Dos a?os de sospechas y varios rapapolvos judiciales al juez Garc¨ªa-Castell¨®n
El magistrado de la Audiencia Nacional ha intentado, desde 2020, investigar a nueve dirigentes de Podemos, pero ¨®rganos superiores lo han corregido


El juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n y el entonces l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, se vieron las caras por primera vez el 27 de marzo de 2019. El pol¨ªtico acudi¨® aquel d¨ªa a la Audiencia Nacional para declarar como perjudicado en la pieza que el magistrado hab¨ªa abierto, dentro del macrosumario en el que se investigan las actividades presuntamente delictivas del comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo, por el hallazgo en poder de este del contenido del m¨®vil que Dina Bousselham, exasesora de Iglesias, hab¨ªa denunciado que le hab¨ªan robado. Eran los primeros pasos del que pas¨® a llamarse caso Dina. El exl¨ªder de Podemos mostr¨® entonces su convencimiento de que la publicaci¨®n de aquella informaci¨®n en un diario digital buscaba impedir que prosperaran las negociaciones que entonces manten¨ªa su formaci¨®n con el PSOE. El magistrado se mostr¨® de acuerdo con estas explicaciones.
Sin embargo, esa situaci¨®n cambi¨® radicalmente en mayo de 2020, cuando Garc¨ªa-Castell¨®n retir¨® a Iglesias la condici¨®n de v¨ªctima despu¨¦s de que su asesora, que tambi¨¦n estaba personada como perjudicada, cayera en contradicciones en una nueva declaraci¨®n. En su resoluci¨®n, el magistrado apunt¨® entonces la posibilidad de que la publicaci¨®n de los documentos del m¨®vil de Bousselham no partiera de la red de corrupci¨®n policial de Villarejo, sino que pudo surgir en el seno de Podemos como una forma de hacerse pasar por v¨ªctimas de la llamada polic¨ªa patri¨®tica. El pol¨ªtico recurri¨® aquella decisi¨®n y la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se la devolvi¨® en septiembre de aquel a?o, en lo que fue el primer rapapolvo a las decisiones del juez sobre Podemos. El tribunal de apelaci¨®n consider¨® que no hab¨ªa pruebas que sustentasen las ¡°alternativas¡± esgrimidas por Garc¨ªa-Castell¨®n para explicar su decisi¨®n, que tildaba de ¡°meras hip¨®tesis¡±.
Para entonces, el magistrado ya hab¨ªa centrado las pesquisas en averiguar qu¨¦ hab¨ªa pasado con la copia de la tarjeta telef¨®nica incorporada a la causa que hab¨ªa estado en poder de Iglesias y que se encontraba da?ada. Garc¨ªa-Castell¨®n consider¨® entonces a Iglesias sospechoso de los delitos de descubrimiento y revelaci¨®n de secretos con ¡°agravante de g¨¦nero¡±, da?os inform¨¢ticos, denuncia falsa y simulaci¨®n de delito, y en octubre, sin el apoyo de la Fiscal¨ªa, elev¨® al Tribunal Supremo una exposici¨®n razonada donde solicita que este investigase al entonces vicepresidente segundo del gobierno ¨Dy, por tanto, aforado¨D, as¨ª como a la responsable de la estrategia jur¨ªdica de la formaci¨®n, Gloria Elizo; a los abogados del partido Ra¨²l Carballedo y Marta Flor; y a Ricardo Sa Ferreira, antigua pareja de Bousselham.
La respuesta del alto tribunal lleg¨® en enero de 2021 en un auto que conclu¨ªa que no hab¨ªa indicios s¨®lidos para sostener ninguna acusaci¨®n contra iglesias. La resoluci¨®n del Supremo era una enmienda total a la instrucci¨®n del magistrado de la Audiencia Nacional, a quien le devolv¨ªa la causa, le instaba a agotar su investigaci¨®n y, solo entonces, decidir si proced¨ªa remitir al alto tribunal otra exposici¨®n razonada contra Iglesias. Garc¨ªa-Castell¨®n sigui¨® sus pesquisas sobre el exl¨ªder de Podemos en el caso Dina, que solo abandon¨® cuando, el pasado enero, recibi¨® un informe pericial de la polic¨ªa en el que le informaba que era imposible entrar en el dispositivo de memoria para recabar nuevos datos. D¨ªas despu¨¦s, daba por concluida la instrucci¨®n de la pieza y dejaba como ¨²nicos imputados a dos periodistas y Villarejo. Ni rastro de los cinco dirigentes de Podemos a los que acus¨® ante el Supremo.
Cuatro meses antes de aquella decisi¨®n, Garc¨ªa-Castell¨®n ya hab¨ªa iniciado otra investigaci¨®n contra dirigentes del partido. En esta ocasi¨®n, con la reactivaci¨®n de una causa abierta cinco a?os antes por la denuncia de un partido llamado Uni¨®n C¨ªvica Espa?ola-Partido por la Paz, Reconciliaci¨®n y Progreso de Espa?a, en la que se acusaba al partido, su c¨²pula e Iglesias de delitos de financiaci¨®n ilegal, fiscales y blanqueo de capitales. Aquella causa fue archivada entonces por el magistrado Alejandro Abascal al considerar que la denuncia no era m¨¢s que ¡°un conjunto desordenado de reproducciones de noticias publicadas en la prensa¡±. Abascal, con el respaldo de la Fiscal¨ªa, concluy¨® que la misma se sustentaba en un supuesto documento policial bautizado como Informe PISA (acr¨®nimo de Pablo Iglesias Sociedad An¨®nima). Su elaboraci¨®n se atribuye a la polic¨ªa patri¨®tica, el grupo de agentes que funcion¨® en el Ministerio del Interior durante la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz para desacreditar a rivales pol¨ªticos.
Garc¨ªa-Castell¨®n reabri¨® la causa, que mantuvo secreta, tras llamar a declarar como testigo a Hugo Armando Carvajal, El Pollo Carvajal, quien fuera jefe de la contrainteligencia venezolana hasta 2014. Este militar acusaba al partido de izquierdas de recibir dinero de los Gobiernos chavistas y afirmaba tener documentos que as¨ª lo corroboraban. El Pollo Carvajal hab¨ªa sido detenido semanas antes tras permanecer en paradero desconocido desde noviembre de 2019 e intentaba convertirse en testigo protegido para evitar que se materializase su entrega a Estados Unidos aprobada por la Audiencia Nacional. El exmilitar se?al¨®, entre otros, a Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos; a la exdiputada Carolina Bescansa, y a los soci¨®logos Jorge Lago y Ariel Jerez.
La Fiscal¨ªa recurri¨® en dos ocasiones ante la Sala de lo Penal las decisiones del juez en esta causa. Con el primero recurso logr¨® que se paralizaban varias diligencias encargadas por Garc¨ªa-Castell¨®n a la Polic¨ªa, entre ellas unas pesquisas sobre movimientos de dinero de cuentas bancarias de personas que no ten¨ªan la condici¨®n de investigadas. Con el segundo, consigui¨® que la Audiencia Nacional ordenase el archivo de la causa en un auto en el que tildaba la investigaci¨®n de ¡°prospectiva¡± (pesquisas generales en las se busca algo delictivo sin concretar, lo que est¨¢ prohibido por ley). Ahora, con el nuevo auto en el que ordena investigar por blanqueo a Monedero, Garc¨ªa-Castell¨®n intenta por tercera vez investigar a Podemos a riesgo de llevarse un nuevo rapapolvo judicial.
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