El bloqueo del PP causa ya el mayor estropicio de la Justicia en 44 a?os de democracia

El PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o agrava la situaci¨®n de la Justicia en Espa?a tras bloquear de nuevo la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, pendiente desde hace cuatro a?os, cuando la formaci¨®n conservadora pas¨® a la oposici¨®n. La crisis institucional afecta a uno de los pilares del Estado de derecho y pone en cuesti¨®n las reglas del juego en un sistema democr¨¢tico.

El partido que ha gobernado Espa?a 15 de los ¨²ltimos 44 a?os de la reciente etapa democr¨¢tica y que aspira a volver a hacerlo en breve incumple esas reglas del juego de manera reiterada en un aspecto especialmente sensible para la vida de las personas: la administraci¨®n de Justicia.

El ¨®rgano de gobierno de los jueces es clave para el buen funcionamiento de los tribunales (nombra a los principales altos cargos, adem¨¢s de decidir sobre comisiones de servicio, refuerzos y otras necesidades del Poder Judicial), es decisivo para el control de legalidad del trabajo de los jueces (aprueba sanciones disciplinarias para los profesionales que incumplen las normas de su profesi¨®n), y desempe?a funciones relevantes de fiscalizaci¨®n y asesoramiento en la tarea legislativa del Gobierno (a trav¨¦s de informes que no son vinculantes pero si preceptivos).

Cada cinco a?os, el Consejo General del Poder Judicial cambia su composici¨®n en funci¨®n de la distribuci¨®n del poder pol¨ªtico en el parlamento. Pero el PP ha roto con esa pr¨¢ctica, obligada por la Constituci¨®n y la Ley. Lo ha hecho una vez m¨¢s (ya ocurri¨® con el PP de Mariano Rajoy en la oposici¨®n), pero ahora de una manera m¨¢s dolorosa porque lleva cuatro a?os con el bloqueo, casi el mismo tiempo que dura el mandato de cada Gobierno de los jueces.

Para intentar justificar una posici¨®n contraria a la Constituci¨®n y a las reglas del juego de la democracia, el PP ha utilizado excusas de todos los colores desde que, tras pactar la renovaci¨®n en 2018, el acuerdo se frustr¨® cuando se conoci¨® la obscena intenci¨®n que se escond¨ªa tras uno de los nombramientos acordado: ¡°controlar la sala de lo Penal del Supremo por detr¨¢s¡±. El mismo partido que hab¨ªa pactado en 2018 esa renovaci¨®n con un beneficio claro, pues eleg¨ªa el nombre del presidente, ha bloqueado durante los cuatro a?os siguientes la renovaci¨®n del CGPJ.

El PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o forz¨® el jueves la ruptura de las negociaciones sobre el gobierno de los jueces. Lo hizo a trav¨¦s de una nota que pill¨® por sorpresa al presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, quien previamente hab¨ªa acordado con Feij¨®o una reuni¨®n el pr¨®ximo 2 de noviembre para seguir negociando.

El l¨ªder del PP y el n¨²cleo duro del partido, incluyendo a los principales presidentes auton¨®micos, se conjuraron para utilizar como excusa la rebaja de penas para la sedici¨®n. El Gobierno lleva prometiendo esta medida casi tres a?os para satisfacer a ERC y a los dirigentes independentistas fugados. Y de esta medida, forzado por ERC, ha vuelto a hablar hace dos semanas.

Pero los dirigentes del PP insistieron en que la rebaja de penas en el delito de sedici¨®n que nada ten¨ªa que ver con la negociaci¨®n para renovar el Poder Judicial. Cuentan que lo contaron as¨ª porque el Gobierno se hab¨ªa comprometido a no reformar el delito de sedici¨®n.

Pero cuando leyeron y escucharon que el presidente ten¨ªa en su agenda ese cambio del C¨®digo Penal, decidieron que el pacto era imposible. El nuevo bloqueo aumenta el drama que vive el Poder Judicial a cuenta de una reforma legal que el Gobierno impuls¨® para resolver el problema y que solo ha ayudado a provocar un enorme da?o al servicio p¨²blico de la justicia.

El Gobierno cambi¨® la Ley del Poder Judicial hace casi dos a?os para evitar que ese Consejo del Poder Judicial con el mandato caducado pudiera tomar decisiones relevantes, como el nombramiento de la c¨²pula judicial de los distintos tribunales. Y esa circunstancia, junto al bloqueo insistente del PP, ha causado un colosal estropicio en la administraci¨®n de Justicia, que ha desencadenado ya el mayor deterioro del sistema en democracia.

Dos salas del Tribunal Supremo, la contencioso-administrativa y la social, donde hay 10 magistrados menos como consecuencia de jubilaciones y fallecimientos, viven una situaci¨®n desesperada que afecta ya a miles de ciudadanos que tienen que esperar mucho m¨¢s tiempo para conocer las sentencias a sus recursos. Adem¨¢s, otros 60 altos cargos judiciales de tribunales superiores de Justicia o Audiencias Provinciales est¨¢n en funciones y pendientes de renovar.

El problema causado por el PP es may¨²sculo; las soluciones son de momento invisibles, y recuperar todo lo perdido en esta crisis llevar¨¢ meses, si no a?os.