La Audiencia Nacional exige arrepentimiento ¡°sincero¡± a los presos etarras para salir en semilibertad
Los autos que revocan 8 de los 10 terceros grados a reclusos de ETA esgrimen como argumento la falta de ¡°una petici¨®n expresa de perd¨®n a las v¨ªctimas de sus delitos¡±
La Audiencia Nacional ha revocado en los ¨²ltimos ocho meses el tercer grado o semilibertad a 10 presos de ETA a los que se lo hab¨ªa concedido el Gobierno vasco. La lectura de los autos en los que se adoptaron estas decisiones judiciales apuntan a un endurecimiento de los requisitos para que los reclusos etarras accedan a este beneficio penitenciario que permite que solo tengan que ir a prisi¨®n a dormir de lunes a jueves en la mayor¨ªa de los casos. Seg¨²n las resoluciones, a las que ha tenido acceso EL PA?S, en ocho de los casos el principal motivo esgrimido por los jueces para ordenar el reingreso en prisi¨®n de los etarras fue la supuesta falta de un arrepentimiento ¡°sincero¡± recogido en los escritos de petici¨®n de perd¨®n, por lo que no cumpl¨ªan el art¨ªculo 72.6 de la ley del Poder Judicial que exige ¡°una petici¨®n expresa de perd¨®n a las v¨ªctimas de sus delitos¡±.
En los otros dos casos, la Audiencia Nacional alega como principal argumento para revocar la semilibertad que los reclusos no hab¨ªan disfrutado a¨²n de permisos de salida, beneficio penitenciario que dichos autos consideran paso previo imprescindible con el que constatar que el recluso est¨¢ preparado para el r¨¦gimen abierto. Junto a ellos, los jueces tambi¨¦n hacen referencia a menudo al impago de la responsabilidad civil (la Ley del Poder Judicial establece que el condenado debe haberla pagado o, al menos, mostrado su disposici¨®n de hacerlo), la gravedad del delito o que el tiempo de condena restante es a¨²n elevado.
Desde que el Gobierno vasco asumi¨® la gesti¨®n de las c¨¢rceles, el 1 de octubre de 2021, ha concedido la semilibertad a 34 miembros de la extinta organizaci¨®n terrorista. De estos 34 casos, 24 han sido recurridos por la Fiscal¨ªa ¨Del 70%¨D ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia nacional, que, adem¨¢s de los 10 que ha revocado, ha confirmado por ahora siete, seg¨²n datos de Sare, una plataforma ciudadana de apoyo a los presos vascos. Las primeras revocaciones se produjeron en junio del a?o pasado, cuando el juez de Vigilancia Penitenciaria Jos¨¦ Luis de Castro orden¨® la vuelta a prisi¨®n de Jos¨¦ Ignacio Bilbao Gaubeca y Gorka Mart¨ªnez Ahedo. En ambos casos, el magistrado esgrimi¨® que el supuesto arrepentimiento que hab¨ªan mostrado en sendos escritos no era suficiente.
En el caso de Bilbao Gaubeca, del que el juez admit¨ªa que eran ¡°muchos los datos positivos existentes¡± sobre su comportamiento y evoluci¨®n penitenciaria, recalcaba que la carta en la que ped¨ªa perd¨®n no hab¨ªa personalizado este en ¡°aquellas personas sobre las que atent¨®¡±, entre los que estaban el exconsejero vasco del PNV Juan Mari Atutxa y del l¨ªder del PP vasco Carlos Iturg¨¢iz. Por ello, conclu¨ªa que se deb¨ªa ¡°potenciar la v¨ªa tratamental [el trabajo que con los reclusos hacen los profesionales penitenciarios para lograr su reinserci¨®n]¡± antes de concederle el tercer grado. Similares argumentos utiliz¨® en el caso de Mart¨ªnez Ahedo, de cuyo escrito de reconocimiento del da?o causado, el juez apuntaba que no cumpl¨ªa ¡°el requisito de petici¨®n expresa de perd¨®n a las v¨ªctimas de sus delitos¡±, a los que no hac¨ªa referencia. Adem¨¢s, se?alaba que el recluso ¨²nicamente hab¨ªa abonado entonces 160 euros de los m¨¢s de 340.000 euros de la responsabilidad civil a la que fue condenado.
La Audiencia Nacional no volvi¨® a revocar semilibertades de etarras hasta octubre. Entonces, fueron tres, en todos los casos de nuevo por considerar insuficientes sus escritos de petici¨®n de perd¨®n. El primero fue Xabier Atristain Gorosabel, al que el juez De Castro recrimin¨® que en el ¨²nico escrito que present¨® no formulase ¡°petici¨®n de perd¨®n alguna a las v¨ªctimas de delitos de terrorismo [de] ETA¡± y se limitase a hablar de ¡°su situaci¨®n y a la importancia de poder volver a un r¨¦gimen de semilibertad como medio para poder atender a su familia¡±. Del segundo, Aitor Esnaola Dorronsoro, el juez afirmaba que, si bien su actividad terrorista no produjo v¨ªctimas directas a las que pudiera pedir perd¨®n directamente, si deb¨ªa haberlo hecho a ¡°la generalidad de v¨ªctimas y familias¡±, algo que considera que no hac¨ªa en una carta en la que consideraba que hab¨ªa ¡°una ausencia de posici¨®n n¨ªtida ante las v¨ªctimas de terrorismo¡±.
Algo similar ocurri¨® con Mikel San Argimiro Isasa, al que el juez tambi¨¦n le reconoc¨ªa ¡°una evoluci¨®n muy positiva¡± e, incluso, que en sus escritos de arrepentimiento ¡°nombra a las personas que han sufrido las terribles consecuencias de sus actos¡±. Sin embargo, el magistrado consider¨® que estos textos inclu¨ªan ¨²nicamente un reconocimiento ¡°del da?o causado y el dolor producido¡±, pero no ¡°una petici¨®n de perd¨®n, o una manifestaci¨®n clara, que de manera inequ¨ªvoca permita concluir que efectivamente lamenta el da?o causado¡±.
En noviembre, el preso al que la Audiencia Nacional revoc¨® el tercer grado era el exjefe etarra Joseba Arregi Erostarbe, alias Fiti, al que el auto tambi¨¦n recriminaba el contenido de su carta de arrepentimiento. ¡°Llama poderosamente la atenci¨®n que una persona con tantos asesinatos a sus espaldas [11 muertos y 88 heridos destaca m¨¢s adelante en la resoluci¨®n] no haga una menci¨®n a sus v¨ªctimas y se dirija principalmente a ellas para pedirles perd¨®n¡± se?alaba el juez, que incid¨ªa en que no era suficiente ¡°una mera empat¨ªa a las v¨ªctimas ni una referencia gen¨¦rica al dolor causado¡± para acceder al r¨¦gimen abierto.
Las ¨²ltimas cuatro revocaciones son de 2023, con la magistrada Mar¨ªa Reyes Jimeno en sustituci¨®n de su compa?ero De Castro al frente del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. El 25 de enero la jueza revoca la libertad a Asier Rodr¨ªguez L¨®pez, al considerar que si bien ¡°se evidencian pasos importantes en la trayectoria y evoluci¨®n del interno¡±, consideraba que darle la semilibertad era prematuro porque el delito cometido (asesinato) era muy grave, ten¨ªa ¡°muchos a?os de condena pendiente¡± y a¨²n no hab¨ªa disfrutado de los permisos que deben constatar si est¨¢ preparado para el r¨¦gimen abierto. En su caso, el auto no hac¨ªa ninguna alusi¨®n al contenido de las cartas de arrepentimiento.
Tampoco se hac¨ªa en el de Asier Carrera Arenzana, al que se le revoc¨® la semilibertad el pasado 7 de febrero. De hecho, en su caso la jueza destacaba que un escrito de este preso ¡°lamentaba profundamente el sufrimiento causado a las familias¡± de sus v¨ªctimas, a las que citaba por su nombre, lo que valoraba como ¡°un avance importante en su evoluci¨®n¡±. Sin embargo, la magistrada dio m¨¢s peso a que estaba cumpliendo condena ¡°por delitos muy graves, tiene a¨²n muchos a?os de condena pendientes de cumplimiento [y] no ha iniciado el disfrute de permisos ordinarios como paso previo a la semilibertad¡±, como en el caso de Asier Rodr¨ªguez.
El contenido de las cartas volvi¨® a ser relevante en las dos ¨²ltimas revocaciones. La pasada semana se conoc¨ªa que la jueza Jimeno ordenaba la vuelta a prisi¨®n de Ainhoa Barbarin Yurrebaso, al considerar que hacer en un texto de arrepentimiento una referencia ¡°gen¨¦rica¡± a las v¨ªctimas ¡ª¡±todos y todas los que con mi actividad sufrieron¡±¡ª ¡°no satisface las existencia legales de declaraci¨®n expresa de repudio de sus actividades delictivas concretas ni de petici¨®n expresa de perd¨®n¡±.
En el caso de Juan Carlos Subijana Izquierdo, conocido este martes, la magistrada incid¨ªa en la misma idea al considerar que en sus escritos el etarra hab¨ªa evitado citar como terrorista a la banda arma y mostraba ¡°cierta equidistancia¡± al hablar de ¡°todas las v¨ªctimas¡±. En este caso, el auto a?ade como novedad plantear la necesidad del que etarra participe en un programa de justicia restaurativa, que incluye encuentros con v¨ªctimas, para ¡°corroborar la sinceridad del arrepentimiento¡±.
Pulsera telem¨¢tica para una etarra
La Sala Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado el tercer grado o semilibertad que el Gobierno vasco concedió el pasado junio a la presa de ETA María Lizarraga Merino y que ya antes había sido avalado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de avalarlo. Según el auto, la reclusa —que cumple una condena de 20 años por asociación ilícita y tenencia de explosivos— había presentado en mayo un escrito de arrepentimiento cuyo contenido fue respaldado por los profesionales penitenciarios de la cárcel donde esta recluida. Además, la resolución destaca que Lizarraga ya había disfrutado de salidas de prisión para hacer actividades sin que se produjeran “incidencias”, que en su actividad terrorista no había “víctimas concretas” ni responsabilidad civil que pagar, y que tenía apoyo familiar. Los magistrados también hacen hincapié en que tiene dos hijas pequeñas (una de tres años y la otra de pocos meses) y, por tanto, “responsabilidades familiares”. Por ello, el auto concluye que es “adecuado” que disfrute del tercer grado “en modalidad telemática”, es decir, bajo el control de una pulsera que le permitirá no tener que ir a prisión ni a dormir, con la única limitación de tener que estar en su domicilio a partir de una hora determinada de la noche hasta la mañana siguiente. La Fiscalía, en línea con los recursos que ha presentado contra las semilibertades de otros puestos, se había opuesto al régimen abierto de Lizarraga al considerar que aquel escrito de mayo no expresaba, en su opinión, “un verdadero arrepentimiento y repudio de sus concretos actos delictivos”.
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