El PP de las mentiras, insultos y deslealtades
Las dos personalidades actuales m¨¢s relevantes de los populares implosionan el partido hasta una ruptura brutal y casi in¨¦dita
Pablo Casado repite mucho, y se ha convencido de ello, que hered¨® de Mariano Rajoy un PP en la ruina electoral, tras la moci¨®n de censura por la corrupci¨®n y el congreso expr¨¦s del partido ya en un lejano julio de 2018. El secretario general actual, Teodoro Garc¨ªa Egea, la diana ahora de todos los males en cada vez m¨¢s sectores del partido, volvi¨® a achacar el jueves a aquellas dejaciones de Rajoy, y a aquel clima permisivo, la contundente reacci¨®n expiatoria ahora desde la c¨²pula del PP contra la madrile?a Isabel D¨ªaz Ayuso, su familia y su entorno.
Egea lleg¨® a deslizar incluso, en su pregonada cruzada contra cualquier atisbo ahora de corrupci¨®n en el PP de Casado, que Ayuso lo que pretende en realidad es hacerse con el control del aparato en Madrid para ¡°blindarse ante problemas¡± en los que ¡°eventualmente¡± podr¨ªa verse envuelta. La brutal andanada se mezcl¨® con tal c¨²mulo de acusaciones cruzadas, durante una jornada en la que el PP pareci¨® explotar hasta l¨ªmites de autodestrucci¨®n desconocidos, que qued¨® en el enrarecido ambiente solo como otro aviso. Un toque de atenci¨®n m¨¢s del secretario general y n¨²mero dos del PP al cargo y cartel electoral m¨¢s explosivo y medi¨¢tico a su disposici¨®n. Hasta ahora.
Egea, por mandato de Casado, hasta hace poco el amigo y gran aliado pol¨ªtico en la sorprendente carrera de Ayuso, inici¨® el 20 de octubre pasado una investigaci¨®n interna y secreta, seg¨²n el protocolo y procedimiento de buenas pr¨¢cticas, sobre presuntas actuaciones il¨ªcitas de la Comunidad de Madrid que podr¨ªan haber beneficiado al hermano de la presidenta. Lo hizo unas semanas despu¨¦s de que Ayuso hubiese avanzado, tras la vuelta del verano y contra el criterio de la direcci¨®n, que pretend¨ªa optar a presidir tambi¨¦n la organizaci¨®n del partido en Madrid y pocos d¨ªas despu¨¦s de la convenci¨®n nacional montada en Valencia para relanzar el liderazgo ciclot¨ªmico del l¨ªder. Aquellos d¨ªas en Valencia fueron un par¨¦ntesis en medio de una trifulca que ten¨ªa, como conocemos ahora, un tremendo mar de fondo.
Egea reconoci¨® el jueves, tras reiterar muchas veces todo lo que Ayuso deb¨ªa a Casado, que antes del verano hasta ¨¦l mismo apoy¨® su candidatura para el partido en Madrid en una entrevista en TVE. Pero luego relacion¨® su posterior marcha atr¨¢s, y los recelos de Casado hacia esa acumulaci¨®n de cargos, con las informaciones ¡°que recibi¨®¡± el PP en septiembre sobre el presunto cobro de comisiones por un contrato sanitario de la Comunidad con el hermano de la presidenta. Ayuso explic¨® en su comparecencia sin preguntas que en aquellos d¨ªas Casado la cit¨® en su despacho en G¨¦nova 13 y que pens¨® que era para hablar sobre sus aspiraciones org¨¢nicas, pero le solt¨® a la cara sus sospechas sobre la ilegalidad de la comisi¨®n de su hermano. No tuvo que ser una reuni¨®n f¨¢cil. El partido la emplaz¨® a aportar aclaraciones, pero esas explicaciones nunca llegaron. Hasta el jueves, que se perdieron en un mar de reproches, versiones contradictorias e insinuaciones tremendas.
Ahora sabemos lo que hab¨ªa detr¨¢s de aquellos desplantes p¨²blicos y caras largas que duraron todo el oto?o entre Ayuso, su entorno, y Casado y su equipo. Egea asegur¨® en su comparecencia que Ayuso us¨® aquella presi¨®n para acceder a todo el poder del aparato del PP en Madrid y torcer la voluntad y el calendario de la direcci¨®n nacional. Lejos de despejar cualquier suspicacia de operaciones oscuras, Egea las espole¨®. Record¨® la herencia y los grav¨ªsimos problemas sufridos en el pasado ¡°precisamente por no haberlos sabido atajar a tiempo¡±, habl¨® del honor del actual PP como su gran activo y advirti¨® de que no se permitir¨¢n excepciones, bajo ning¨²n concepto, tampoco por el tir¨®n de los votos. ¡°Se puede tener un buen resultado electoral, pero eso no exime el deber de rectitud y lealtad¡±, enfatiz¨®.
Ayuso y Egea utilizaron y no casualmente los mismos insultos para atizarse p¨²blicamente. Se imputaron comportamientos crueles e injustos. El secretario general del PP admiti¨® varias veces, desde la sede que quieren vender para pasar p¨¢gina, que el partido que lleva intentando reorganizar desde hace casi cuatro a?os est¨¢ roto, al proclamar que pese al terrible momento actual alg¨²n d¨ªa ¡°recuperar¨¢ la unidad y su fuerza¡±.
Muchos at¨®nitos cuadros, bases y electores se tomar¨¢n este momento de implosi¨®n como un duelo de autodestrucci¨®n que podr¨ªa dinamitar sus opciones de gobernar, ser alternativa al PSOE y orillar a los ultras de Vox por mucho tiempo. Rajoy vivi¨® en 2008, en las v¨ªsperas del pol¨¦mico congreso de Valencia, una insurrecci¨®n similar, pero justo despu¨¦s de la derrota electoral. Aguant¨® porque se liber¨® de Aznar y el aznarismo, derrot¨® y prescindi¨® de Esperanza Aguirre y los suyos (los grandes valedores ahora del ayusismo) y se rode¨® bien. A la puerta de G¨¦nova 13, ahora en venta, llegaron anoche coronas y centros de flores con un lema: ¡°Casado, siempre te recordaremos¡±.
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