Ares, el hombre del aparato socialista vasco
Estaba detr¨¢s de todas las decisiones del PSE, de las peque?as a las importantes
Rodolfo Ares, fallecido este jueves, fue conocido p¨²blicamente hacia el final de su carrera pol¨ªtica, en 2009, cuando Patxi L¨®pez, elegido lehendakari, le nombr¨® consejero de Interior del Gobierno vasco, donde le toc¨® afrontar los ¨²ltimos coletazos de ETA en estrecho contacto con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, titular de Interior del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero. Era un hombre de aparato, discreto. No se recuerda, por ejemplo, que sustituy¨® a Fernando Buesa como portavoz socialista en el Parlamento vasco, cuando fue asesinado. Pero, desde la sombra, su historia se cruza con la del socialismo vasco desde los inicios democr¨¢ticos hasta el final del terrorismo.
Su labor al frente de la Ertzaintza dej¨® huella en el final del terrorismo. Cre¨® una unidad especial formada por un nutrido grupo de analistas a escala local en coordinaci¨®n con las Fuerzas de Seguridad estatales, e impuls¨® una pol¨ªtica de tolerancia cero y de eliminaci¨®n de la impunidad del mundo etarra en los espacios p¨²blicos, acordadas con los ayuntamientos. Fueron decisiones muy eficaces en el final del terrorismo, apenas recordadas.
Para ese momento, Ares hab¨ªa hecho un largo recorrido en el aparato del PSE desde que ingres¨® en los albores de la democracia. En 1983 fue concejal del Ayuntamiento de Bilbao y luego parlamentario vasco. Pero fue, ante todo, un hombre de aparato, antes de que en 1997 fuera reconocido como secretario de Organizaci¨®n del PSE hasta 2014.
Su importancia en el aparato socialista fue evidente en el nombramiento de Nicol¨¢s Redondo Terreros como secretario general del PSE en 1997, en sustituci¨®n de Ram¨®n J¨¢uregui, y fue decisivo en el relevo de Redondo por Patxi L¨®pez en 2005. Ares hab¨ªa trabajado con ambos en el aparato. Pero como pol¨ªtico pragm¨¢tico entendi¨® que en Euskadi se abr¨ªa la etapa del final del terrorismo, y apost¨® por L¨®pez, en sinton¨ªa con el Gobierno de Zapatero. Apoy¨® la apuesta pol¨ªtica inteligente del di¨¢logo con ETA para dividir y aislar a quienes quer¨ªan continuar con el terrorismo que no contradec¨ªa el combate contra el terrorismo.
No jug¨® un papel sobresaliente en el proceso dialogado del fin de ETA. Pero Patxi L¨®pez y Rubalcaba lo tuvieron informado y contaron con ¨¦l para participar en la delegaci¨®n socialista, con Jes¨²s Eguiguren y el jurista G¨®mez Ben¨ªtez, en la ¨²ltima reuni¨®n, celebrada con ETA y Batasuna en Ginebra en mayo de 2007.
Ares se sent¨ªa c¨®modo en el papel de hombre necesario en la sombra. Estaba detr¨¢s de todas las decisiones del PSE, de las peque?as a las importantes. Protagoniz¨® con L¨®pez el acuerdo con el PP vasco para desbancar a Juan Jos¨¦ Ibarretxe de la presidencia del Gobierno vasco en 2009 por empe?arse en mantener su pol¨ªtica soberanista. Con Patxi L¨®pez como lehendakari, adem¨¢s de dirigir desde Euskadi la lucha antiterrorista, estuvo detr¨¢s de la V¨ªa Nanclares de reinserci¨®n; de las pol¨ªticas de memoria y del reconocimiento a las v¨ªctimas, para las que organiz¨® un congreso. Tuvo la satisfacci¨®n de participar en el fin del terrorismo en 2011 y poco despu¨¦s dej¨® la pol¨ªtica discretamente.
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