Los jueces alertan de la dificultad de aplicar la reforma penal contra los ladrones reincidentes

La reforma penal que castiga con m¨¢s dureza la reincidencia en los hurtos ha encallado en los juzgados apenas un mes despu¨¦s de su entrada en vigor. Tal y como est¨¢ redactada, la modificaci¨®n plantea una serie de trabas que van a tener como consecuencia que, en la pr¨¢ctica, su aplicaci¨®n sea muy dif¨ªcil, seg¨²n auguran jueces de instrucci¨®n de Barcelona y Madrid. Estos magistrados explican a EL PA?S que la reforma puede provocar la suspensi¨®n de juicios y, de forma parad¨®jica, episodios de impunidad para los carteristas.

El Congreso de los Diputados aprob¨® en junio una reforma del C¨®digo Penal que tiene como objetivo atajar la multirreincidencia, un fen¨®meno delictivo con especial incidencia en las grandes ciudades. Se trataba de dar ¡°una respuesta penal m¨¢s disuasoria y ajustada a la gravedad de la conducta¡±, seg¨²n la norma, que entr¨® en vigor el 29 de agosto. El hurto es un delito leve y se sanciona con el pago de una multa cuando lo robado no supera los 400 euros. La reforma incorpora ahora un a?adido: si el sospechoso ha sido condenado anteriormente en sentencia firme por al menos tres delitos leves y la cantidad sustra¨ªda en esos antecedentes supera en total los 400 euros, entonces ya incurre en un delito mayor: de leve pasa a menos grave. En lugar del simple pago de una multa, afronta una pena de entre seis meses y un a?o y medio de c¨¢rcel.

La iniciativa legislativa fue alumbrada, en parte, en el Ilustre Colegio de la Abogac¨ªa de Barcelona (ICAB), que trabaj¨® durante meses en una propuesta con ayuda de jueces y fiscales. El Gobierno acogi¨® el planteamiento general. ¡°La filosof¨ªa es buena, pero la inclusi¨®n de esa referencia a los 400 euros en los antecedentes genera un grave problema de aplicaci¨®n pr¨¢ctica¡±, explica el penalista Jorge Navarro, miembro de la comisi¨®n de normativa del colegio profesional. Navarro se?ala que el desconocimiento del legislador sobre el funcionamiento de los juzgados ha lastrado la iniciativa.

El problema principal radica en la incapacidad de los juzgados para acreditar, con la velocidad suficiente, si la suma de las sentencias dictadas con anterioridad rebasa o no el umbral de los 400 euros. Los jueces y profesionales del derecho consultados ponen ejemplos del d¨ªa a d¨ªa: la polic¨ªa detiene a un individuo mientras hurta unas zapatillas deportivas (o una pulsera, o una botella de whisky; algo, en todo caso, que no supere los 400 euros) en un establecimiento. Le pone a disposici¨®n del juzgado de guardia, que le cita para un juicio inmediato por delito leve. ¡°En una guardia de Madrid, podemos tener entre 15 y 24 hurtos. En una ma?ana podemos sentenciar una veintena de delitos leves. Es una respuesta muy eficaz¡±, explica Carmen Rodr¨ªguez Medell¨ªn, magistrada titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 51 de Madrid. Pero a partir de ahora, con la reforma, es imprescindible consultar los antecedentes penales del detenido porque, si cumple los requisitos ¡ªm¨ªnimo de tres sentencias, m¨¢s de 400 euros robados¡ª ya no afrontar¨¢ un juicio por delito leve sino un proceso ordinario por un delito menos grave.

El problema es que en la hoja hist¨®rico-penal que los funcionarios y los jueces pueden consultar en la intranet figuran las sentencias, pero no las cantidades hurtadas. ¡°Para saber la cuant¨ªa has de tener las sentencias. Y para tener las sentencias, has de pedirlas a los juzgados correspondientes¡±, se?ala Rodr¨ªguez. Eso ralentiza todo el procedimiento.

¡°Has de solicitar testimonio de la sentencia, o sea una copia aut¨¦ntica. Y los juzgados pueden tardar d¨ªas o semanas en remitirla. Pero hay otro problema: en muchas sentencias no consta la cantidad, porque tradicionalmente no siempre se ha peritado el objeto hurtado¡±, resume Francisco Gonz¨¢lez Ma¨ªllo, magistrado titular del juzgado de instrucci¨®n 11 de Barcelona. Ma¨ªllo y sus compa?eros han propuesto que se habilite una casilla en la aplicaci¨®n inform¨¢tica para que figuren las cantidades. ¡°La idea de la reforma es buena, pero tal como se ha hecho genera m¨¢s problemas, m¨¢s trabajo y dificultades para llevarla a cabo¡±, dice.

El riesgo de la impunidad

Ya no es s¨®lo que la norma sea de dif¨ªcil aplicaci¨®n: es que puede tener consecuencias indeseables, coinciden los operadores jur¨ªdicos consultados. ¡°Podemos encontrarnos con un aluvi¨®n de suspensiones¡±, advierte la magistrada Rodr¨ªguez. El carterista estar¨¢ a disposici¨®n del juzgado, pero este necesitar¨¢ recabar las sentencias para saber si le juzga por la v¨ªa r¨¢pida o si le aplica la reforma del C¨®digo Penal. En todo caso, el juicio ¡°va a tener que suspenderse¡±, afirma.

Las suspensiones, advierte esta jueza, pueden conducir a la ¡°impunidad¡±, o sea el efecto contrario del que pretende la norma. ¡°Imaginemos que, al cabo de un mes, tengo las sentencias con los antecedentes y lo hurtado suma solo 250 euros. En ese caso, debo volver a citar [al acusado] por un delito leve. Lo se?alo. Tengo que localizar al denunciado y citarle para esa fecha. Pero muchas veces esa localizaci¨®n es imposible. Y si no la logramos en el plazo de un a?o, el delito leve prescribe¡±, explica. Cosa distinta ocurre para los que superen los 400 euros y puedan ser objeto del castigo m¨¢s severo: en ese caso, ¡°existe la posibilidad de ponerles en busca y captura¡±.