El personal de extinci¨®n de incendios de Castilla y Le¨®n exige entrar en la categor¨ªa oficial de bombero
La Fiscal¨ªa superior de Castilla y Le¨®n investiga la gesti¨®n de la Junta tras varias denuncias de sindicatos y del Defensor del Pueblo
Los bomberos de Castilla y Le¨®n, que seg¨²n sus convenios laborales no son reconocidos como tal, han exigido este jueves que se les acredite esa categor¨ªa profesional. Varios representantes del personal de extinci¨®n de incendios han acudido a la sede de la consejer¨ªa de Medio Ambiente, en Valladolid, para pedir que la Mesa del di¨¢logo social los incluya bajo esa denominaci¨®n, que seg¨²n ellos reducir¨ªa la precariedad laboral que denuncian. Esto, argumentan, implicar¨ªa mejorar sus horarios y contar con mayores salarios y jubilaciones. Mientras, la Fiscal¨ªa Superior de Castilla y Le¨®n sigue investigando la acci¨®n de la Junta y su gesti¨®n durante los graves incendios que asolaron unas 60.000 hect¨¢reas en Zamora y causaron dos muertes adem¨¢s de muchos da?os materiales.
El colectivo de bomberos forestales le ha dicho a la Mesa del di¨¢logo social: ¡°basta de pantomimas¡±. Los graves fuegos de este verano han acarreado quejas constantes del gremio hacia su situaci¨®n. La mayor parte de ellos se encuentra subcontratada por parte de la Junta a empresas privadas a quienes acusan de intentar reducir al m¨¢ximo el coste de los recursos humanos y materiales destinados a esta funci¨®n. En cuanto a los vinculados directamente a la Junta, tras los importantes focos sufridos en la sierra de la Culebra (Zamora) consiguieron que el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Su¨¢rez-Qui?ones (PP), anunciara que en lugar de contar con ellos solo para la temporada de verano, las aproximadamente 900 personas que conforman estas brigadas pasar¨ªan a estar disponibles durante todo el a?o. Es una vieja reivindicaci¨®n de estas cuadrillas y ante lo cual el propio Qui?ones, en una entrevista en 2018, sosten¨ªa que era ¡°un despilfarro¡± y era ¡°absurdo¡± contemplar la contrataci¨®n de estos brigadistas durante los 12 meses.
Tanto en los incendios zamoranos como en otros frentes sufridos en Castilla y Le¨®n, los bomberos y los habitantes afectados han insistido en que la falta de prevenci¨®n durante el invierno, con montes desatendidos y llenos de ¡°combustible¡± en forma de maleza o podas descontroladas, propicia que en verano sea muy dif¨ªcil apagar los fuegos una vez comienzan. Qui?ones tambi¨¦n ha sido duramente criticado por achacar estos incendios al ¡°ecologismo radical¡±, tesis cercana a la del socio del PP en la Junta auton¨®mica: Vox.
El Gobierno auton¨®mico se enfrenta tambi¨¦n a las denuncias de sindicatos y de varios colectivos sociales sobre su gesti¨®n de estos fuegos. El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha llevado a la Inspecci¨®n de Trabajo la ¡°excesiva prolongaci¨®n¡± de las jornadas de las brigadas, que habitualmente han destacado que trabajan durante tandas de 16 o 18 horas en los momentos cr¨ªticos y que se les paga como horas extra. Este sindicato tambi¨¦n denunci¨® a Qui?ones por su papel en el primer incendio zamorano y la Fiscal¨ªa abri¨® diligencias para determinar si hubo alguna dejaci¨®n de funciones o responsabilidad de los pol¨ªticos en lo sucedido. El Defensor del Pueblo tambi¨¦n abri¨® una investigaci¨®n para aclarar lo ocurrido en Castilla y Le¨®n, que en lo que va de verano ha visto arder unas 100.000 hect¨¢reas, m¨¢s de un tercio del total nacional quemado.
Fuentes fiscales de la comunidad sostienen que en estas semanas se est¨¢n administrando las diligencias ¡°recabando toda la informaci¨®n posible de la Junta, de Medio Ambiente y sobre todo periciales y de la Guardia Civil¡± para que, una vez analizado todo el contexto, el Ministerio P¨²blico pueda determinar si aprecia indicios de situaci¨®n delictiva. ¡°Se est¨¢n recopilando informes de los operativos previos, durante y posteriores a los incendios¡±, detallan estas fuentes. La oposici¨®n y los colectivos de bomberos han reprobado que en el primer incendio en la sierra de la Culebra, a mediados de junio, Medio Ambiente marcaba el riesgo como ¡°medio¡± y no ¡°alto¡±, con un protocolo de 1999, pese a las advertencias de la extrema ola de calor que pod¨ªa desencadenar llamas como las que se vivieron y ante las que se actu¨® con un dispositivo, seg¨²n los implicados, falto de efectivos.
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