Marlaska viaja a Marruecos mientras aumentan los testimonios de sudaneses que acusan a los gendarmes de homicidio
El ministro espa?ol y la comisaria europea de Interior se re¨²nen con el Gobierno marroqu¨ª. Al menos una docena de migrantes que participaron en el salto a la valla de Melilla refutan la versi¨®n de Rabat.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, llega este viernes a Rabat acompa?ado de la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, para entrevistarse con su hom¨®logo marroqu¨ª, Abdelouafi Laftit. Sobre el motivo del viaje nada ha trascendido, pero es muy improbable que no se aborde la muerte de al menos 23 emigrantes subsaharianos que fallecieron, en circunstancias a¨²n no aclaradas, en el intento de cruce de la frontera de Melilla el 24 de junio, hace justo dos semanas.
Es improbable tambi¨¦n que el ministro marroqu¨ª del Interior, que no ha ofrecido ninguna conferencia de prensa desde aquel viernes, se preste a responder a los medios internacionales. Pero cada d¨ªa resulta m¨¢s dif¨ªcil ignorar los testimonios crecientes de sudaneses que aseguran haber visto c¨®mo algunos de sus compa?eros mor¨ªan apaleados por los agentes marroqu¨ªes. Este diario ha hablado con una decena de ellos, a los que habr¨ªa que sumar otros dos recogidos en otros medios espa?oles.
La versi¨®n ofrecida por el Gobierno marroqu¨ª, y nunca negada por el Gobierno espa?ol, es que la mayor¨ªa de los 23 fallecidos reconocidos oficialmente ¨Dlas asociaciones elevan la cifra a 37¨D murieron aplastados durante una avalancha o al caer de la valla. Sin embargo, EL PA?S ha entrevistado a decenas de migrantes, tanto en Rabat como Casablanca, y todos sostienen que la mayor¨ªa de los muertos cayeron a causa de los golpes provocados por los agentes marroqu¨ªes. Diez de ellos precisan, adem¨¢s, que presenciaron la muerte a palos de alg¨²n compa?ero, dando nombres y apellidos de estos. Ofrecen su testimonio a cara descubierta y no esconden sus identidades.
El sudan¨¦s Mohamed Ahmed asegur¨® haber visto c¨®mo varios agentes marroqu¨ªes mataron a dos de sus compa?eros: Wares Aman, de 22 a?os, y Mohamed Hssien, de 20. Al d¨ªa siguiente, en Rabat, se sumaron dos testimonios: Abdelmunik Ibrahim, de 26 a?os, afirm¨® que vio c¨®mo mor¨ªa su amigo Kosai en los tornos del paso fronterizo, a causa de un golpe. Y Yamal Yagia, de 19 a?os, sostuvo haber visto c¨®mo ocho agentes marroqu¨ªes apedreaban hasta la muerte en una fosa de tres metros a cuatro de sus compa?eros. Yagia declar¨®: ¡°De uno de ellos no s¨¦ el nombre, pero los otros eran William, Ahmed y Hassan Matar¡±.
A esos tres testimonios se suman otros siete recogidos entre una treintena de sudaneses que se encontraban el pasado mi¨¦rcoles en un edificio abandonado del barrio Dar Milan, de Casablanca. Al menos una docena de ellos presentaban vendajes y heridas en la cabeza, en los pies y en los brazos. El periodista plante¨® esta pregunta:
¡ª?Qui¨¦n de ustedes ha visto con sus propios ojos c¨®mo mor¨ªa alg¨²n compa?ero en Nador, durante el salto del viernes 24 de junio a la valla de la frontera?
Siete levantaron la mano: Ahmed Taieb, Mohamed Abasir, Abu Obaidah Youssef, Mohamed Bahar, Mohamed Suleiman, Abdel Hamid Abubal y Yamal Mubarak.
Entre los testimonios hay dos ¨Dlos de Taieb y Hamid Abubal¨D que aseguran haber visto morir ¡°a palos¡± a la misma persona, a Naser Dim. ¡°Conseguimos entrar en Espa?a¡±, relat¨® Ahmed Taieb, ¡°pero nos devolvieron hacia Marruecos. Y all¨ª mataron a palos a nuestro amigo Naser Dim. Y lo dejaron al sol durante unas siete horas¡±. Otros dos ¨DObaidah Youssef y Mohamed Bahar, ambos de 20 a?os¨D afirman haber presenciado c¨®mo mataban a golpes a su compa?ero Han¨ªn, tambi¨¦n de 20 a?os.
¡°Los muertos, a los perros¡±
Mohamed Abasir, de 20 a?os, asegura que despu¨¦s de ver c¨®mo mataban a un compa?ero oy¨® a un gendarme marroqu¨ª que dec¨ªa: ¡°Vamos a llevar a los muertos a los perros, para que se los coman¡±. Yamal Mubarak, de 25 a?os, dice haber visto c¨®mo mataban a su amigo Mazim, de 25 a?os, al darle ¡°con un palo en la nuca¡±.
A los 10 testimonios recabados por este diario desde el lunes habr¨ªa que sumar el de Has¨ªn, un sudan¨¦s de 22 a?os que declar¨® el 4 de julio a RTVE.es c¨®mo muri¨® su hermano, que iba delante de ¨¦l con una cizalla para abrir la verja. ¡°La polic¨ªa le golpe¨® en la cabeza, le revent¨® el cr¨¢neo¡±, asegur¨®. El diario P¨²blico tambi¨¦n difundi¨® el 4 de julio el testimonio en Casablanca del sudan¨¦s Nurdin Sanusi, de 24 a?os. Sanusi particip¨® en el salto a la valla y cuenta que vio morir a Nassib, un compa?ero que forz¨® la puerta. ¡°Todo lo que lanzaban los marroqu¨ªes iba dirigido a ¨¦l, porque ¨¦l abr¨ªa la puerta, y cuando lo consigui¨® le pegaron con palos y le echaron espray. Luego toda la gente le pas¨® por encima para cruzar¡±, declar¨® Sanusi.
Uno de los sudaneses que se encontraba este mi¨¦rcoles en el edificio abandonado de Casablanca expres¨®, con la condici¨®n del anonimato: ¡°Muchos de nosotros tenemos miedo de que la polic¨ªa venga y nos haga cualquier cosa. Aqu¨ª vienen periodistas, hablamos y despu¨¦s se van. Pero nosotros seguimos igual, nada cambia. No tenemos nada. Somos negros, muchos estamos heridos. Y tenemos que seguir viviendo¡±.
Cuando se les pregunta que si se plantean volver a Sud¨¢n, la mayor¨ªa lo tiene muy claro. ¡°Ni Marruecos ni Libia ni Sud¨¢n¡±, responde uno. A otro todav¨ªa le queda algo de humor para a?adir: ¡°Tal vez, Ucrania¡±. Al menos unos veinte aseguraban este mi¨¦rcoles en Casablanca que no tienen m¨¢s remedio que volver a los montes de Nador tarde o temprano y seguir intentando saltar la valla hacia Melilla.
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