Las chabolas se asientan en el fiasco inmobiliario del circuito de F¨®rmula 1 de Valencia
Medio centenar de inmigrantes malvive sobre el asfalto de una enorme infraestructura que cost¨® 98 millones de euros y mantiene una carga econ¨®mica que frena su desarrollo urban¨ªstico


Nabil, de 30 a?os, no sab¨ªa que el asfalto sobre el que se asienta la chabola donde vive fue parte del circuito de F¨®rmula 1 de Valencia. Fernando Alonso gan¨® el gran premio en 2012, el ¨²ltimo a?o en que los b¨®lidos disputaron una carrera por la ciudad. Desde entonces, el circuito urbano cuya construcci¨®n cost¨® 98,5 millones de euros a la Generalitat, ha permanecido cerrado y abandonado. Pero dentro de su per¨ªmetro, vallado en su mayor parte, ha ido creciendo un peque?o poblado de inmigrantes en mitad de una enorme explanada, mientras se busca una salida al fiasco inmobiliario que frena el desarrollo urban¨ªstico de esta privilegiada zona frente al mar. All¨ª se dirige el joven marroqu¨ª, que se gana la vida ayudando a aparcar coches en la cercana playa de la Malvarrosa, cargado con bolsas llenas de botellas de agua y algo de comer.
?l es uno de los cerca de medio centenar de hombres instalados entre los restos del naufragio de la competici¨®n de ¨¦lite que se celebr¨® entre 2008 y 2012 con un coste total de m¨¢s de 300 millones (entre el canon, el circuito, la compra de derechos y otros conceptos). Son sobre todo saharauis, pero tambi¨¦n marroqu¨ªes, argelinos y subsaharianos, adem¨¢s de unos pocos espa?oles, seg¨²n apunta Nabil, con la ayuda de Boubacar, que se incorpora a la conversaci¨®n que tuvo lugar el pasado mi¨¦rcoles junto a uno de los asentamientos .
Este maliense de 31 a?os viv¨ªa hasta hace unos meses en una de estas precarias e insalubres chabolas, sin agua ni electricidad, hechas con pl¨¢sticos, telas, planchas de madera, trozos de las antiguas vallas, bloques de cemento y cualquier material de derribo ¨²til. Est¨¢n distribuidos en varios n¨²cleos separados por unos metros. En uno ondea una bandera espa?ola; en otro, el de mayores dimensiones, huele a t¨¦ reci¨¦n hecho. Un hombre postrado saluda con un gesto mientras reposa la bebida, otro se lava la cabeza con el agua de una palangana y la ayuda de un tercero. El sol cae a plomo. No hay atisbo de una sombra. No quieren hablar, no quieren que los molesten.

Solo quieren ganarse la vida. ¡°Yo trabajo en lo que sea. He trabajado en el campo y tambi¨¦n con personas mayores. Yo no quiero nada de nadie, tampoco espero nada: solo poder ganarme la vida¡±, dice en un castellano fluido Boubacar, que lleva ocho a?os en Espa?a. ¡°Yo solo quiero trabajar en lo que sea¡±, comenta Nabil. ¡°Ahora en verano puedo ganar unos 30 euros al d¨ªa con los coches. A veces, han venido a ayudarnos¡±.
La mayor¨ªa tiene los permisos de residencia y trabajo y se dedica ocasionalmente a labores agr¨ªcolas como recogida de fruta, seg¨²n explica la concejal de Servicios Sociales, Isa Lozano. El asentamiento no ha creado ning¨²n problema de conflictividad social en el barrio, se?ala la edil. Una opini¨®n que comparte un vecino de un edificio pr¨®ximo, que ha observado la evoluci¨®n del asentamiento, y la asociaci¨®n vecinal del Grau-Port, que exige la urbanizaci¨®n y que incluya abundantes zonas verdes.
Desde finales de 2019, los t¨¦cnicos de Servicios Sociales han hecho un seguimiento ¡°de atenci¨®n integral: laboral, sanitaria, social y habitacional¡±, apunta la concejal. ¡°El asentamiento ha ido creciendo. Tenemos 39 censados y una docena que a¨²n no lo est¨¢. Se les ha ofrecido alternativas. Seguimos trabajando. Es un caso muy llamativo, en mitad del antiguo circuito que est¨¢ a la espera del desarrollo del PAI del Grau¡±, apunta la concejal, de Comprom¨ªs.
El PAI del Grau es el Plan de Actuaci¨®n Integral que deb¨ªa urbanizar cerca de 300.000 metros cuadrados en una macrooperaci¨®n urdida en los a?os del boom inmobiliario por los gobiernos del PP de la Generalitat, presidida por Francisco Camps, y del Ayuntamiento, liderado por Rita Barber¨¢, fallecida en 2016. En mayo de 2007, el entonces patr¨®n de la F¨®rmula 1, Bernie Ecclestone, condicion¨® la celebraci¨®n de las carreras a que ambos pol¨ªticos ganaran entonces sus respectivas elecciones. Revalidaron su mayor¨ªa absoluta y Camps asegur¨® que el circuito no costar¨ªa ni un euro a los valencianos. Se proyect¨® un nuevo barrio en el Grau con rascacielos con vistas al mar que deb¨ªa aprovechar las calzadas del circuito como calles. La Generalitat adelant¨® el pago de la construcci¨®n de esta parte del circuito, un coste que el Ayuntamiento repercutir¨ªa despu¨¦s en los promotores privados del PAI, seg¨²n se anunci¨® antes del estallido de la crisis financiera e inmobiliaria del 2008.
Hoy, los 42,9 millones de ese coste del circuito cifrado por el consistorio, presidido desde 2015 por Joan Rib¨®, de Comprom¨ªs, en coalici¨®n con los socialistas, es el principal escollo para desarrollar el plan urban¨ªstico. El grupo local Atitlan, que posee buena parte de los terrenos, y el fondo brit¨¢nico Hayfin Capital est¨¢n negociando con el Ayuntamiento la manera de acometer el proyecto urbanizador, seg¨²n fuentes de la Concejal¨ªa de Urbanismo. Las cargas del pasado son muy pesadas, y no solo son econ¨®micas y urban¨ªsticas.
Con la eclosi¨®n del ¨²ltimo episodio del caso Azud el pasado mayo, trascendi¨® que la Guardia Civil est¨¢ investigando la compraventa inicial de unos terrenos integrados en el ¨¢rea por un presunto cobro de comisiones. Uno de los principales acusados, el empresario Jaime Mar¨ªa Febrer, form¨® parte de la antigua propietaria del suelo Acinelav Inversiones 2006 que, promovida por Bancaja (entonces instrumento financiero de la Generalitat, despu¨¦s englobada en Bankia), reun¨ªa a inversores locales. Con la intervenci¨®n de Bankia, parte de ese suelo pas¨® a manos del banco malo de la Sareb, antes de ser de nuevo vendidos. El pol¨¦mico circuito ya hab¨ªa sido judicializado con anterioridad, pero el caso fue archivado en 2019 y Camps, exonerado de culpa, al considerar la Audiencia de Valencia que no hubo malversaci¨®n y que la posible prevaricaci¨®n en la construcci¨®n habr¨ªa prescrito.
El Ayuntamiento conf¨ªa en desbloquear la situaci¨®n para una de las ¨²ltimas conexiones de la ciudad con el mar. All¨ª donde ahora un grupo de inmigrantes malvive en lo que fue un flamante circuito de F¨®rmula 1.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
