El accidente de jet privado que ha truncado la vida de los Griesemann a caballo entre C¨¢diz y Colonia
En el Aeropuerto de Jerez estaban acostumbrados a tratar con el piloto, propietario de una empresa de aeronaves privadas con las que ¨¦l y su familia visitaban la provincia gaditana desde hac¨ªa 30 a?os
En la torre de control del aeropuerto de Jerez de la Frontera estaban acostumbrados ya a ver estacionado el avi¨®n Cessna 551 de Karl-Peter Griesemann. Este empresario alem¨¢n, especializado en vuelos privados y medicalizados, de 72 a?os, y su mujer, Julianne Griesemann, de 68, viv¨ªan a caballo entre una impresionante villa de la urbanizaci¨®n Atlanterra, en Tarifa (C¨¢diz), y Colonia, su ciudad de residencia en Alemania. El mediod¨ªa de este domingo, en el aer¨®dromo jerezano, el hombre se puso a los mandos de su jet para viajar a Alemania, acompa?ado de su hija Lisa, de 27 a?os, y el novio de la joven, Paul F?llmer, un a?o menor. ¡°Verles embarcar con sus perritos, los juguetes para sus nietos, despedirte con normalidad de ellos y luego enterarte de que eres una de las ¨²ltimas personas que los ha visto es un palo enorme¡±, apunta uno de las personas que asisti¨® a la familia horas antes de que sufrieran un fatal desenlace al caer su aeronave en el mar frente a las costas de Letonia, un accidente que est¨¢ en investigaci¨®n.
Griesemann era un piloto experimentado, especialmente en la ruta que emprendi¨® este domingo. ¡°Viajaban tres o cuatro veces al a?o por aqu¨ª, en Navidades, Semana Santa o verano¡±, apunta la misma trabajadora en el aeropuerto, que pide mantener el anonimato, y que conoc¨ªa al empresario de atenderle desde hac¨ªa cinco a?os. En Jerez a¨²n se preguntan qu¨¦ pudo provocar la despresurizaci¨®n de la cabina que Griesemann dijo sufrir cuando el avi¨®n se encontraba en pleno vuelo. Fue la ¨²ltima comunicaci¨®n, seg¨²n aseguran fuentes cercanas al caso. Luego, el avi¨®n cambi¨® de rumbo dos veces, primero sobre Par¨ªs y luego sobre Colonia (el que deb¨ªa ser su destino), antes de dirigirse en l¨ªnea recta hacia el mar B¨¢ltico, pasar cerca de la isla de Gotland (Suecia) y terminar por perder velocidad y altitud a las 19.37, momento en el que la web de seguimiento de vuelos Flightradar24 dej¨® de recibir informaci¨®n del aparato cuando estaba a 2.100 pies de altura (640 metros).
Der K?lner #Karneval trauert nach der schlimmen Absturz-Trag?die um Ex-Blaue-Funken-Chef Peter #Griesemann, einem verdienten K?lner. ?? #K?ln https://t.co/NFcGM6A2p9
— EXPRESS / EXPRESS.DE (@express24) September 5, 2022
El peor desenlace lo acab¨® por confirmar a las agencias un portavoz del servicio de rescate sueco la noche del pasado domingo: ¡°Hemos tenido constancia de que la nave se ha estrellado [en el mar] al noroeste de la ciudad de Ventspils, en Letonia. Ha desaparecido del radar¡±. Para ese entonces, aviones militares espa?oles, franceses, alemanas y daneses hab¨ªan escoltado y se hab¨ªan aproximado a la aeronave. Cuando se acercaron lo suficiente para inspeccionarla, pero no consiguieron ver a nadie en cabina, ni comunicarse con el avi¨®n 14,39 metros de longitud, una envergadura de 15,90 metros y registrado en Austria. Mientras la investigaci¨®n del suceso echa a andar ¡ªa¨²n con la duda de qu¨¦ pa¨ªs la dirigir¨¢¡ª, en el aeropuerto gaditano se preguntan qu¨¦ puede haber fallado, hasta el extremo del fatal desenlace. ¡°Quiz¨¢s ¨¦l [por el piloto] se qued¨® inconsciente porque no le dio tiempo a ponerse la mascarilla y el avi¨®n continu¨® con el piloto autom¨¢tico¡±, plantea la empleada.
La empresa de la que Griesemann era propietario, Quick Air, con sede en Colonia, estaba especializada en vuelos privados y medicalizados. La compa?¨ªa dispone de 11 aviones ambulancia que pueden considerarse como unidades de cuidados intensivos voladoras, seg¨²n indicaba en una web que este lunes ha dejado de estar operativa. Quick Air era la ¨²ltima aventura empresarial del septuagenario, que tambi¨¦n fue responsable de Griesemann Gruppe, una compa?¨ªa con m¨¢s de 1.600 trabajadores en Alemania, Austria y Pa¨ªses Bajos especializada en construcci¨®n de plantas industriales, que ahora gestiona uno de los tres hijos que ten¨ªa el matrimonio, seg¨²n asegura el medio local de Colonia K?lner Stadt-Anzeiger. En esta ciudad el empresario era muy conocido por su participaci¨®n activa en el carnaval de la ciudad, donde fue presidente de los Blaue Funken (Chispas Azules), una agrupaci¨®n carnavalesca.
Tampoco era desconocido en la zona de las villas de Atlanterra, una urbanizaci¨®n cercana a la localidad de Zahara de los Atunes (Barbate, C¨¢diz), aunque dependiente de Tarifa. All¨ª, encaramada a una loma con impresionantes villas al mar, los Griesemann ten¨ªan desde hace d¨¦cadas una finca conocida como Hoyo del Toro. Tan asiduo era el matrimonio a Atlanterra que una vecina los recuerda como ¡°uno de los primeros alemanes¡± en asentarse en una zona que es famosa por la importante presencia de la comunidad germana. Sin embargo, la privacidad y la dispersi¨®n de las construcciones ¡ªlevantadas separadas las unas de las otras en sinuosos caminos en el campo¡ª hac¨ªa que este lunes diversos vecinos y trabajadores de inmobiliarias de la zona desconociesen lo ocurrido.
Desde que el matrimonio Griesemann recal¨® en la zona hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, visitaba con asiduidad su villa en Tarifa en soledad, ¡°otras veces acompa?ados por sus hijos y nietos¡±. Casi siempre era para pasar temporadas y usando el enlace a¨¦reo de Jerez de la Frontera, gracias a su avi¨®n privado. Fue el caso del viaje accidentado que compart¨ªa con Lisa, la menor de sus v¨¢stagos, y el novio de esta. La joven de 27 a?os era aficionada a la h¨ªpica y hace algo m¨¢s de un a?o adquiri¨® junto a su pareja una finca de m¨¢s de 19 hect¨¢reas cerca de la ciudad alemana de Bonn, seg¨²n cont¨® ella misma en mayo de 2021 al medio alem¨¢n Bild.
Ahora, todos los ocupantes de ese vuelo est¨¢n oficialmente desaparecidos. Sin apenas esperanzas de encontrar supervivientes, solo la investigaci¨®n del suceso podr¨¢ determinar qu¨¦ ocurri¨® para que uno de esos viajes rutinarios de los Griesemann entre su querida Atlanterra y su Colonia de residencia acabase en una ca¨ªda al mar.
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