Algo m¨¢s que ganar en el marcador
El Gobierno se aproxima al discurso de sacrificios del resto de Europa | La oposici¨®n y los agentes sociales reclaman m¨¢s informaci¨®n y comunicaci¨®n | El PP apoyar¨¢ solo las medidas cuyo rechazo no pueda justificar
Gobierno, partidos pol¨ªticos y agentes sociales afrontan su trabajo, cada vez m¨¢s enfrentados unos con otros, movi¨¦ndose en la m¨¢s absoluta de las incertidumbres. Pero lo que no har¨¢n es detenerse. Lo que es improbable es que vayan en la misma direcci¨®n, al menos el PSOE y el PP; el resto de actores pueden coincidir en levantar algunos diques para que Espa?a no caiga inexorablemente en un pozo de quebrantos econ¨®micos y, por tanto, sociales. La excepci¨®n es el PP, que seguir¨¢ sus coordenadas, marcadas por los datos favorables de las encuestas que le hacen ganador electoral a a?o y medio del examen. La crisis es entera para el Gobierno, asumen en La Moncloa, no sin el reproche de unilateralidad del resto de los protagonistas.
Quienes pueden arrimar el hombro, desde los socios de coalici¨®n, los partidos nacionalistas y los agentes sociales, consideran por separado que la tendencia acusada del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a actuar solo y, despu¨¦s, pedir apoyo, lejos de fortalecer el apego, produce distanciamiento y enfado. Acaba de ocurrir en los entresijos del debate sobre el estado de la naci¨®n. Todo sali¨® bien para el Gobierno, con una ampl¨ªsima mayor¨ªa de sus propuestas. Nada menos que 186 votos a favor de las medidas contra la crisis provocada por la guerra de Ucrania. El PP se abstuvo, que es lo mismo que un s¨ª en este caso porque con no oponerse ya facilitaba su aprobaci¨®n.
Fue un debate con alegr¨ªas en la bancada socialista, tambi¨¦n en Unidas Podemos aunque la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, y representante m¨¢xima de esa formaci¨®n en el Gobierno de coalici¨®n, pas¨® una jornada inc¨®moda. Las medidas que daba a conocer el presidente eran tan novedosas para ella como para el resto de la C¨¢mara. Nada que objetar sobre su contenido, siempre es poco y corto para Unidas Podemos, pero estiman que son beneficiosas y, adem¨¢s, son de su cosecha aunque en la versi¨®n corta. Si S¨¢nchez no informa a D¨ªaz de algo tan relevante la relega en general, y, en particular, ante Podemos, cuya convivencia tampoco es de estrecha fraternidad. Al tercer d¨ªa de debate, la tensi¨®n afloj¨® y los aplausos surgieron espont¨¢neos. Pero el disgusto qued¨®.
Las explicaciones del porqu¨¦ del unilateralismo del Gobierno, singularmente de su presidente, se justifica por el cerco al que le tiene sometido la realidad econ¨®mica, la incertidumbre y una oposici¨®n conservadora que recuerda al PSOE, sin matices, a la que emprendieron Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Mariano Rajoy y Pablo Casado. Una oposici¨®n que vuelve a aferrarse a ETA contra los gobiernos socialistas, sea cual sea la circunstancia.
De vuelta a los anuncios sin consulta ni informaci¨®n a los socios, las explicaciones no son justificables para quienes echan en falta un cambio en el presidente para que ¡°no se lo quede todo¡±. El reproche queda ¡ªsiempre la pregunta de por qu¨¦ no conversa con Feij¨®o aunque los resultados son m¨¢s que predecibles¡ª sobre todo cuando la Comisi¨®n Europea prepara medidas restrictivas a las demandas de energ¨ªa y se necesitar¨¢ cohesi¨®n pol¨ªtica y social. Espa?a tiene una situaci¨®n m¨¢s ventajosa que otros pa¨ªses por nuestra menor dependencia del gas, pero vendr¨¢n recortes.
El presidente no ha sido tan expl¨ªcito como otros mandatarios, que avisan a sus ciudadanos de que el invierno pr¨®ximo ser¨¢ muy fr¨ªo (y no se refieren a la temperatura exterior). Pero S¨¢nchez ha empezado a avisar de que pueden venir, otra vez, tiempos dif¨ªciles y pedir¨¢ un esfuerzo com¨²n a los ciudadanos, a los partidos y a los agentes sociales. El PP tendr¨¢ muy dif¨ªcil descolgarse del todo de las medidas que proponga el Gobierno, pero tratar¨¢ de pasar desapercibido en los asuntos m¨¢s impopulares. Palo y zanahoria, aunque siempre m¨¢s del primero, se?alan interlocutores populares, que no pierden de vista que ellos son ¡°la alternativa¡±.
No hay duda de que el Gobierno va a seguir adelante con su compromiso de subir las pensiones acorde con la inflaci¨®n. Solo Ciudadanos habla de desmesura y desprop¨®sito. El PP, calla. Los sindicatos lo consideran imprescindible. Ahora el objetivo es encontrar un sustituto al nonato pacto de rentas. La vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, es la interlocutora con sindicatos y patronal para buscar un punto de encuentro sobre salarios. No hay buen pron¨®stico sobre acuerdos, a la espera de que los vaticinios de precariedad puedan ser paliados por la propia Europa. El PP no har¨¢ nada que perjudique sus expectativas electorales. El Gobierno necesita obras y realidades, sustanciadas por Europa, y que se noten. Cree que tiene tiempo.
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