Un tribunal fatigado en plena batalla pol¨ªtica
El Constitucional afronta el futuro m¨¢s dividido que nunca, pendiente de una renovaci¨®n bloqueada desde hace a?o y medio
El Tribunal Constitucional ha salido exhausto del reciente debate sobre el estado de alarma. Los magistrados se levantaron de la ¨²ltima deliberaci¨®n, el pasado jueves, en un clima de tensi¨®n que no se ve¨ªa en la sala de plenos desde hac¨ªa tiempo. Su presidente, Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez Rivas, quiso que se dictara esta sentencia antes del par¨¦ntesis veraniego para evitar la sensaci¨®n de que el tribunal se pronuncia sobre problemas que quedaron atr¨¢s. Por ejemplo, como en ese caso, sobre el confinamiento y el decreto de estado de alarma firmado hace m¨¢s de un a?o.
La sentencia, sin embargo, no ha servido para pacificar el debate que exist¨ªa en la comunidad jur¨ªdica sino que lo ha exacerbado. La ministra de Defensa, Margarita Robles, magistrada del Supremo, ha calificado de ¡°elucubraciones doctrinales¡± el resultado de 15 horas de deliberaci¨®n, en dos plenos consecutivos, de los 11 componentes con que cuenta ahora el Constitucional. Una expresi¨®n a la altura de la definici¨®n cl¨¢sica del Supremo estadounidense, la que lo describe como ¡°nueve escorpiones encerrados en una botella¡±.
En el ¨²ltimo pleno del Constitucional no circul¨® el veneno, pero desde luego hubo picotazos entre C¨¢ndido Conde Pumpido y Pedro Gonz¨¢lez Trevijano, ponente de la sentencia. En la sesi¨®n del mi¨¦rcoles, y o¨ªda la vicepresidenta, Encarnaci¨®n Roca, estaba claro que perd¨ªa el estado de alarma y ganaba el de excepci¨®n. El presidente, viendo venir el estr¨¦pito de los platos rotos, propuso una ¨²ltima oportunidad para reflexionar. Pero el ponente dijo que hab¨ªa llegado el momento de votar. Y se vot¨®, con el resultado de seis a cinco, tras decantarse Roca por el lado conservador.
Pero antes, en el debate, algunos se buscaron la ceja. Critic¨® Conde Pumpido un fallo tan relevante con resultado tan ajustado (un voto de diferencia). Y replic¨® Trevijano que siempre hubo resultados ajustados, alguno incluso hist¨®rico. Conde Pumpido respondi¨® entonces que lo ahora decidido ser¨ªa revisable m¨¢s tarde con otra mayor¨ªa en el tribunal, cuando se renueve. A lo que el ponente de la sentencia respondi¨® con un ¡°Ojal¨¢ me equivoque, pero¡¡±. El ¡°pero¡± es que nada da idea de que vaya a renovarse el Constitucional, ahora con cuatro plazas pendientes desde hace a?o y medio, entre ellas las del presidente y la vicepresidenta.
Si el tribunal resolviera estos relevos y los otros cuatro que corresponde llevar a cabo el a?o que viene, la actual mayor¨ªa conservadora pasar¨ªa a ser minor¨ªa. Entre otras cosas, porque de los cuatro cambios de la pr¨®xima renovaci¨®n, dos le corresponde decidirlos al Gobierno. Y van unidos a otros dos que debe hacer el Consejo General del Poder Judicial, que prorrogado no tiene competencias para efectuar nombramientos.
El comentario de Trevijano tiene que ver con una hip¨®tesis manejada en el mundo judicial, y es que el a?o que viene puede haber 8 de las 12 plazas del Constitucional pendientes de una renovaci¨®n que no llega.
En paralelo, el cansancio, la fatiga de las togas, se est¨¢ adue?ando del tribunal. El proc¨¦s ya provoc¨® disensiones. Los magistrados progresistas Juan Antonio Xiol y Mar¨ªa Luisa Balaguer est¨¢n abonados a los votos particulares. Pura tarea testimonial, salvo en cuanto se refiere a los l¨ªderes independentistas, que van a usar esos votos discrepantes en sus recursos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Una vez indultados, el objetivo ya no es recuperar la libertad, sino una victoria jur¨ªdica que tendr¨ªa tambi¨¦n clara dimensi¨®n pol¨ªtica.
En esa tarea de constante apoyo a la labor del Supremo sobre el proc¨¦s ¡ªcon las excepciones se?aladas¡ª el Constitucional tambi¨¦n se ha desgastado. Dos magistrados, Antonio Narv¨¢ez y el propio Conde Pumpido, fueron recusados y tuvieron que dejar los recursos sobre este asunto, por declaraciones que hab¨ªan hecho y que permit¨ªan cuestionar su imparcialidad. Las sentencias estaban muy avanzadas, pero esas recusaciones retrasaron su deliberaci¨®n, y llevaron al tribunal a resolver algunas de las impugnaciones seg¨²n las pautas del ¡°tiempo del castigo¡±, y no en sinton¨ªa con el ¡°tiempo del perd¨®n¡±, expresiones estas utilizadas por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, para describir el pase de p¨¢gina. De ah¨ª, en cambio, los votos particulares de Xiol y Balaguer contra la ¡°desproporci¨®n¡± de las penas impuestas a los l¨ªderes independentistas.
Mientras avanzaba su tiempo de pr¨®rroga en el cargo, a Juan Gonz¨¢lez Rivas (presidente) y a Encarnaci¨®n Roca (vicepresidenta) les llegaron cantos de sirena. Les sondearon para ocupar la presidencia del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, que van aparejadas. Pero fueron palabras que se llev¨® el viento. Sin que tenga que ver forzosamente con ello, el presidente fue cultivando un perfil cada vez m¨¢s institucional y menos vinculado a su sector natural, el conservador, dada su trayectoria. Roca, en cambio, apareci¨® cada vez m¨¢s cerca de este bloque, pese a haber sido propuesta por CiU con apoyo del PSOE.
Esa distinta evoluci¨®n propici¨® fricciones entre ambos, como sucedi¨® cuando la vicepresidenta impuls¨® una carta interna para criticar que un recurso relacionado con la pandemia se viera en una Sala del tribunal, y no en sesi¨®n plenaria. Ese recurso fue el que se resolvi¨® para rechazar que el 1 de mayo del a?o pasado, en pleno confinamiento, tuviera lugar una marcha sindical en Vigo, con el argumento de que la garant¨ªa del derecho a la salud deb¨ªa ser prioritaria con respecto al derecho de manifestaci¨®n. La carta impulsada por Roca fue respaldada por otros magistrados y obtuvo como resultado que a partir de entonces todos los asuntos relacionados con la pandemia se avocaran al pleno, como los del proc¨¦s. Asunto resuelto, pero de aquella manera, porque los fen¨®menos de disidencia interna siempre dejan poso y deterioran las relaciones.
La ¨²ltima imagen de un encuentro entre Gonz¨¢lez Rivas y el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, el pasado jueves, en el acto de homenaje a las v¨ªctimas de la covid-19 entre los sanitarios, es muy expresiva de la situaci¨®n. El d¨ªa anterior acababa de aprobarse la sentencia contra el estado de alarma. Gonz¨¢lez Rivas y Pedro S¨¢nchez no se miran directamente. El primero tiene arqueada una ceja y una expresi¨®n de circunstancias interpretable como ¡°y qu¨¦ quiere usted que yo le diga, presidente¡±. Una expresi¨®n, en todo caso, que refleja la fatiga del Constitucional.
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