S¨¢nchez, L¨®pez y Hernando: nada personal, solo pol¨ªtica

La m¨¢xima de Pedro S¨¢nchez extendida por el PSOE ¡ª¡±ni perdona ni olvida¡±¡ª se atribuye al sufrimiento infinito que le provocaron los muchos cr¨ªticos que culminaron con su dimisi¨®n como secretario general del PSOE en el abrupto comit¨¦ federal del 1 de octubre de 2016. Fue el comit¨¦ de los gritos, insultos y llantos. Ahora, en estos tiempos complejos para ¨¦l, su Gobierno y su partido, antes de que doble la legislatura, ha llamado a filas a Antonio Hernando, anta?o su mano derecha y quien le dio la espalda al unirse a la mayor¨ªa socialista que permiti¨® la investidura de Mariano Rajoy el 26 de octubre de aquel a?o dram¨¢tico para los socialistas.

Para quienes est¨¢n cerca del presidente del Gobierno no ha sido una sorpresa que Pedro S¨¢nchez (Madrid, 49 a?os) llame a Antonio Hernando (Madrid, 53 a?os) como adjunto al jefe de gabinete de la Presidencia que ostenta ?scar L¨®pez (Madrid, 48 a?os), alguien que tampoco apost¨® por S¨¢nchez sino por Patxi L¨®pez en las primarias del PSOE en 2017. Los tres pol¨ªticos, de larga trayectoria en com¨²n, acuerdos y desacuerdos, vuelven a estar juntos. Empezaron su andadura com¨²n rondando la treintena en el equipo de la secretar¨ªa de Organizaci¨®n del partido socialista liderada por Jos¨¦ Blanco, cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero tom¨® las riendas de la formaci¨®n. De aquella ¨¦poca naci¨® el apodo del tr¨ªo: los chicos de Blanco.

Muchos a?os m¨¢s tarde, en estos tiempos dif¨ªciles, S¨¢nchez ¡°ha llamado a los mejores¡±. Esta es la raz¨®n fundamental que ha movido al presidente a tomar esta decisi¨®n, seg¨²n los interlocutores m¨¢s cercanos. El jefe del Ejecutivo de coalici¨®n con Unidas Podemos, en plena tensi¨®n entre los socios por la reforma laboral, ha dejado en lo m¨¢s profundo de su mochila personal agravios pasados. Y ahora se proyecta hacia otra dimensi¨®n: gobernar y recuperar el terreno perdido para ganar las pr¨®ximas elecciones.

Ahora, una semana despu¨¦s de la llegada de Hernando a La Moncloa, al n¨²cleo m¨¢s estrecho de S¨¢nchez, que dirige L¨®pez como jefe del gabinete del presidente ¡ªsustituto de Iv¨¢n Redondo¡ª, las c¨¢balas se cierran. Las cuestiones personales hay que olvidarlas, aconsejan los interlocutores consultados, que se centran en los apuros del Gobierno y en el cerco de la oposici¨®n.

¡°S¨¢nchez ha recuperado a dos socialdem¨®cratas de siempre, muy de partido, con un olfato pol¨ªtico muy afinado¡±, se?alan dirigentes socialistas que han trabajado en distintas etapas con L¨®pez y Hernando. Ambos tuvieron la m¨¢xima confianza de otros socialistas como Blanco, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Elena Valenciano cuando estuvieron en la c¨²spide del poder. Miembros de distintas ejecutivas federales dan testimonio de su trabajo antes de que S¨¢nchez llegara a La Moncloa. Adem¨¢s de conocer el partido, ¡°conocen muy bien el pa¨ªs y sus problemas¡±, se?alan estas fuentes. Un encaje m¨¢s fluido entre el Gobierno y la sede del partido en Ferraz se da por descontado.

Sus conocimientos y su experiencia tambi¨¦n resultar¨¢n clave para afrontar la constante tensi¨®n con los socios de Gobierno, agudizada por las diferentes perspectivas sobre la reforma laboral y su coordinaci¨®n. El presidente ha se?alado sin dudarlo a la vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, frente a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz. No ha hecho falta mucho debate entre S¨¢nchez, L¨®pez y Hernando para tomar esta decisi¨®n. Los tres est¨¢n de acuerdo.

El tr¨ªo afronta adem¨¢s otros retos como la continuaci¨®n de la mesa de negociaci¨®n para Catalu?a con el Govern de Pere Aragon¨¨s, la negociaci¨®n de los presupuestos con ERC y el PNV, as¨ª como sortear los riesgos de la relaci¨®n con EH-Bildu tras las declaraciones sobre las v¨ªctimas de ETA que Arnaldo Otegi pronunci¨® la semana pasada. El presidente y el t¨¢ndem del gabinete de La Moncloa tambi¨¦n est¨¢n inmersos en la gesti¨®n de los fondos europeos. M¨¢s all¨¢ de todo lo que los uni¨® y los separ¨®, S¨¢nchez ha decidido que L¨®pez y Hernando son los mejores para afrontar este tiempo en el que no cabe esperar d¨ªas de sosiego. No es una cuesti¨®n de perdones ni olvidos. Nada personal, solo pol¨ªtica.