¡®Operaci¨®n Yolanda D¨ªaz¡¯ para reflotar Podemos
Iglesias aprovecha el adelanto electoral de Madrid para ejecutar sus planes para la sucesi¨®n al frente de Unidas Podemos
Si algo ha demostrado Pablo Iglesias en estos a?os es que le gusta tener el control. Un lustro le cost¨® construir un Podemos completamente cerrado alrededor de su liderazgo, el mismo tiempo que le llev¨® cumplir su objetivo de llegar al Gobierno de Espa?a. Ahora que ya ten¨ªa las dos cosas, que los rumores eternos de sucesi¨®n estaban m¨¢s apagados que nunca, Iglesias vuelve a apretar el bot¨®n de reinicio. La ¡®Operaci¨®n Yolanda D¨ªaz¡¯, orquestada por ¨¦l, ya est¨¢ en marcha para relanzar un partido que no ha dejado de perder votos en los ¨²ltimos a?os.
Muy pocos se pod¨ªan imaginar en Podemos la ¨²ltima jugada de Iglesias. Algunos de sus colaboradores m¨¢s cercanos se enteraron en la ma?ana de este lunes de la decisi¨®n. ¡°Pablo ten¨ªa que irse en alg¨²n momento, no se le iba a perdonar estar cuatro a?os m¨¢s al frente del partido¡±, sostienen en la formaci¨®n. El movimiento del vicepresidente, que algunos califican como un tanto ¡°loco o visceral¡±, busca resolver a la vez a varios temas que ten¨ªan cierta urgencia. En primer lugar, y por una cuesti¨®n de supervivencia, para mantener a Podemos en el Parlamento madrile?o. En segundo, para lanzar a la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, como su sucesora.
Las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas celebradas en 2019 tras la marcha de ??igo Errej¨®n por las bravas a M¨¢s Madrid de la mano de Manuela Carmena, dejaron a Podemos bajo m¨ªnimos. Con Isa Serra como candidata, el partido a duras penas consigui¨® superar la barrera del 5% para lograr grupo propio y se qued¨® con siete esca?os. M¨¢s Madrid, con ??igo Errej¨®n de candidato, logr¨® 20.
Aquella ruptura traum¨¢tica de los dos fundadores, los hasta entonces inseparables Iglesias y Errej¨®n, fue clave para construir el Podemos de hoy.
Iglesias lleg¨® al Gobierno de Espa?a apenas unos meses despu¨¦s de aquellas elecciones. Su mejor momento pol¨ªtico vino de la mano de su peor resultado electoral. De los 71 diputados que Unidas Podemos lleg¨® a tener en 2016, la formaci¨®n tan solo sum¨® 35 esca?os a la coalici¨®n con el PSOE tras el 10-N.
Su presencia en el Gobierno tampoco logr¨® frenar la p¨¦rdida de votos. Mantener el resultado que hab¨ªan cosechado cuatro a?os antes, como lo hicieron el pasado 14-F en las catalanas, fue celebrado internamente como una victoria despu¨¦s de las auton¨®micas en Euskadi, o principalmente de Galicia, donde llegaron a desaparecer del Parlamento auton¨®mico.
Contra toda l¨®gica, el partido nunca hab¨ªa estado tan unido como ahora, a costa de numerosas batallas internas y guerras sin cuartel de las que Iglesias logr¨® siempre salir vencedor. Contra Errej¨®n, contra secretarios territoriales que ped¨ªan autonom¨ªa de Madrid y finalmente contra Teresa Rodr¨ªguez, la l¨ªder andaluza que nunca vio con buenos ojos la coalici¨®n con el PSOE y siempre dijo lo que pensaba.
Podemos es hoy una estructura piramidal en la que nada escapa al control del vicepresidente. Quiz¨¢s por eso ha decidido hacerse a un lado ahora. Porque ya no queda nadie que se lo pida.
Yolanda D¨ªaz est¨¢ en el Gobierno porque Iglesias siempre reserv¨® una cartera para ella en todos los sudokus ministeriales que tuvo tiempo de hacer entre las generales de abril y noviembre de 2019. Su presencia en el Ejecutivo se ha convertido en uno de sus mayores ¨¦xitos. En un Gobierno siempre al borde de la implosi¨®n por los roces entre los socios, D¨ªaz se ha ganado el respeto incluso de los ministros socialistas.
Dentro del partido la situaci¨®n es diferente. En una formaci¨®n en la que todos presumen de ser amigos desde los d¨ªas de calle y manifestaci¨®n entre clases universitarias, D¨ªaz es diferente. Nunca ha militado en Podemos ¡ªes del PCE¡ª y siempre ha manifestado muy poco inter¨¦s por integrarse en la organizaci¨®n. Ese puede ser su mayor problema. O su mejor virtud. De entrada el a¨²n ¨²nico l¨ªder conocido de Podemos la ha se?alado a ella.
Iglesias acepta que los inscritos decidan las listas
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, pidi¨® este lunes pista para un aterrizaje forzoso en la pol¨ªtica madrile?a. Nadie se lo esperaba, ni siquiera M¨¢s Madrid, que se desayun¨® la noticia bomba del l¨ªder de Podemos igual que el resto del mundo. Ni ??igo Errej¨®n, excandidato de M¨¢s Madrid en las auton¨®micas de 2019 ni M¨®nica Garc¨ªa, la actual portavoz de la formaci¨®n, sab¨ªan de las intenciones del l¨ªder de Podemos. Fue la propia Garc¨ªa la que se puso en contacto con Iglesias al conocer la noticia a trav¨¦s de un mensaje de m¨®vil, tras el que quedaron de hablar el mismo lunes.
M¨¢s Madrid, fundado por ??igo Errej¨®n y Manuela Carmena cuando este abandon¨® Podemos, obtuvo 20 esca?os en los comicios frente a los siete de Podemos. Fue la gran victoria de Errej¨®n sobre Iglesias, aunque le dur¨® poco. Ante la imposibilidad de sumar para un Gobierno de izquierdas en Madrid, Errej¨®n fund¨® M¨¢s Pa¨ªs para lanzarse in extremis a unas generales en las que apenas sac¨® dos diputados.
Iglesias propone ahora liderar una candidatura conjunta, aunque por la noche, en una entrevista en La Sexta, se mostr¨® de acuerdo en celebrar ¡°unas primarias conjuntas¡± y que sean los inscritos lo que ¡°decidan la lista del primero al ¨²ltimo¡±.
¡°Nos merecemos un poquito de respeto entre las fuerzas pol¨ªticas a la hora de encajar nuestros propios anhelos¡±, lanz¨® Garc¨ªa en los pasillos de la Asamblea de Madrid. Aunque poco antes, en una entrevista en La Sexta, se hab¨ªa mostrado dispuesta a hablar y negociar la mejor manera de ¡°echar a [Isabel D¨ªaz] Ayuso¡±. ¡°Estamos dispuestos a hablar de todo, a ser posible sin mucha testosterona ni imposiciones¡±, a?adi¨®.
El que guard¨® un silencio muy poco habitual en ¨¦l fue Errej¨®n. Desde M¨¢s Madrid defienden que aunque sigue siendo una ¡°suerte de l¨ªder moral¡±, como diputado en el Congreso por M¨¢s Pa¨ªs forma parte de otro partido independiente y no pertenece a la estructura org¨¢nica de la formaci¨®n madrile?a, por lo que no le corresponde a ¨¦l cuestionar el ofrecimiento de Iglesias. Pero el vicepresidente s¨ª parec¨ªa hablarle a ¨¦l en su anuncio: ¡°Soy consciente de que no va a ser f¨¢cil, de que hay muchas cicatrices¡±. Pero ¡°nos lo pide la izquierda¡±, a?adi¨®.
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