Las 24 horas que precipitaron la renuncia de Lesmes

Carlos Lesmes decidi¨® presentar su dimisi¨®n durante la ma?ana del pasado domingo tras enviar sendos wasaps al ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, y al vicesecretario general del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons. En su mensaje, Lesmes ped¨ªa a ambos alguna concreci¨®n sobre su disposici¨®n a proseguir el di¨¢logo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Las respuestas que recibi¨® de ambos lo convencieron de que el bloqueo continuaba y tambi¨¦n de que ¨¦l no pod¨ªa seguir ni un d¨ªa m¨¢s al frente del ¨®rgano de gobierno de los jueces. Anunci¨® la renuncia esa misma noche y la formaliz¨® este lunes.

Gonz¨¢lez Pons fue el primero en responder, y lo hizo en t¨¦rminos que Lesmes consider¨® desalentadores. Pons le dijo que hab¨ªa trasladado diversas propuestas al Gobierno para proseguir el di¨¢logo y que no hab¨ªa recibido respuesta. Bola?os tard¨® algo m¨¢s en contestar, y le explic¨® que no estaba todo solucionado entre las partes, pero que era posible intentar aproximar posiciones m¨¢s adelante. Lesmes entendi¨® que el ministro de Presidencia se hab¨ªa tomado cierto tiempo para responder porque hab¨ªa consultado al presidente, Pedro S¨¢nchez. As¨ª se lo ha explicado Lesmes a sus colaboradores en las ¨²ltimas 48 horas y tambi¨¦n a la Sala de Gobierno del Supremo (de la que era presidente hasta su renuncia) y a la comisi¨®n permanente del CGPJ.

En el curso de ese cruce de mensajes, el a¨²n presidente del CGPJ volvi¨® a interesarse por la posible publicaci¨®n de un comunicado conjunto del Gobierno y el PP, que ¨¦l hab¨ªa propuesto. Ya la semana anterior Lesmes hab¨ªa mantenido contactos con Bola?os y Gonz¨¢lez Pons para asegurarse de que el di¨¢logo no se hab¨ªa interrumpido. Entonces, los dos le manifestaron que la comunicaci¨®n no estaba rota y ¨¦l entendi¨® que el representante del Gobierno y el del PP se hab¨ªan visto no hac¨ªa mucho. Pero las respuestas a sus mensajes de WhatsApp le dejaron finalmente claro que no iba a haber comunicado conjunto alguno.

En vista de ese fracaso, que culmin¨® con las contestaciones recibidas la ma?ana del domingo, Lesmes decidi¨® que no deb¨ªa esperar m¨¢s y que ese d¨ªa era el momento id¨®neo para presentar su dimisi¨®n, como ya hab¨ªa amagado que har¨ªa el 7 de septiembre durante el acto de apertura del a?o judicial. La carta de renuncia la ten¨ªa redactada desde el viernes por la tarde. El domingo, una vez repasada, llam¨® a sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos en el Consejo y en el Supremo para anunciarles que esa tarde dar¨ªa a conocer la noticia de que se marchaba al d¨ªa siguiente. Tras el almuerzo se dirigi¨® a la sede del ¨®rgano de gobierno de los jueces y prepar¨® el v¨ªdeo con las explicaciones de su renuncia. Antes de que el comunicado de prensa y las im¨¢genes fueran difundidos desde el propio Consejo, llam¨® al jefe de la Casa Real para darle cuenta de su dimisi¨®n, de modo que el Rey no se enterara antes de hacerse p¨²blica. Para evitar posibles filtraciones, no hizo llamadas similares a los vocales del Consejo hasta que la noticia oficial hab¨ªa empezado a circular.

En la decisi¨®n de tirar la toalla influy¨® tambi¨¦n ¡ªsiempre seg¨²n la reconstrucci¨®n de las explicaciones ofrecidas en el ¨®rgano de gobierno de los jueces y en el Supremo¡ª el resultado de sus conversaciones con los vocales del propio CGPJ, en especial con los del sector conservador. El presidente del Poder Judicial se hab¨ªa propuesto no renunciar sin antes alcanzar al menos un acuerdo para la renovaci¨®n del Constitucional, en la que el Consejo debe elegir a dos magistrados y el Gobierno a otros dos. No ten¨ªa esperanzas de que los sectores conservador y progresista del Consejo llegaran a acuerdo alguno al respecto, pero cre¨ªa que, a falta de pacto, podr¨ªa contar para el desbloqueo de la situaci¨®n con los ocho votos de los vocales progresistas y tambi¨¦n con el apoyo de otros dos, Vicente Guilarte y Wenceslao Olea, si decid¨ªa proponer los nombres de dos candidatos en un pleno que se convocara para resolver esta cuesti¨®n.

En principio, por tanto, Lesmes contaba con once votos: los ocho progresistas, los dos de los vocales mencionados, y el suyo propio. Pero le faltaba uno m¨¢s para alcanzar los doce, cifra m¨ªnima indispensable para sacar adelante los nombramientos. Y ese ¨²ltimo voto se le resisti¨®. Habl¨® durante todo septiembre y los primeros d¨ªas de octubre con varios vocales del sector conservador, singularmente con los que cre¨ªa que pod¨ªan ser m¨¢s sensibles al argumento de que era indispensable que el Consejo cumpliera con la ley que ahora lo faculta para llevar a cabo la elecci¨®n.

En todos los casos, sin embargo, recibi¨® la misma respuesta. Todos dijeron compartir que hab¨ªa que cumplir el mandato legal, aunque fuera con cierto retraso para mostrar rechazo ante el plazo de tres meses establecido por la reforma impulsada por el Gobierno y avalada por el Parlamento. Pero ninguno de los contactados quer¨ªa separarse de su grupo, sobre todo si iba a ser el ¨²nico que lo hiciera, porque eso supondr¨ªa significarse y arriesgarse a que su decisi¨®n se interpretase como una deserci¨®n o una traici¨®n a su grupo natural.

As¨ª, el convencimiento de que iba a ser extremadamente dif¨ªcil alcanzar el resultado perseguido en la votaci¨®n y la convicci¨®n de que las negociaciones entre el Gobierno y el PP no iban a avanzar en breve condujeron a Lesmes a no retrasar m¨¢s el anuncio de su renuncia.