Cerca de 200 alcaldes, pendientes del cisma entre PP y Ciudadanos en Granada

Hace solo dos meses, la moci¨®n de censura de Ciudadanos al PP en Murcia desencaden¨® un terremoto pol¨ªtico nacional que termin¨® provocando la celebraci¨®n de elecciones en Madrid, con un resultado muy amargo para el partido de In¨¦s Arrimadas, que se convirti¨® en extraparlamentario en esa comunidad. El precedente de ese efecto mariposa ha activado las alarmas en varios consistorios gobernados por PP y Ciudadanos despu¨¦s de asistir a la crisis abierta entre los dos partidos en el Ayuntamiento de Granada (232.000 habitantes),principal alcald¨ªa de Cs, que pende de un hilo despu¨¦s de que los ediles populares retiraran su apoyo al alcalde, Luis Salvador.

El PP y Ciudadanos tienen pactos de Gobierno en cerca de 200 ayuntamientos, y el partido de Arrimadas sostiene al PP en ciudades tan importantes como Madrid, Zaragoza o M¨¢laga. Oficialmente, Cs y PP niegan que haya riesgo de que la crisis granadina afecte a otros acuerdos, pero en Cs hay sectores que presionan para que el partido ense?e m¨¢s los dientes al PP con su poder para derribar gobiernos.

Granada est¨¢ alterando la relaci¨®n entre el PP y Ciudadanos, deteriorada desde la moci¨®n de censura de Murcia, pero que In¨¦s Arrimadas hab¨ªa intentado reconducir con una comida privada que propuso a Pablo Casado hace unas semanas y que desvel¨® El Confidencial. En ese encuentro, la l¨ªder de Cs y el del PP se leyeron la lista de agravios, seg¨²n fuentes conocedoras de la cita, pero tambi¨¦n dieron un paso para recomponer relaciones y hubo un acuerdo de no agresi¨®n, que llegaba despu¨¦s de que el secretario general del PP, Teodoro Garc¨ªa Egea, hubiera proclamado que a partir de Murcia abr¨ªa las puertas del PP a todos los dirigentes y militantes de Cs. El clima hab¨ªa mejorado entre las dos formaciones hasta que lleg¨® el conflicto en Granada, un movimiento que en la direcci¨®n de Arrimadas se ve como una ¡°venganza¡± del exsecretario de Organizaci¨®n de Cs, Fran Herv¨ªas, ahora a las ¨®rdenes del PP, y que ha vuelto a enturbiar las aguas en el centro derecha.

Sin represalias

El PP y Ciudadanos comparten dos Gobiernos auton¨®micos (Andaluc¨ªa y Castilla y Le¨®n) y casi dos centenares de Ejecutivos municipales, la mayor¨ªa liderados por el PP. Los alcaldes populares de Madrid, Zaragoza, M¨¢laga, Alicante, C¨®rdoba, Oviedo, Santander, Salamanca, Teruel, Pamplona y Tudela (Navarra), entre otros, dependen del respaldo de Cs. Mientras, los de Arrimadas tienen la alcald¨ªa de Palencia con apoyo del PP, y ten¨ªan la de Granada, hasta la crisis actual. La direcci¨®n de Ciudadanos ha decidido de momento no activar ninguna represalia al PP por retirar el apoyo a Luis Salvador, seg¨²n fuentes de su direcci¨®n, pero hay movimientos en un segundo plano, m¨¢s discreto, para que el PP sea consciente de lo que est¨¢ en juego.

La vicealcaldesa de Madrid, Bego?a Villac¨ªs, ha ratificado su apoyo al alcalde de la capital, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, pero al mismo tiempo le ha recordado que depende de ella para seguir en el poder. ¡°Lo que est¨¢ pasando en Granada ser¨ªa impensable en Madrid. Muy orgullosa de ser garant¨ªa de lealtad, estabilidad y buen gobierno¡±, declar¨®. El alcalde de Zaragoza, Jorge Azc¨®n, del PP, ha recibido una llamada desde la direcci¨®n de Ciudadanos reproch¨¢ndole lo sucedido en Granada, aunque se le ha garantizado que se va a cumplir el acuerdo firmado en la ciudad. En algunas alcald¨ªas del PP se reconoce la incomodidad que provoca la crisis, porque a¨²n quedan dos a?os hasta las municipales y hay riesgo de inestabilidad. La direcci¨®n nacional de Cs se ha puesto en contacto con la del PP para hacerle constar su malestar con la decisi¨®n de retirarle su apoyo en Granada.

El tel¨®n de fondo es la sombra de un adelanto electoral en Andaluc¨ªa. Fuentes del entorno de Luis Salvador temen que el conflicto en la ciudad busque provocar una imagen de inestabilidad entre los socios de la Junta que pudiera servir al presidente Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) para justificar un adelanto. El partido de Arrimadas no desea en ning¨²n caso ese escenario, ante el riesgo de batacazo en las urnas, lo que explica tambi¨¦n sus cautelas. Pero la tensi¨®n se ha vuelto a disparar entre los socios.