La bronca entre los socios de gobierno causa estupor en sus aliados parlamentarios
¡°El Gobierno se est¨¢ haciendo mucho da?o¡±, se?ala ??igo Errej¨®n, mientras que Ferran Bel, del PDeCAT, habla de ¡°vodevil¡± para referirse a los desencuentros por la reforma de la ¡®ley del solo s¨ª es s¨ª¡¯
¡°Esto es un vodevil¡±, coinciden Cuca Gamarra, portavoz del PP, y Ferran Bel, uno de los m¨¢s fieles aliados del Gobierno en representaci¨®n del PDeCAT. ¡°Un desprop¨®sito. El Gobierno se est¨¢ haciendo mucho da?o¡±, se duele ??igo Errej¨®n, otro apoyo casi inquebrantable del Ejecutivo. Despu¨¦s de Errej¨®n es Joan Baldov¨ª, de Comprom¨ªs, quien comparece en la sala de prensa del Congreso y el coro de lamentaciones prosigue: ¡°Quiero mostrar mi consternaci¨®n por lo que est¨¢ sucediendo con la ley del solo s¨ª es s¨ª¡±. Y despu¨¦s a¨²n llegar¨¢ Gabriel Rufi¨¢n, de ERC, para poner distancia con la pelea: ¡°Nosotros no vamos a contribuir al ruido¡±.
El ruido, cada vez mayor, era lo que se hab¨ªa desatado desde primera hora de la ma?ana de este martes, en medio del estupor de las formaciones que han sostenido durante los tres ¨²ltimos a?os al Ejecutivo de coalici¨®n, tras un nuevo y abrupto choque entre dirigentes del PSOE y de Unidas Podemos. Los reproches sobre la ley del solo s¨ª es s¨ª se volvieron cada vez m¨¢s ¨¢cidos a ra¨ªz de una entrevista de ?ngels Barcel¨® a la ministra de Justicia, Pilar Llop, en el programa Hoy por hoy de la Cadena SER, que soliviant¨® a destacados miembros de UP y al Ministerio de Igualdad. Los llamamientos a la responsabilidad de los aliados exteriores y las filigranas de otros dirigentes del socio minoritario del Ejecutivo como Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario, para no volcar m¨¢s gasolina en la hoguera, apenas lograron abrirse paso en medio del barullo que se hab¨ªa organizado con las palabras de Llop. Y, mientras, el PP contemplando con deleite el ¡°espect¨¢culo¡±. ¡°S¨¢nchez ha dado instrucciones de pasar al ataque contra la otra parte del Gobierno¡±, se apresur¨® a interpretar Gamarra.
En la SER, Llop comenz¨® diciendo que la norma elaborada por su colega Irene Montero ¡°es una gran ley¡± para a continuaci¨®n dedicarse a denunciar algunos aspectos ¡°muy graves¡± de ella. Escuchando a la ministra, cualquiera podr¨ªa haber olvidado que la parte socialista del Gobierno, sus diputados en el Congreso y sus senadores la respaldaron sin rechistar. Porque esta vez Llop ya no habl¨® de consecuencias ¡°indeseadas¡±, como han venido haciendo los socialistas. La titular de Justicia se refiri¨® a una cuesti¨®n que no estaba escondida entre ning¨²n pliegue oculto de la norma ni depend¨ªa de la interpretaci¨®n particular de un juez, sino que figuraba especificada de forma muy clara en la literalidad de su articulado: las penas establecidas para la agresi¨®n sexual con intimidaci¨®n, que, seg¨²n ella, son inferiores a las previstas en el C¨®digo Penal para el robo con violencia.
¡°Un robo con violencia o intimidaci¨®n se castiga con dos a cinco a?os de c¨¢rcel, pero hacer tocamientos a una mujer y darle una paliza se pena con uno a cuatro a?os de prisi¨®n¡±, ilustr¨® la ministra con timbre denunciador. Llop no contest¨® a la pregunta de por qu¨¦ entonces el PSOE no se opuso a ello en su momento y se dedic¨® a insistir cada vez con mayor ¨¦nfasis: ¡°?En qu¨¦ sistema democr¨¢tico puede suceder esto?, ?desde cu¨¢ndo vale m¨¢s la propiedad que la libertad sexual?¡±. Tres horas despu¨¦s de la entrevista a Llop, el presidente del Gobierno acud¨ªa al Congreso a aleccionar sobre la cuesti¨®n al grupo parlamentario socialista y afirmaba: ¡°Resulta evidente que, transcurridos unos meses de su entrada en vigor, la ley ha tenido algunos efectos indeseados en su aplicaci¨®n. Digo efectos indeseados y me quedo corto, porque nadie, ni el Ejecutivo, ni los grupos parlamentarios que la aprobaron, tuvimos como objetivo el que se rebajara la pena a ning¨²n agresor¡±
Con todo, no fue ese discurso de Llop lo que m¨¢s indign¨® en el Ministerio de Igualdad y en el n¨²cleo duro de Podemos. Lo que desat¨® lo m¨¢s profundo del furor tuitero de los dirigentes de esa formaci¨®n fue que la ministra afirmase que es ¡°muy sencillo¡± demostrar que en una violaci¨®n ha habido violencia. ¡°Con una herida ya se puede probar¡±, asegur¨®. Llop tocaba el punto clave de las desavenencias entre la propuesta del PSOE y las tesis de Igualdad. El ministerio de Montero sostiene que establecer un tipo penal para agravar las penas en caso de violencia supondr¨¢ que las mujeres agredidas volver¨¢n a pasar el ¡°calvario probatorio¡± de tener que demostrar que opusieron resistencia. Y las redes sociales de los principales dirigentes de Podemos rugieron de inmediato contra la titular de Justicia.
Ni el propio Pablo Iglesias, ese hombre que se dec¨ªa retirado de la pol¨ªtica, falt¨® a la cita. ¡°De nuevo, las mujeres deben probar que intentaron cerrar las piernas y se resistieron. De nuevo, el modelo penal de La Manada. Gracias, PSOE¡±, escribi¨® el exvicepresidente. Hasta hace unos d¨ªas, las dos partes hablaban de que esta deber¨ªa ser una ¡°discusi¨®n t¨¦cnica¡±. Ahora, el asunto ha descendido a otros territorios menos sutiles, como tildar a la ley anterior de ¡°C¨®digo Penal de La Manada¡±, un hallazgo sem¨¢ntico que se ha vuelto inseparable del discurso de cualquier dirigente de Podemos. Lo us¨®, entre muchos otros, su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, para insistir en la acusaci¨®n de que el PSOE quiere recuperar ese modelo.
La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, as¨ª como la secretaria de Estado de Igualdad, ?ngela Rodr¨ªguez, o la delegada del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, Victoria Rosell, alimentaron la avalancha de cr¨ªticas. Rodr¨ªguez, n¨²mero dos de Montero en el ministerio, respondi¨® as¨ª en una entrevista en El Salto Digital a la pregunta sobre la tensi¨®n dentro del Gobierno: ¡°Ll¨¢male tensi¨®n, ll¨¢male conflicto, ll¨¢male pol¨ªtica feminista¡ No pod¨ªamos dejar de contestar. Si no, ?para qu¨¦ existe un Ministerio de Igualdad?¡±.
La ley del solo es s¨ª ha acabado monopolizando tanto la actualidad que el PP ya no se ocupa de otra cosa. Se evidenci¨® como pocas veces en el pleno de este martes en el Senado, donde su portavoz, Javier Maroto, obvi¨® por completo la cuesti¨®n econ¨®mica en su pregunta a la vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o. Ni inflaci¨®n ni previsiones de PIB ni nada que se le parezca: Maroto atac¨® a Calvi?o con las rebajas de penas a agresores sexuales. Su compa?era Patricia Rodr¨ªguez Calleja tuvo la ocasi¨®n de preguntar directamente a Irene Montero y trat¨® de comprometerla ley¨¦ndole una lista de declaraciones cr¨ªticas sobre la ley de dirigentes socialistas. La ministra no entr¨® al trapo, aunque se sum¨® al coro de los que advierten de que no hay que volver al ya bautizado como ¡°C¨®digo Penal de La Manada¡±.
Los senadores socialistas no aplaudieron a Montero. S¨ª lo hizo su compa?era de espacio, la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, quien luego, en unas escuetas declaraciones en los pasillos, esquiv¨® las preguntas sobre Llop e intent¨® cerrar la borrascosa jornada con un mensaje conciliador. ¡°Cuando el Gobierno trabaja unido y en com¨²n, avanzamos en derechos¡±, subray¨® D¨ªaz. ¡°Hago un llamamiento a la serenidad y a encontrarnos, a tender la mano¡±. D¨ªaz ha evitado en los ¨²ltimos d¨ªas tanto las cr¨ªticas al PSOE como cualquier gesto que se pudiese interpretar como un desmarque de la posici¨®n de Podemos y remat¨® con un mensaje a todo el Ejecutivo: ¡°Sigamos trabajando por nuestro pa¨ªs, ensanchando derechos y dici¨¦ndole a la sociedad que vamos a cuidar la coalici¨®n progresista¡±.
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