El fiscal del ¡®caso Cursach¡¯, al borde del llanto tras retirar todas las acusaciones: ¡°Este procedimiento es un fracaso total¡±

El juicio por el caso Cursach, la investigaci¨®n durante nueve a?os en Mallorca de una de las mayores tramas de supuesta corrupci¨®n empresarial y policial de Espa?a, ha hecho honor esta semana a su enrevesada historia judicial con un desenlace ins¨®lito. El fiscal Tom¨¢s Herranz defendi¨® este mi¨¦rcoles, en su alegato final en el juicio, la inocencia de los procesados, y carg¨® contra la instrucci¨®n de la causa, dirigida por un juez y un fiscal que fueron apartados hace cuatro a?os y est¨¢n procesados por prevaricaci¨®n y detenci¨®n ilegal, entre otros delitos. ¡°Este procedimiento es un fracaso, un fracaso de la administraci¨®n de justicia, un fracaso total¡±, dijo Herranz en un turno de palabra en el que habl¨® al borde del llanto y carg¨® contra la investigaci¨®n de sus predecesores.

El caso pretend¨ªa demostrar la presunta connivencia del magnate del ocio nocturno Bartolom¨¦ Cursach con agentes de la polic¨ªa local de Palma para beneficiar los negocios del empresario. Hab¨ªa inicialmente 23 acusados, para los que se ped¨ªan altas penas de prisi¨®n; pero en junio, pocas semanas antes del inicio del juicio, la Fiscal¨ªa adelgaz¨® los cargos para todos ellos y, finalmente, los ha retirado. ¡°[Los acusados] No han hecho nada delictivo¡±, enfatiz¨® el fiscal. ¡°El cambio de la Fiscal¨ªa [al retirar su acusaci¨®n] obedece a un intento m¨ªnimo de reparar el da?o¡±, termin¨®. La emocionada intervenci¨®n de Herranz provoc¨® un aplauso de los abogados de todas las acusaciones y la puesta en pie de Bartolom¨¦ Cursach y del n¨²mero dos de su conglomerado empresarial, Bartolom¨¦ Sbert, sentados en primera fila. Dos d¨ªas antes hab¨ªa sido retirada la ¨²ltima acusaci¨®n contra ellos, por lo que quedar¨¢n absueltos. El juicio solo sigue vivo contra dos agentes de la polic¨ªa local de Palma, a quienes una de las acusaciones particulares imputa un delito de coacciones.

El fiscal argument¨® los motivos por los que hab¨ªa decidido retirar su acusaci¨®n y calific¨® este movimiento procesal como algo ¡°extraordinario¡± y ¡°grave¡±. ¡°Se produce muy pocas veces, y tan anormal es que, para que se produzca, el fiscal tiene que seguir unos tr¨¢mites¡±, explic¨®. Entre ellos, pedir autorizaci¨®n al fiscal jefe, cit¨®. Seg¨²n sus palabras, su informe final ten¨ªa como objetivo ¡°reconocer ante los acusados que han sufrido una injusticia¡±.

Miguel ?ngel Subir¨¢n, el primer fiscal del caso, y el juez Manuel Penalva, que inici¨® la instrucci¨®n, est¨¢n pendientes de ser enjuiciados por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares por presuntas irregularidades en esa investigaci¨®n, como amenazar a los sospechosos. En 2018 fueron apartados del caso y result¨® verdaderamente dif¨ªcil encontrar instructores para retomar unas pesquisas centradas en el due?o de un holding que manejaba las mejores discotecas de la isla, Pach¨¢ y BCM, por sospechas de que ten¨ªa a sueldo a polic¨ªas locales para beneficiarle a ¨¦l frente a empresarios competidores.

Entre los motivos por los que han terminado retir¨¢ndose las acusaciones, seg¨²n cit¨® el fiscal Herranz, est¨¢ el ¡°uso injustificado de testigos protegidos¡±, cuando muchos de ellos, dijo, no corr¨ªan riesgo y, por tanto, no deb¨ªan contar con esta f¨®rmula de protecci¨®n. ¡°Tenemos jurisprudencia que habla de los testigos protegidos. Una denuncia an¨®nima en el ¨¢mbito penal no puede considerarse una denuncia en el ¨¢mbito formal¡±, manifest¨®, para se?alar que habr¨ªa sido necesario un ¡°juicio de ponderaci¨®n reforzado¡± para valorar su verosimilitud. ¡°A fuego deber¨ªa estar grabado en el juzgado n¨²mero 12 [el que instruy¨® el caso] esta jurisprudencia, en el frontispicio¡±, censur¨® el fiscal. ¡°Quien llev¨® la instrucci¨®n de esta causa en los a?os 2016-2017 o desconoc¨ªa esta jurisprudencia o hizo ol¨ªmpico desprecio de la misma, porque aqu¨ª se han producido detenciones y se han acordado prisiones en base a testimonios de testigos protegidos an¨®nimos sin la verificaci¨®n de la credibilidad de los mismos¡±, prosigui¨®.

El fiscal subray¨® tambi¨¦n que las defensas hab¨ªan manifestado durante el juicio que no hab¨ªan podido conocer la instrucci¨®n hasta muy tarde. ¡°El legislador quiere que el debate sea p¨²blico, no quiere que sea secreto¡±, manifest¨®. ¡°?Qu¨¦ ha pasado aqu¨ª?¡±, se pregunt¨® el fiscal, al que escuchaba su compa?ero el fiscal anticorrupci¨®n de Baleares, Juan Carrau. Herranz se respondi¨® refiri¨¦ndose a la difusi¨®n de ¡°la calumnia¡±, en forma de ¡°brisa suave¡±. ¡°Esto es lo que hicieron algunos empresarios personados como acusaci¨®n particular cuando acudieron al juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 12 [...] Llegaron a las orejas del equipo instructor, juez, fiscal y grupo de blanqueo de capitales, y le susurraron a los o¨ªdos su versi¨®n y aturdieron el cerebro de este grupo de investigadores, que perdi¨® el sentido, y el resultado fue que se menoscab¨® la fama de los aqu¨ª acusados, y decimos que injustamente porque el resultado de la prueba practicada en este acto nos permite decirlo: no han hecho nada delictivo¡±, defendi¨®.

La instrucci¨®n se ha prolongado durante nueve a?os y ha sido muy compleja. Por ella han pasado tres jueces instructores y se han abierto varias piezas separadas. Tambi¨¦n ha vivido momentos en los que costaba trabajo encontrar a un magistrado que se hiciera cargo del caso. Al menos tres se inhibieron.

La acusaci¨®n fiscal ha ido desinfl¨¢ndose poco a poco. A diez d¨ªas del comienzo del juicio, los fiscales Juan Carrau y Tom¨¢s Herranz pidieron el sobreseimiento de la causa para siete personas y variaron de forma relevante el relato de su acusaci¨®n. La petici¨®n de condena para el principal imputado, Bartolom¨¦ Cursach, pas¨® de ocho a?os y medio de c¨¢rcel a 18 meses, por delitos de pertenencia a organizaci¨®n criminal y prevaricaci¨®n. Cuando arranc¨® el juicio, en el banquillo de la Audiencia Provincial de Palma se sentaron 23 personas. Junto a Cursach estaban procesados el n¨²mero dos de su conglomerado empresarial, Bartolom¨¦ Sbert, y otros tres trabajadores; 14 agentes y mandos de la polic¨ªa local de Palma; tres funcionarios y un ex cargo p¨²blico. Los delitos que se les atribu¨ªan iban desde pertenencia a organizaci¨®n criminal a prevaricaci¨®n, pasando por amenazas o revelaci¨®n de secretos. La ¨²nica acusaci¨®n particular que se mantiene en el proceso representa a un local de ocio y solo acusa a dos polic¨ªas municipales de Palma.

Sbert, mano derecha de Cursach, cont¨® este mi¨¦rcoles, en el turno de ¨²ltima palabra, lo dif¨ªciles que han sido estos a?os: ¡°Estuve a punto de suicidarme. Toni lo sabe. Ten¨ªa la mano en la barandilla de un puente¡±, dijo. Dirigi¨¦ndose al fiscal, afirm¨®: ¡°Deseamos y aceptamos la disculpa de todo el dolor que se nos ha hecho porque necesit¨¢bamos esas palabras [...] Creo que su disertaci¨®n final deber¨ªa emitirse en los programas de Derecho, deber¨ªan hablar de este caso en las universidades. Los que est¨¢n fuera de aqu¨ª no saben lo que ha pasado. [Para ellos] Seguimos siendo la mafia, seguimos siendo los malos. Pero ustedes han podido comprobar c¨®mo somos como seres humanos, c¨®mo somos a nivel familiar y c¨®mo hemos sido como empresarios. A partir de ah¨ª iremos reconstruyendo. Muchas gracias¡±. Sbert y Cursach se fundieron en un abrazo y la presidenta del tribunal, Samantha Romero, decret¨® el caso visto para sentencia.