La derecha apela al ¡®proc¨¦s¡¯ para justificar el supuesto espionaje a independentistas

El caso Pegasus ha colocado al Gobierno en la situaci¨®n m¨¢s an¨®mala de toda la legislatura, y con eso tuvo que lidiar este lunes en el Congreso ?scar L¨®pez, el director del gabinete de Pedro S¨¢nchez en La Moncloa. L¨®pez se encontr¨® de un lado con unos socios de Ejecutivo, Unidas Podemos, que no cesan de pedir explicaciones por el supuesto espionaje a independentistas, y con unos aliados parlamentarios ¡ªlos presuntamente espiados¡ª a los que no les valen las promesas de investigaci¨®n del Gobierno y que tampoco cesan de advertirle de que la mayor¨ªa parlamentaria est¨¢ en peligro. En el flanco por la derecha, una oposici¨®n que reparti¨® aplausos al CNI, defendi¨® el derecho de los servicios de inteligencia a intervenir las comunicaciones de quienes ¡°han protagonizado un golpe de Estado¡± y cuyo reproche al Ejecutivo es el contrario: que ¡°se humille ante los independentistas¡±.

La comparecencia parlamentaria de L¨®pez revel¨® que las promesas del Gobierno de encargar investigaciones al CNI y al Defensor del Pueblo apenas han logrado calmar al independentismo, incluidas fuerzas como ERC y EH Bildu indispensables para sostener la base parlamentaria del Ejecutivo. Ambos grupos, como Junts y la CUP, exigen dimisiones. Y creen que el Gobierno est¨¢ subestimando sus advertencias. Lo dijo muy expresivamente, hasta por tres veces, uno de los portavoces habitualmente menos airados del independentismo, Jon I?arritu, de EH Bildu. ¡°Les est¨¢ viniendo encima un meteorito y no son conscientes de lo que puede suceder. Yo soy de los que no quiere que caiga este Gobierno, pero no s¨¦ c¨®mo est¨¢n tan tranquilos¡±. L¨®pez rehuy¨® el choque y reparti¨® buenas palabras: ¡°El Gobierno tiene la mejor voluntad y est¨¢ tomando la iniciativa¡±.

Ante la acometida de fuego amigo, el mayor alivio para L¨®pez vino desde el campo de la oposici¨®n, donde no solo no ven ning¨²n esc¨¢ndalo en el supuesto espionaje, sino que lo justifican en caso de que se haya producido en el marco del proc¨¦s. El popular Juan Antonio Callejas ensalz¨® el trabajo de los servicios de inteligencia y subray¨® que ¡°el Estado de derecho tiene que defenderse de quienes quieren desestabilizarlo¡±. ¡°Para esto est¨¢n los servicios de inteligencia¡±, hab¨ªa comentado poco antes Miguel Guti¨¦rrez, de Ciudadanos. Vox aprovech¨® para defender de nuevo la ilegalizaci¨®n de los partidos independentistas, una ¡°anomal¨ªa democr¨¢tica¡±, en visi¨®n del diputado V¨ªctor Gonz¨¢lez Coello de Portugal. Lo que la derecha reproch¨® al Ejecutivo es que se rebaje a dar explicaciones al secesionismo con gestos como la visita a Barcelona del ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os. Otra ¡°humillaci¨®n¡± para el Gobierno, en expresi¨®n de Guti¨¦rrez, de Ciudadanos.

L¨®pez comparec¨ªa por primera vez en el Congreso desde que en julio tom¨® las riendas en La Moncloa que hasta entonces llevaba el defenestrado Iv¨¢n Redondo. Le tocaba exponer una de las competencias de su cargo, la Estrategia de Seguridad Nacional, y el azar le jug¨® la mala pasada de hacer coincidir la cita con la explosi¨®n del caso Pegasus. Los independentistas lo acribillaron a preguntas que el jefe de gabinete de S¨¢nchez esquiv¨® alegando desconocimiento. Ante Mireia Veh¨ª, de la CUP, dijo incluso que no sabe si el Pegasus se vende solo a gobiernos. L¨®pez exhibi¨® toda su diplomacia, hasta para lanzar alg¨²n reproche, como que los independentistas est¨¢n dando por sentado algo ¡ªque el CNI los espi¨®¡ª que ¡°va m¨¢s lejos de los hechos¡± conocidos. Y sobre todo se defendi¨® de las acusaciones de pasividad: ¡°Podr¨¢n decir que se ha hecho poco o mucho, pero no que no hemos hecho nada¡±.

La diputada de ERC Montse Bassa, sin entrar en la cuesti¨®n de las posibles consecuencias parlamentarias del caso, se mostr¨® muy dura y remat¨® as¨ª: ¡°Se esp¨ªa a activistas, a abogados, a periodistas... Este es el pa¨ªs que ustedes llaman democr¨¢tico¡±. En lo que a dureza se refiere nunca falta a la cita Miriam Nogueras, de Junts, otra de las supuestamente espiadas, quien clam¨® contra el ¡°Watergate espa?ol¡± , prueba de ¡°un sistema corrupto, podrido¡± y concluy¨®: ¡°Con 52.000 millones de impuestos de los catalanes han financiado este esc¨¢ndalo internacional¡±.