna donde se ech¨® su cuerpo. Fue asesinado por ¡°auxilio a la rebeli¨®n con agravante¡±. Su cuerpo presentaba ¡°s¨ªntomas de muerte cierta producida por heridas de peque?o proyectil en cabeza y pecho¡±, seg¨²n el certificado expedido al d¨ªa siguiente por el teniente m¨¦dico de complemento en el ¡°campo de tiro¡± de Paterna.
La fosa se abri¨® hace 10 d¨ªas. Ya han aparecido los primeros restos ¨®seos, pero a¨²n no los suficientes como para que la asociaci¨®n de familiares de parte de las cerca de 200 personas que fueron metidas en el hoyo acuda al juzgado para denunciar que los cuerpos presentan signos de violencia. Lo m¨¢s probable es que, como en ocasiones anteriores, el forense acuda al cementerio, pregunte de cu¨¢ndo datan las muertes y, en pocos d¨ªas, se archive el caso por prescripci¨®n. No se podr¨¢ esgrimir la Ley de Memoria Democr¨¢tica, que a¨²n no est¨¢ aprobada y que prev¨¦ una justicia restaurativa para los represaliados, para aquellos que, como los dos centenares de fusilados y arrojados en la conocida como fosa de la cultura, fueron v¨ªctimas de los cr¨ªmenes del franquismo. Una ley que permitir¨¢ realizar un mapa de fosas, que posibilitar¨¢ la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes y que llevar¨¢ al Estado a hacerse cargo de las exhumaciones de las que actualmente se ocupan los familiares en una continua lucha contra la burocracia y la financiaci¨®n.
¡°Unas l¨ªneas para expresaros el dolor que siento por haberme separado de vuestro padre (¡) cuando esta llegue a vuestras manos supongo estar¨¦is enterados y habr¨¦is recogido la ropa y sus ¨²ltimos dibujos¡±. A Mari¨¢ngeles Navarro nunca le hablaron de su abuelo Daniel. Y eso que su padre le sigui¨® los pasos y se dedic¨® a la pintura art¨ªstica. En su casa no se hablaba de ello. Pero Mari¨¢ngeles conserva cuidadosamente cada uno de los pocos objetos que le unen a su historia. Tambi¨¦n la carta que les escribi¨® su compa?ero de celda al d¨ªa siguiente del fusilamiento. La ficha en la que se describ¨ªan sus rasgos. Unos dibujos. La foto de una veintena de actores en la que una cruz en el torso marca qui¨¦n es su abuelo. Y, enmarcado, el certificado de reparaci¨®n y reconocimiento personal que le lleg¨® tras la aprobaci¨®n de la Ley de Memoria Hist¨®rica. ¡°No queremos sacar odios ni rencores, solo que se sepa que existi¨® y que no se repita¡±, asegura.
¡°Mi abuelo era un bohemio, ten¨ªa un esp¨ªritu intr¨¦pido¡±, afirma aun sin haberlo conocido y convencida de haber heredado parte de su car¨¢cter. Fue cabo de la guardia municipal del Ayuntamiento de Algemes¨ª, un pueblo de Valencia que, entonces, ten¨ªa unos 10.000 habitantes. Pero tambi¨¦n fue creador de decorados, director de cine, guionista, actor y responsable de la primera escuela cinematogr¨¢fica del municipio. Mari¨¢ngeles cree que tambi¨¦n particip¨® en los pabellones de la Exposici¨®n Internacional de Barcelona de 1929. Demasiado adelantado para la ¨¦poca.
En la fosa 114 de Paterna se abandonaron entre 180 y 200 cuerpos, los correspondientes a cinco fusilamientos entre el 9 de mayo de 1940 y el 28 de junio del mismo a?o, casi 15 meses de que acabara la guerra civil. El paso del tiempo ha ido descomponiendo los cuerpos y la p¨¦rdida de volumen ha hecho que la tierra se entremezcle. La excavaci¨®n, iniciada hace apenas siete d¨ªas, ya tiene m¨¢s de dos metros de profundidad en los que, tras mucha tierra y mucha cal, han aparecido restos de los primeros cad¨¢veres. Corresponden a los fusilamientos del 28 de junio del 40, los que le dieron nombre a la ¡®fosa de la cultura¡¯. Pero en ella, previsiblemente, aparecer¨¢n, sobre todo, alcaldes y concejales, de una decena de pueblos del entorno. Tambi¨¦n Bluff, el dibujante de la revista sat¨ªrica La Traca, o el periodista Isidro Escandell, tambi¨¦n secretario del Ateneo Mercantil de Valencia, militante socialista y vicepresidente de la Diputaci¨®n de Valencia, del que a¨²n no ha aparecido ning¨²n familiar que reclame sus restos y, de no hacerlo, volver¨¢ a la fosa.
La nieta de Daniel Navarro tendr¨¢ que esperar varias semanas. Los restos de su abuelo deben estar justo en medio de la fosa, junto a los del tercer fusilamiento. A partir de ese momento llegar¨¢ la identificaci¨®n a trav¨¦s del ADN. Ella no tuvo ning¨²n problema en aportar el suyo. Pero surgi¨® cierto conflicto cuando le dijeron que mejor si era de hombre. En su casa, su padre nunca habl¨® de su abuelo. Y, aunque su curiosidad y su af¨¢n por reparar la dignidad del abuelo es patente desde hace a?os, nunca encontr¨® mucho apoyo. ¡°Al final, mi hermano ha aportado el ADN que permitir¨¢ que lo identifiquemos y que lo enterremos donde siempre debi¨® estar, con mi abuela¡±.
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