Ceuta, la ciudad frontera desenganchada de Europa
El ¨¦xodo masivo alentado por las autoridades marroqu¨ªes levanta ampollas en la sociedad ceut¨ª, pero tambi¨¦n la ha movilizado para responder a la emergencia
Al¨ª, marroqu¨ª de 34 a?os, hace cola en la frontera del Tarajal para regresar de Ceuta a Marruecos. Volvi¨® el lunes a la ciudad aut¨®noma, donde ha vivido pr¨¢cticamente toda su vida trabajando como mozo, para hablar con su jefe y preguntarle si pod¨ªa volver a emplearlo. ¡°Cuando vi en el tel¨¦fono a la gente entrando (por la playa), me dije: voy a aprovechar y voy a entrar, a ver si vuelvo a mi trabajo¡±, comenta, ¡°fui a hablar con el jefe y me dijo que la cosa ha cambiado mucho, que cuando reabra la frontera, me mete otra vez¡±.
La crisis fronteriza desatada a comienzos de semana en Ceuta ha puesto de manifiesto la sensibilidad de una ciudad que vive entre Europa y ?frica, entre Espa?a y Marruecos. De 8.000 a 9.000 personas entraron en la ciudad, de 85.000 habitantes y 14 kil¨®metros cuadrados, a un ritmo de hasta 90 personas por minuto en dos d¨ªas en los que el Ej¨¦rcito se despleg¨® en la playa. Historias como las de Al¨ª evidencian la tela de ara?a que conecta ambos lados de una frontera que lleva cerrada m¨¢s de un a?o debido a la pandemia de coronavirus.
¡°Ahora es muy dif¨ªcil encontrar trabajo¡±, se queja el joven, ¡°cuando estaba la frontera abierta hab¨ªa muchas oportunidades; ahora los supermercados est¨¢n cerrados, no viene gente [de Marruecos] a comprar como antes¡±. Trabajadores transfronterizos, empleadas del hogar, residentes en Ceuta atrapados en la vecina Fnideq, la antigua Castillejos, se colaron durante el ¨¦xodo masivo alentado por las autoridades marroqu¨ªes que ha levantado ampollas en la sociedad ceut¨ª, pero que tambi¨¦n la ha movilizado para responder a la emergencia.
¡°La gente tiene que ver la diferencia que hay entre nacer a un lado y otro de la frontera¡±, esgrime Francisco, ceut¨ª. ¡°Eres de all¨ª (Marruecos), no tienes nada; eres de aqu¨ª, y al menos tienes derechos¡±. Est¨¢ casado con una marroqu¨ª de Nador y ha decidido dar trabajo a dos chavales que cruzaron el lunes. ¡°Y mira que yo soy muy espa?ol¡±, ironiza, ¡°pero al menos que tengan algo, solo quieren trabajar¡±. Cientos de personas salieron a la calle con los coches cargados de agua, comida y mantas desde la madrugada del lunes. Otros vecinos han acogido a j¨®venes que entraron a nado y se han movilizado para encontrar a los menores a quienes sus familias reclamaban en Marruecos.
¡°Esto no suele ser una balsa de aceite¡±, aduce el presidente de la ciudad, Juan Jes¨²s Vivas, ¡°aqu¨ª estamos acostumbrados a enfrentarnos a dificultades con un mayor nivel de exigencia, pero estos ¨²ltimos d¨ªas fueron los d¨ªas m¨¢s dif¨ªciles y m¨¢s tristes de toda mi vida como servidor p¨²blico¡±. Vivas, que lleva m¨¢s de 20 a?os gobernando Ceuta con el PP, habla de ¡°invasi¨®n¡±: ¡°No se trata solo de una crisis migratoria, de lo que se estaba tratando era de poner en jaque la seguridad de nuestras fronteras y nuestra integridad territorial¡±.
La reivindicaci¨®n patria es una constante en Ceuta. Lo ha sabido explotar Vox, que cosech¨® en 2019 sus mejores resultados. Para la formaci¨®n de ultraderecha, Ceuta es un escenario perfecto para sacar r¨¦dito del pulso que Marruecos ha querido echar a Espa?a y a Europa. El partido, con siete concejales en la Asamblea (solo dos por detr¨¢s del PP), fue el ¨²nico que se apart¨® del mensaje institucional aprobado por el pleno el martes, un d¨ªa antes de que el l¨ªder, Santiago Abascal, se plantase en la frontera. Decenas de personas se manifestaron ese mismo d¨ªa en el centro de la ciudad al grito de ¡°?Fnideq, que le den!¡±. ¡°Nuestra espa?olidad est¨¢ muy bien anclada¡±, responde Vivas, ¡°y se debilita cuando Vox dice que solo quedan ellos para defenderla¡±.
Para Abdeselam, padre de tres ni?as y con 33 a?os, su pasaporte no presenta duda alguna; s¨ª su futuro y el de sus hijas. A este ceut¨ª le quedan apenas dos meses de trabajo en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Est¨¢ contratado a trav¨¦s de los Planes de Empleo, una herramienta que en Ceuta, donde trabajan m¨¢s de 7.000 funcionarios, emplea este a?o a unas 861 personas y que se ha utilizado como arma pol¨ªtica. ¡°Ahora se me acaba y ?qu¨¦ hago?¡±, dice en un descanso del turno de ma?ana en el que ha estado preparando ropa y comida para atender a las personas que entrar¨¢n en las instalaciones a lo largo del d¨ªa. ¡°?Pues emigrar tambi¨¦n!¡±, concluye Abdeselam. Su ¨¦xodo es hacia la Pen¨ªnsula. ¡°En Ceuta no hay nada¡±, reivindica, ¡°Esto no es Europa, est¨¢ desenganchado, f¨ªsicamente¡±. ¡°Lo mismo con lo que ha ocurrido nos enganchamos un poco m¨¢s¡±, comenta en referencia a la respuesta del Ejecutivo central y las instituciones europeas.
71,5% de paro juvenil
Ceuta es m¨¢s que una frontera. Para el polit¨®logo Adolfo Hern¨¢ndez, las crisis que enfrenta trascienden esta ¨²ltima y se ceban en unos indicadores socioecon¨®micos que afectan, especialmente, a los barrios perif¨¦ricos. La tasa de pobreza casi duplica la media nacional, con un 45,9% de la poblaci¨®n en riesgo de exclusi¨®n social frente al 25,3% para toda Espa?a en 2020. Las de paro juvenil (71,5% en el primer trimestre de 2021) o abandono escolar temprano (22,8%) tambi¨¦n se sit¨²an entre las m¨¢s altas, junto a las de Melilla.
La crisis provocada por la pandemia tambi¨¦n ha golpeado duramente la ciudad, especialmente tras el cerrojazo en la frontera en marzo de 2020, cuando Ceuta a¨²n diger¨ªa dos decisiones de Marruecos que apuntaban a la intenci¨®n de asfixiar econ¨®micamente a la ciudad: el fin del porteo y de la exportaci¨®n directa de pescado que cruzaba diariamente la frontera. ¡°Nosotros estamos acostumbrados al pescado fresco, a comprar lo mejor que hay¡±, alega Mar¨ªa, de 69 a?os, en un puesto que despacha desde hace 24 a?os Mustafa en el Mercado Central, ¡°ahora (el g¨¦nero) va de Marruecos a M¨¢laga, y da la vuelta para llegar aqu¨ª¡±. ¡°S¨ª, pero no ha faltado pescado ni un solo d¨ªa¡±, reivindica Elvira, graduada social de 56 a?os.
Precisamente el puerto es uno de los motores econ¨®micos de la ciudad, situado entre los gigantes del tr¨¢fico mediterr¨¢neo, Tanger Med y Algeciras. En 2020, con las restricciones a la movilidad, ha perdido unos seis millones de euros, afectado tambi¨¦n por la suspensi¨®n de la Operaci¨®n Paso del Estrecho entre junio y septiembre. M¨¢s de un mill¨®n y medio de personas y 360.000 veh¨ªculos cruzaron en 2019 desde la Pen¨ªnsula y procedentes de otros pa¨ªses europeos de vuelta a Marruecos, y viceversa. ¡°El puerto tiene un car¨¢cter clave¡±, argumenta Adolfo Hern¨¢ndez, ¡°pero a Ceuta la han dejado aislada en una zona con una actividad fren¨¦tica y desde la ciudad no se puede gestionar eso porque el puerto pertenece a una sociedad estatal¡±. Lo mismo se repite en Sanidad, otra de las competencias que mantiene Madrid y donde el ¡°abandono¡± por parte del Estado se ha evidenciado, seg¨²n el experto, en los recursos desplegados en la pandemia, con el mayor n¨²mero de contagios del pa¨ªs, junto a Melilla, durante la segunda ola.
¡°Ceuta est¨¢ necesitada de un pacto de ciudad¡±, pide Hern¨¢ndez, ¡°ni siquiera hay una ley del suelo y quien tiene competencia en sacarla es el Estado¡±. La falta de planificaci¨®n urbana se aprecia en las calles de la barriada del Pr¨ªncipe Alfonso, con su imposible mara?a de edificios, escaleras y callejones. Ceuta no ha aprobado a¨²n un Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU), precisamente, porque no tiene competencias legislativas para actuar sobre su tierra, lo que constituye un problema para dar respuesta a problemas estructurales, seg¨²n el Colegio de Arquitectos. En El Pr¨ªncipe los servicios son casi inexistentes en algunas zonas y las tomas de electricidad y agua se apa?an enganchadas a la v¨ªa p¨²blica. En esas condiciones viven buena parte de los 15.000 habitantes del vecindario, que empez¨® a levantarse casi por arte de magia, sin planificaci¨®n urban¨ªstica, en lo que fue terreno militar cedido por Franco tras la Guerra Civil. Despu¨¦s, llegaron el olvido y la dejadez que lo convirtieron en cuna de ap¨¢tridas e invisibles al Estado en Ceuta.
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