La ¡°estafa del buen empleado¡± que asume la ¡®misi¨®n de salvar a la empresa¡¯

Suena el tel¨¦fono en el establecimiento. Un trabajador atiende la llamada y, al otro lado, una persona se hace pasar por el representante de una gestor¨ªa, una empresa de mensajer¨ªa o una de servicios, y le solicita el pago urgente de una cuant¨ªa para evitar que la entidad para la que trabaja la v¨ªctima sea sancionada. Las excusas son variadas: el dinero es necesario para que llegue un sobre con documentaci¨®n delicada clave para renovar la licencia del local o hay un cargamento de productos perecederos bloqueado a la espera de que se abonen las tasas necesarias para su env¨ªo. Los argumentos var¨ªan en funci¨®n de la empresa, pero hay un elemento en com¨²n: se trata de una estafa. Solo en las dos ¨²ltimas semanas, el Grupo de Delincuencia Econ¨®mica y Tecnol¨®gica de Polic¨ªa Nacional de Navarra ha registrado cerca de una decena de denuncias por este motivo en territorio foral. Un incremento sustancial de la incidencia de este tipo de delitos en una comunidad tan peque?a como es Navarra. No es algo ¨²nico, se han registrado casos similares en otras zonas del territorio nacional.

Un porcentaje importante de las entidades afectadas son empresas y establecimientos hosteleros de peque?o o mediano tama?o, seg¨²n detallan desde el grupo investigador. Una de las claves del ¨¦xito de la estafa es la forma en la que se ganan la confianza del trabajador. Los timadores, explican desde Polic¨ªa Nacional, utilizan en la conversaci¨®n datos personales de la empresa y del responsable del empleado: saben su nombre, los negocios que tiene y otros datos que obtienen a trav¨¦s de redes sociales y de fuentes abiertas.

Es entonces cuando el estafador alega que el establecimiento debe pagar una cuant¨ªa determinada para recibir alg¨²n tipo de documento o materia prima o para evitar ser sancionado. En los casos denunciados, el timador advierte al empleado de que, si no se abona la cuant¨ªa demandada, el establecimiento tendr¨¢ que cerrar y pagar una multa cuantiosa, de m¨¢s de 10.000 euros en algunos casos. Los embaucadores ofrecen al empleado la posibilidad de realizar el pago a trav¨¦s de diferentes tarjetas o aplicaciones de env¨ªo de dinero. Llegan a ofrecer n¨²meros de cuenta usurpados a terceras personas o alojados en entidades virtuales que operan fuera de Europa, por lo que su posterior rastreo es muy complicado.

Si ninguna de estas opciones es factible en el momento, los criminales le ofrecen al trabajador la opci¨®n de ir a comprar una tarjeta pre-pago de saldo virtual por el valor requerido. En este ¨²ltimo supuesto el rastreo del dinero se vuelve casi imposible, puesto que estas tarjetas pueden utilizarse en cualquier parte del mundo. Basta con que el empleado, que las puede adquirir en cualquier estanco, comunique por tel¨¦fono a los criminales el c¨®digo que aparece en el documento.

Los estafadores advierten al trabajador de que tiene poco tiempo, un plazo muy breve de tiempo para realizar el pago, y este, que cree actuar por el bien de su empresa, paga utilizando el dinero de la entidad ¨Cpor ejemplo, el efectivo disponible en la caja¨C o el suyo propio si no hay fondos suficientes en el local de la empresa. Las v¨ªctimas creen que su responsable les agradecer¨¢ el gesto y que les reembolsar¨¢ la cuant¨ªa. Una de las denunciantes reconoce haber pagado de su propio bolsillo 1.500 euros, si bien, las cuant¨ªas estafadas pueden ser mucho mayores, de hasta 5.000 euros.

La capacidad de los estafadores para embaucar a las v¨ªctimas es notable, aseguran desde el grupo investigador. Se ha dado incluso el caso de un trabajador que acudi¨® a un estanco para adquirir una tarjeta prepago virtual y, a pesar de que el dependiente le advirti¨® de que pod¨ªa ser una estafa, la v¨ªctima se mostr¨® confiada en su acci¨®n, al creer que estaba haci¨¦ndole un favor a su empresa.

Desde el cuerpo policial recomiendan desconfiar de las llamadas en las que se solicita un pago de forma urgente. Si se recibe una, aconsejan cortar la llamada y comunicarse directamente con los responsables de su empresa o contactar con Atenci¨®n al Cliente de la entidad que demanda el pago, evitando siempre dar datos personales. Si se sospecha que es un timo, es preciso avisar lo antes posible a las fuerzas policiales.