El debate sobre Espa?a revive las dos almas del PP
El sector m¨¢s duro reclama a Feij¨®o un congreso o una convenci¨®n para discutir cu¨¢l es el modelo territorial del partido tras su apuesta por defender las nacionalidades
¡°Alianza Popular rechaza, con toda energ¨ªa y con plena conciencia de la trascendencia hist¨®rica de su gesto, la introducci¨®n de la expresi¨®n nacionalidades en la Constituci¨®n. Para nosotros no existe m¨¢s naci¨®n que la espa?ola¡±. Desde que el fundador del PP y padre de la Constituci¨®n Manuel Fraga pronunci¨® aquellas palabras durante el debate constituyente, los conservadores espa?oles no han terminado de resolver su modelo territorial. Hasta el punto de que acab¨® desgaj¨¢ndoseles un sector ¨DVox¨D partidario de un Estado centralista que suprima de cuajo todas las comunidades aut¨®nomas. 44 a?os despu¨¦s, el sucesor de Fraga en la Xunta de Galicia y al frente del PP nacional, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ha defendido en Barcelona la ¡°nacionalidad catalana¡±. Su coordinador general, El¨ªas Bendodo, ha ido m¨¢s lejos hablando de una ¡°Espa?a plurinacional¡±, aunque luego rectific¨®. El episodio ha revivido la tensi¨®n entre los dos PP, el m¨¢s espa?olista y el que tiene sensibilidad territorial, y amenaza a Feij¨®o con abrirle una v¨ªa de agua hacia la extrema derecha.
En el PP catal¨¢n conocen bien esas dos almas, con las que han convivido a base de vaivenes desde la Transici¨®n. Durante una ¨¦poca se impuso el perfil espa?olista de Alejo Vidal Quadras (1991-1996), quien termin¨®, a?os despu¨¦s, fundando Vox. Y, durante otra, el partido gir¨® hacia el catalanismo moderado de Josep Piqu¨¦ (2003-2007). En los a?os de Piqu¨¦ la nacionalidad se quedaba corta: el PP defin¨ªa sin tapujos a Catalu?a como ¡°pa¨ªs¡± y hablaba de las ¡°leg¨ªtimas aspiraciones de los distintos pueblos de Espa?a¡±.
En comparaci¨®n, el PP cosech¨® mejores resultados con Vidal Quadras, que logr¨® 17 diputados en el Parlament, frente a los 15 de Piqu¨¦. Pero fue Alicia S¨¢nchez Camacho, que busc¨® un modelo h¨ªbrido entre las dos almas, quien llev¨® al PP catal¨¢n a su mejor resultado en esca?os: 19 en 2012. Lejos, muy lejos quedan las marcas actuales del PP en Catalu?a, hundido hasta los tres esca?os en las ¨²ltimas elecciones. Feij¨®o sabe que necesita sacar al PP catal¨¢n de la traves¨ªa del desierto para ganar las generales, porque Catalu?a aporta hasta 48 diputados en el Congreso y el PP solo rasc¨® dos en 2019. Con eso no basta para ganar a Pedro S¨¢nchez. De ah¨ª el nuevo viraje, otra vez hacia el catalanismo.
Pero el contexto ahora es el reciente desaf¨ªo secesionista de 2017 que ha traumatizado a la derecha y que el principal rival del PP, Vox, da la batalla por un Estado central sin comunidades aut¨®nomas. En consecuencia, el sector m¨¢s duro del PP ha recibido de u?as la nueva estrategia del partido. ¡°Es un craso error. Tenemos que ganar espacio pol¨ªtico en Catalu?a defendiendo nuestros principios y valores, no bas¨¢ndonos en las falsedades de los golpistas¡±, opina la expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre. ¡°Esta doctrina ya la practic¨® Pablo Casado, con aquella entrevista en Rac1 en la que dijo que la polic¨ªa se hab¨ªa extralimitado el 1 de octubre... De los 30 esca?os que perdi¨® Ciudadanos, no cogimos ninguno. Est¨¢ m¨¢s que probado que el apaciguamiento con los nacionalistas no nos trae votos¡±, considera. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha dejado claro esta semana ante el debate que ella cree que Espa?a ¡°es una ¨²nica naci¨®n¡±.
El ala m¨¢s a la derecha del PP cree que el partido tiene que debatir este posicionamiento internamente, ya que el c¨®nclave que encumbr¨® a Feij¨®o, por ser extraordinario, no discuti¨® una ponencia program¨¢tica. ¡°Tiene que celebrarse un congreso nacional o una convenci¨®n donde se clarifiquen cu¨¢les son nuestras posturas ideol¨®gicas¡±, reclama Aguirre, una petici¨®n que tambi¨¦n ha hecho la diputada Cayetana ?lvarez de Toledo.
En el otro lado, los moderados defienden la ¡°valent¨ªa¡± de Feij¨®o para defender que ¡°el modelo territorial del PP es sencillamente la Constituci¨®n y su sistema institucional representado por el Estado de las Autonom¨ªas¡±, reflexiona Jos¨¦ Luis Ayll¨®n, exjefe de gabinete de Mariano Rajoy, de origen catal¨¢n. ¡°Es positivo que alguien defienda nuestro marco de convivencia en unos momentos en el que unos quieren romper, otros recentralizar y otros centrifugar un sistema institucional complejo, pero al mismo tiempo funcional¡±, subraya. En el PP vasco tambi¨¦n aplauden la sensibilidad territorial del nuevo l¨ªder. ¡°El perfil de Feij¨®o, autonomista y pegado a la tierra, entra bien en comunidades como la nuestra. Es compatible defender la unidad de Espa?a con el Estado auton¨®mico y la personalidad propia de cada comunidad, no hay que dejar que t¨¦rminos de la Constituci¨®n se conviertan en patrimonio exclusivo de los nacionalistas¡±, opina un dirigente de la c¨²pula popular vasca sobre el uso del concepto de las nacionalidades.
Unos y otros coinciden, en todo caso, en el ¡°error¡± de la defensa de la ¡°plurinacionalidad¡± de Espa?a que hizo Bendodo, el coordinador general. A pesar de que se disculp¨® y Feij¨®o lo rectific¨®, distintos dirigentes del PP creen que no ha sido un gazapo menor, porque al nuevo l¨ªder se le acusa desde Vox de filonacionalista y el traspi¨¦ de Bendodo impacta en esa l¨ªnea de flotaci¨®n. As¨ª se ve tambi¨¦n desde el PP de Catalu?a. ¡°Nos ha sorprendido a todos porque es un debate innecesario que no nos aportaba nada. El debate terminol¨®gico es muy vidrioso, siempre hieres sensibilidades. Ha sido muy est¨¦ril e inoportuno¡±, se quejan fuentes hist¨®ricas del PP catal¨¢n. ¡°Alberto necesita asentar su discurso¡ Esto no le ayuda¡±.
El desliz ha dado al traste con la estrategia de Feij¨®o de centrar su mensaje en la econom¨ªa y el l¨ªder ha llamado a cap¨ªtulo al partido para que se deje de hablar del debate territorial en el que se ha enredado el PP. En su direcci¨®n se lamentan de que nunca llueve a gusto de todos. ¡°No nos hemos salido del modelo constitucional, pero para unos, nos quedamos cortos, y para otros, vamos muy lejos¡±, se queja un relevante dirigente de la c¨²pula. En el n¨²cleo duro defienden esta estrategia: ¡°El PP catal¨¢n no existe. Alguna vez habr¨¢ que ser un partido de referencia en Catalu?a. Somos octava fuerza, el discurso actual nos lleva a los dos esca?os. Hay que empezar a construir un discurso moderado¡±. Feij¨®o mantiene su apuesta, dicen en su equipo, aunque al hacerlo haya despertado a los dos PP.
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