S¨¢nchez exige a D¨ªaz que la patronal acepte lo que pacte con ERC y PNV
La vicepresidenta negocia un acuerdo al margen del texto de la reforma con la mayor¨ªa de investidura
La b¨²squeda de apoyos para convalidar el decreto de la reforma laboral, que se vota el 3 de febrero, est¨¢ m¨¢s avanzada de lo que parece. La vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, est¨¢ buscando f¨®rmulas con ERC y el PNV que impliquen no tocar una coma del decreto para la votaci¨®n del d¨ªa 3, como exige el PSOE y sobre todo la patronal, pero a la vez den garant¨ªas a los socios de que m¨¢s adelante se podr¨¢n lograr algunos avances en cuestiones que han quedado fuera de esta reforma y que son importantes tanto para el PNV como para ERC, claves con sus 6 y 13 esca?os, respectivamente.
El intercambio de papeles es intenso, seg¨²n fuentes de los republicanos, y esta semana parece la definitiva, porque ERC no quer¨ªa alargar la negociaci¨®n hasta el final como otras veces.
Sin embargo, la negociaci¨®n tiene un l¨ªmite muy claro, que le ha puesto Pedro S¨¢nchez y su equipo, en especial F¨¦lix Bola?os, ministro de la Presidencia, a la vicepresidenta D¨ªaz: cualquier cosa que se pacte con ERC y PNV, no ya para esta reforma sino para el futuro, tiene que ser asumido por la CEOE como algo que no afecta al acuerdo de la reforma laboral, esto es, que los empresarios tengan claro que lo que se firme no toca el texto avalado por ellos y los sindicatos a finales del a?o pasado y no lo perjudica de ninguna manera porque no se refiere a cosas negociadas all¨ª.
Los socialistas temen que el grupo que dirige Antonio Garamendi pueda utilizar esta negociaci¨®n como excusa para salirse de un acuerdo que fue muy dif¨ªcil fraguar y que tiene algunas cr¨ªticas internas. Y quieren cerrar esa posibilidad como sea. Por eso, si la patronal pone en riesgo el acuerdo en la reforma laboral por lo que pueda negociar D¨ªaz con ERC o PNV, el pacto con estos grupos no valdr¨¢ para la parte socialista y, por tanto, se volver¨ªa atr¨¢s, seg¨²n fuentes del Gobierno.
Un escenario de este tipo, que en Unidas Podemos no contemplan porque creen que podr¨¢n convencer al PNV y a ERC sin que la patronal se salga del pacto, provocar¨ªa una tensi¨®n muy fuerte dentro del Gobierno de coalici¨®n. Similar a la que hubo en 2020, cuando los socialistas quer¨ªan intentar sacar los Presupuestos con Ciudadanos, algo que finalmente no sucedi¨®.
Y es ah¨ª donde entrar¨ªa el ¡°plan b¡±, que los socialistas tienen preparado, pero el sector de Unidas Podemos rechaza. Un plan que tiene algunas complicaciones num¨¦ricas, adem¨¢s de pol¨ªticas: sacar la reforma con Cs (9), PDeCAT (4), M¨¢s Pa¨ªs (2) y Comprom¨ªs, Coalici¨®n Canaria, Nueva Canarias, Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y Teruel Existe, con la abstenci¨®n de UPN (2). Un resultado por la m¨ªnima en el que cualquier fallo podr¨ªa dar al traste con la operaci¨®n.
¡°Lo que no vamos a hacer es perder la votaci¨®n ni aceptar que la patronal se salga del acuerdo. Ninguno de esos dos escenarios es posible. Habr¨¢ que hacer lo necesario para evitarlos¡±, se?alan en el sector socialista del Ejecutivo, donde conf¨ªan en que si D¨ªaz ve un riesgo real de perder la votaci¨®n en una reforma clave que lleva su sello aceptar¨¢ que hay que sacarla como sea, incluido con Cs.
En cualquier caso, de momento el PSOE est¨¢ dejando que D¨ªaz siga intentando ese acuerdo con ERC y PNV. De hecho, el sector socialista del Ejecutivo sigue sin llamar a Ciudadanos, un gesto claro hacia Unidas Podemos, que ha exigido no explorar esa v¨ªa mientras trabaja en la otra, el plan A.
Las cosas a¨²n no han llegado, pues, al punto dram¨¢tico, y de hecho en el Ejecutivo a¨²n conf¨ªan en lograr un acuerdo con sus socios y en ERC admiten que ahora s¨ª hay negociaciones en serio. Los socialistas ven muy duro al PNV, y eso les hace pensar en ese plan alternativo con Cs.
Lo m¨¢s complicado de resolver es precisamente lo que seg¨²n varias de las fuentes consultadas en el Gobierno y en los sindicatos tiene un efecto pr¨¢ctico menor: la primac¨ªa de los convenios auton¨®micos. En la pr¨¢ctica, esto es algo que ya se produce, sobre todo en Pa¨ªs Vasco, donde tienen m¨¢s fuerza. En Catalu?a apenas hay, son provinciales. Ante un convenio auton¨®mico m¨¢s favorable para el trabajador que el estatal, el juez lo aplica. Adem¨¢s, hay un acuerdo en el Pa¨ªs Vasco, firmado por la patronal y los sindicatos, para respetar esos acuerdos.
Pero como explicaba en EL PA?S el secretario de Estado de Empleo, Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey, el PNV quiere garant¨ªas jur¨ªdicas de que se cumplir¨¢ ese acuerdo. Y alrededor de esta idea se est¨¢n buscando f¨®rmulas que la patronal pueda aceptar, siempre sin tocar el decreto pactado, que ir¨¢ tal cual a la votaci¨®n del d¨ªa 3 y as¨ª quedar¨¢ si se aprueba.
Pero es, insisten varios de los consultados, una cuesti¨®n m¨¢s simb¨®lica y pol¨ªtica que de efectos reales, por lo que no deber¨ªa ser imposible resolverla. La regulaci¨®n en este punto no se ha tocado en el nuevo decreto de la reforma laboral. Est¨¢ como estaba. As¨ª que no hay que echar atr¨¢s nada. En cualquier caso, este es el asunto m¨¢s sensible porque s¨ª se negoci¨® en el di¨¢logo social entre patronal y sindicatos, y se decidi¨® dejarlo como estaba, con primac¨ªa del estatal. La CEOE podr¨ªa utilizar cualquier acuerdo aqu¨ª para dar por roto el suyo, y as¨ª lo ha apuntado Garamendi.
Adem¨¢s del delicado asunto de la primac¨ªa de los convenios auton¨®micos, hay otras cuestiones para el futuro que se est¨¢n debatiendo para garantizar que los socios de la investidura apoyen la reforma laboral: entre ellas, el abuso de la contrataci¨®n a tiempo parcial para trabajos estructurales ¡ªempresas como supermercados que contratan a casi toda su plantilla 30 horas a la semana para pagarles por debajo del SMI, pero luego hacen muchas m¨¢s¡ª que ERC reclama.
Es un asunto que no ha estado en las negociaciones de la reforma laboral porque el di¨¢logo se limit¨® a las cuestiones comprometidas con Europa ¡ªtemporalidad, prevalencia de los convenios de sector, contrataci¨®n, flexibilidad a trav¨¦s de los ERTE para que no haya despidos, subcontrataci¨®n¡ª pero s¨ª est¨¢ en los planes del Ministerio de Trabajo para lo que queda de legislatura.
Adem¨¢s, hay otra cuesti¨®n que interesa a ERC: una mayor participaci¨®n de la administraci¨®n en el control y la posible mediaci¨®n en procesos de ERE de grandes empresas, como el reciente de la Nissan en Barcelona.
Tambi¨¦n est¨¢ otro proyecto central, el llamado Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI, una reforma profunda de esta norma para adaptarla a un mercado laboral absolutamente nuevo, y en ese contexto se pueden negociar posiciones con ERC que insiste en que la reforma laboral le parece escasa.
En cualquier caso, al margen de la negociaci¨®n discreta, tanto el PSOE como Unidas Podemos y los sindicatos est¨¢n multiplicando la presi¨®n sobre el PNV y ERC con el argumento de que no pueden tumbar una reforma que es buena para los trabajadores, porque va a reducir mucho la precariedad y la temporalidad ¡ªpor ejemplo acaba de un plumazo con los contratos por obra, de los que hubo ocho millones en 2019, y trata de empujar a todos los temporales hacia el indefinido¡ª y porque forzar¨¢ a subir muchos salarios, en especial los m¨¢s bajos. Si la suma de presi¨®n y negociaci¨®n no funciona, el PSOE s¨ª se plantear¨¢ ¡°el plan b¡±. Y ah¨ª la tensi¨®n interna con Podemos podr¨ªa llegar a ser muy fuerte.
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