Los 50 d¨ªas de silencio de Pablo Iglesias tras abandonar la pol¨ªtica

Ni siquiera la jornada en que los presos del proc¨¦s sal¨ªan de prisi¨®n tras la concesi¨®n de los indultos, Pablo Iglesias ha abandonado su silencio. Ha pasado m¨¢s de mes y medio desde que la noche electoral del 4 de mayo el secretario general de Podemos dio un paso atr¨¢s. ¡°Dejo todos mis cargos. Dejo la pol¨ªtica entendida como pol¨ªtica de partido e institucional¡±, anunci¨® en aquella comparecencia tras la crispada campa?a a la que concurr¨ªa como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, que se sald¨® con resultados insuficientes para su formaci¨®n. El l¨ªder que en 2014 se convert¨ªa en un personaje carism¨¢tico y popular con sus rompedoras intervenciones en las tertulias televisivas se fue, pero antes hab¨ªa arreglado su relevo al aupar a la vicepresidencia tercera del Gobierno a Yolanda D¨ªaz y se?alar un nuevo modelo de direcci¨®n en el partido, m¨¢s colectivo y encabezado por ¡°mujeres j¨®venes¡±. A su espalda, m¨¢s de siete a?os de omnipresencia medi¨¢tica y fuerte liderazgo que hac¨ªan muy dif¨ªcil presagiar lo que estaba por venir.

Aquella fue la ¨²ltima vez que Iglesias habl¨® en p¨²blico. Desde entonces tampoco ha vuelto a escribir ning¨²n mensaje en Twitter. En este tiempo solo ha trascendido una instant¨¢nea del exvicepresidente, con el cabello corto, sentado al aire libre y retratado por el fot¨®grafo de Podemos. Hab¨ªa pasado una semana de su renuncia y aquella metamorfosis en su imagen que simbolizaba, para los expertos, la ruptura radical con el personaje pol¨ªtico nacido del 15-M, lo devolvi¨® a los telediarios durante unas horas. Desde entonces, nada. El exl¨ªder de la formaci¨®n recibe constantemente invitaciones para intervenir en programas de televisi¨®n o documentales, pero las declina todas. Igual que evit¨® participar en la Asamblea Ciudadana que design¨® a Ione Belarra como su sucesora al frente de la Secretar¨ªa General de Podemos el 13 de junio. Una ausencia que Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos, justific¨® al explicar que la voluntad de Iglesias era ¡°no tutelar¡± el partido en la nueva etapa. Alejado de los focos por deseo propio, el exdirigente ha decidido permanecer en silencio mientras negocia su futuro profesional.

¡°Soy profesor de Ciencias Pol¨ªticas y me lo pasaba muy bien presentando [el programa de televisi¨®n] La Tuerka. Cuando llegue ese momento [la salida de la pol¨ªtica] me gustar¨ªa hacer cosas parecidas¡±, se?alaba en una entrevista a EL PA?S 72 horas antes de dimitir. Hasta este mi¨¦rcoles, Iglesias no hab¨ªa solicitado reincorporarse a la docencia en la Universidad Complutense y no hay ninguna relaci¨®n laboral que una al exvicepresidente con la instituci¨®n, confirma el centro. Con su salto a la pol¨ªtica en las elecciones europeas de 2014, pidi¨® una excedencia. Ejerc¨ªa como profesor interino y la universidad se la deneg¨®, pero en 2016 la justicia le dio la raz¨®n. En todo caso, y seg¨²n explic¨® entonces el rector, Carlos Andradas, la plaza de Iglesias era de sustituci¨®n, y el profesor se hab¨ªa reincorporado ya, por lo que no hab¨ªa puesto al que regresar. Adem¨¢s, la anterior direcci¨®n de la Complutense lo nombr¨® profesor honor¨ªfico, pero ¡°hace ya tiempo¡± que Iglesias no tiene esa condici¨®n, se?ala la instituci¨®n acad¨¦mica. De todos modos, al no existir v¨ªnculo con la universidad, si quisiese retomar la docencia, podr¨ªa tratar de hacerlo en cualquier otra.

Aunque el propio Iglesias haya apuntado a su atracci¨®n por el medio audiovisual, en el que se desenvuelve con soltura ¡ªha colaborado en diferentes formatos y presentaba Otra vuelta de Tuerka y Fort Apache hasta que su entrada en el Gobierno lo hizo incompatible¡ª, no hay confirmaci¨®n oficial sobre las negociaciones para conducir un programa que pudiera ver la luz a partir de septiembre. El exvicepresidente, adem¨¢s, mantiene una amistad con el empresario catal¨¢n y socio fundador de Mediapro, Jaume Roures, pero el grupo audiovisual niega que est¨¦ trabajando con ¨¦l.

Mientras madura los detalles de su pr¨®xima aventura profesional, Iglesias contin¨²a madrugando para llevar a sus hijos desde su residencia en Galapagar a la escuela infantil del Congreso de los Diputados, donde decidi¨® matricularlos debido al acoso al que los peque?os se ve¨ªan sometidos en los alrededores del chal¨¦ donde viven. En su nueva rutina, el exdirigente disfruta de su familia y la lectura, ve amigos y hasta ha salido a cenar por el c¨¦ntrico barrio de Lavapi¨¦s, en Madrid. La mascarilla y su nueva imagen le han permitido recuperar un anonimato inimaginable durante los agitados a?os en pol¨ªtica. Al menos, hasta que decida volver a hablar.