S¨¢nchez se queda sin la ¡®quinta del Peugeot¡¯ tras la salida de Lastra
La dimisi¨®n de la vicesecretaria general culmina la dispersi¨®n del grupo de dirigentes que acompa?¨® al l¨ªder socialista en la batalla de las primarias
Las im¨¢genes amarillean a toda prisa en el ¨¢lbum personal de Pedro S¨¢nchez. Como aquel selfi que ¨¦l mismo se hizo el 7 de febrero de 2017. A su lado, Adriana Lastra, los dos de cazadora, los dos muy sonrientes, y al fondo, el Peugeot 407 con el que el reci¨¦n defenestrado l¨ªder socialista recorr¨ªa Espa?a para desafiar a la vieja guardia del partido. ¡°Con mi compa?era y buena amiga @adrilastra de camino a Calasparra, Murcia. Primera parada para tomar un caf¨¦. ?Te apuntas?¡±, consign¨® S¨¢nchez en su cuenta de Twitter.
Dos meses y medio despu¨¦s, el 24 de mayo, hay otra imagen, esta de los peri¨®dicos, que el tiempo ha te?ido r¨¢pidamente de sepia: S¨¢nchez avanza feliz hacia la entrada de la sede federal del PSOE para tomar posesi¨®n del cargo reconquistado tres d¨ªas antes en unas triunfales primarias. Lo escoltan Lastra, a su derecha, y Jos¨¦ Luis ?balos, a su izquierda.
?balos ya desapareci¨® de las fotos el a?o pasado. Solo aguantaba Lastra y ella misma se ha borrado el lunes, como casi el ¨²ltimo vestigio del grupo de dirigentes que acompa?¨® a S¨¢nchez hace cinco a?os en la aventura del Peugeot 407. Del c¨ªrculo de m¨¢xima confianza que el presidente alist¨® para aquel combate solo resiste el m¨¢s discreto de todos, uno de esos rostros desconocidos para el p¨²blico y que nadie puede olvidar en el aparato: el navarro Santos Cerd¨¢n, secretario de Organizaci¨®n, el puesto que sigue en el escalaf¨®n al de la dimisionaria Lastra, con quien manten¨ªa desde hace tiempo tensas relaciones, seg¨²n fuentes socialistas.
Con mi compa?era y buena amiga @Adrilastra de camino a Calasparra, Murcia. Primera parada para tomar un caf¨¦. ?Te apuntas? pic.twitter.com/HnBsaowW66
— Pedro S¨¢nchez (@sanchezcastejon) February 7, 2017
La renuncia de la vicesecretaria general es una culminaci¨®n en diferido de la crisis de Gobierno de julio de 2021. Entonces, m¨¢s que una remodelaci¨®n ministerial, lo que se produjo fue un revolc¨®n a fondo en la c¨²spide socialista. Cay¨® ?balos, clave en la odisea del Peugeot, y junto a ¨¦l otras dos figuras que se hab¨ªan incorporado algo m¨¢s tarde y a las que S¨¢nchez hab¨ªa investido de los mayores galones: el jefe de gabinete y consultor para todo, Iv¨¢n Redondo, y Carmen Calvo. Solo quedaba Lastra, que tres meses despu¨¦s tambi¨¦n cambi¨® de funciones, de portavoz parlamentaria a vicesecretaria general.
Seg¨²n la versi¨®n de ella, S¨¢nchez le hab¨ªa dado a elegir y prefiri¨® el partido. Otros lo interpretaron como un paso al ostracismo. Lo cierto es que su figura perdi¨® presencia. Hacia fuera, sus apariciones p¨²blicas se limitaron. Y hacia dentro, dej¨® de estar en primera l¨ªnea de las negociaciones con los aliados parlamentarios, hasta entonces una de sus grandes responsabilidades en calidad de portavoz. Como tantas otras cosas, las relaciones con los socios pasaron a las casi exclusivas manos del nuevo baluarte de S¨¢nchez, el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os.
Sin mujeres en el n¨²cleo duro del partido
Ahora, la marcha de Lastra, unida a la de Calvo en su d¨ªa, deja al n¨²cleo duro del poder socialista sin ninguna mujer, como se ha encargado de resaltar en Twitter la exvicepresidenta: ¡°En la Democracia de la Igualdad entre Hombres y Mujeres no es bueno que salgan mujeres de la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica. Adriana, mucha suerte¡±
El grupo que hace cinco a?os se subi¨® con S¨¢nchez al Peugeot no dejaba de ser producto de un aluvi¨®n. El ahora presidente hab¨ªa crecido en las entra?as del aparato del partido, uno de los j¨®venes captados para el equipo de Jos¨¦ Blanco, el jefe de Ferraz en los tiempos de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Enfrentarse a la vieja guardia supuso una ruptura con su propio pasado para el dirigente socialista, obligado a buscarse nuevos aliados. Y ah¨ª se form¨® una especie de coalici¨®n de disidentes que hasta entonces poco hab¨ªan tenido que ver entre s¨ª. Lastra era la oposici¨®n organizada en Asturias a Javier Fern¨¢ndez, elegido presidente de la gestora que defenestr¨® a S¨¢nchez. ?balos controlaba la organizaci¨®n provincial en Valencia, donde ejerc¨ªa de contrapoder del bar¨®n regional, Ximo Puig, entonces muy distanciado del actual presidente. Con ellos y algunos dirigentes andaluces enfrentados a Susana D¨ªaz ¨Dcomo el actual vicepresidente primero del Congreso, Alfonso G¨®mez de Celis¨D arm¨® S¨¢nchez su manual de resistencia frente a todo el poder hist¨®rico del PSOE. ?balos ¨Dque de joven hab¨ªa militado en el PCE¨D y Lastra ¨Da la que le encantaba que le llamasen dinamitera evocando a los mineros asturianos¨D entroncaban muy bien con ese nuevo partido que se presentaba rearmado ideol¨®gicamente con el lema ¡°Somos la izquierda¡±.
S¨¢nchez los mantuvo entre su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo tras la llegada al Gobierno, aunque la entrada en escena de nuevas figuras, sobre todo la de Iv¨¢n Redondo, empezase a trastocar los equilibrios. Las exhibiciones de poder¨ªo del jefe de gabinete del presidente, un consultor sin militancia visto por muchos como un intruso, hab¨ªan relegado a las gentes del partido. Por eso, cuando S¨¢nchez prescindi¨® por sorpresa de Redondo, hace ahora un a?o, todo el mundo interpret¨® que era el PSOE el que recuperaba el mando. Solo que en ese PSOE ya no hab¨ªa sitio para ?balos. Y Lastra no acab¨® de encontrar el suyo.
El ¨²ltimo requiebro de S¨¢nchez ha sido una vuelta a sus or¨ªgenes, a los tiempos en que hac¨ªa papeles en Ferraz para Jos¨¦ Blanco junto a ?scar L¨®pez y Antonio Hernando, los m¨¢ximos responsables de su gabinete desde hace unos meses. Los tres hab¨ªan sido inseparables durante a?os hasta que L¨®pez y Hernando rehusaron sumarse a la aventura del 407. Ahora ellos han vuelto y del Peugeot no queda casi nadie.
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