Pascual Sala, expresidente del Poder Judicial: ¡°Los vocales podr¨ªan forzar la renovaci¨®n con dimisiones¡±
El magistrado, que en 1996 tuvo que afrontar una situaci¨®n de bloqueo del ¨®rgano de gobierno de los jueces similar a la actual, considera que ahora podr¨ªa recurrirse al mismo remedio que se emple¨® entonces para resolver el problema
El expresidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo Pascual Sala, que en 1996 tuvo que afrontar una situaci¨®n de bloqueo del ¨®rgano de gobierno de los jueces similar a la actual, considera que ahora podr¨ªa recurrirse al mismo remedio que se emple¨® entonces para resolver el problema, mediante una ¡°dimisi¨®n colectiva¡± de vocales, en n¨²mero suficiente para que no hubiera qu¨®rum y fuese ineludible renovar la instituci¨®n. Sala explica a EL PA?S que entonces los efectos de la falta de acuerdo para desbloquear el Consejo fueron mucho menos graves que en la actualidad, porque el retraso fue solo de unos meses, pero que los miembros de la instituci¨®n lograron ponerse de acuerdo para forzar la situaci¨®n sin necesidad de que tuvieran que renunciar todos.
¡°En aquel caso bast¨®¡±, recuerda Sala¡±, con que dimitieran seis vocales, los suficientes en ese momento para que careciera de sentido la permanencia del resto, ya sin qu¨®rum¡±. En la situaci¨®n actual, en que el Consejo est¨¢ compuesto por 18 vocales, la falta de qu¨®rum se producir¨ªa con 8 dimisiones, que dejar¨ªan al ¨®rgano de gobierno con 10 integrantes, cuando el qu¨®rum necesario para tomar decisiones es de 11.
¡°En 1996 correspond¨ªa renovar el Consejo del Poder Judicial, pero hab¨ªa un proceso electoral en marcha y los contactos para lograrlo se demoraron unos meses. Despu¨¦s de las elecciones a las Cortes ya ten¨ªan la posibilidad de renovar y se lo hice notar. Pero me dieron largas y entonces dimitieron los vocales necesarios para dejar inservible el Consejo, e inmediatamente las Cortes renovaron la instituci¨®n. De manera que hay un caso real, un precedente, que es el m¨ªo, en que los relevos se consiguieron as¨ª, dimitiendo los vocales necesarios para que el Consejo quedara inservible por falta de qu¨®rum para tomar decisiones. Finalmente, as¨ª se logr¨® la renovaci¨®n en tiempos del PP de Aznar, que es el que hab¨ªa ganado las elecciones¡±.
Pascual Sala a?ade que ¡°ahora se podr¨ªa actuar del mismo modo, claro que s¨ª¡±. El que fue presidente de la c¨²pula judicial entre 1990 y 1996 explica que no quiere dar consejos a nadie ni inmiscuirse en la labor de los actuales vocales. Considera, sin embargo, que el suyo es un precedente a tener en cuenta, m¨¢xime en situaciones extremas como la actual, en que el ¨®rgano de gobierno de la magistratura lleva ya m¨¢s de cuatro a?os pendiente de renovaci¨®n y en diciembre pr¨®ximo habr¨¢ doblado el per¨ªodo de su mandato natural de cinco a?os si la legislatura termina sin un acuerdo para cambiar esta situaci¨®n.
Sala subraya que una salida de este tipo no requiere muchos tr¨¢mites. ¡°Basta con que el presidente del Consejo acepte las dimisiones¡±. A?ade que a su juicio no puede haber ninguna responsabilidad administrativa ni de otro tipo por un conjunto de dimisiones, ya fueran de algunos o de todos los miembros del ¨®rgano de gobierno de los jueces. ¡°Con las dimisiones aceptadas, el Consejo se queda inservible, completamente inactivo el gobierno de un poder del Estado¡±. Sala estima asimismo que el presidente que admitiera este tipo de renuncias tampoco incurrir¨ªa en responsabilidad legal alguna, m¨¢xime habida cuenta de que se tratar¨ªa de una decisi¨®n para facilitar el cumplimiento de la propia Constituci¨®n, que establece que el Consejo General del Poder Judicial tiene que renovarse cada cinco a?os, un mandato que no es disponible, a voluntad del destinatario.
El expresidente del Poder Judicial considera que hace ya mucho tiempo que hubieran tenido que ponerse en pr¨¢ctica las medidas oportunas para conducir a una renovaci¨®n del Consejo. ¡°Al cumplirse un a?o sin renovaci¨®n ya hubieran tenido que ponerse en pr¨¢ctica las medidas necesarias para desbloquear la situaci¨®n. Yo no quiero desautorizar al actual Consejo. Yo no he querido ni quiero intervenir, claro est¨¢. En el Consejo ya saben lo que pas¨® en la renovaci¨®n del 96. No se puede demorar al doble de su mandato un ¨®rgano constitucional. Las renuncias hubieran podido potenciar la renovaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta que nadie puede obligar a los vocales a dejar su puesto, esto tambi¨¦n es importante¡±.
Para Pascual Sala, lo m¨¢s relevante es en todo caso tomar en consideraci¨®n que una salida as¨ª de la crisis que atraviesa el Poder Judicial es leg¨ªtima y tiene el precedente exitoso del episodio que ¨¦l mismo y los vocales del Consejo que presidi¨® decidieron poner en marcha. ¡°Entonces el retraso de la renovaci¨®n fue solo de unos meses, y en circunstancias especiales, porque hab¨ªa habido un proceso electoral en medio. Imagin¨¦monos si estar¨ªa justificado y tendr¨ªa sentido ahora, con cuatro a?os y cuatro meses de retraso en la renovaci¨®n¡±. Una vez tomado el acuerdo y obtenida la situaci¨®n de hecho que desbloqueaba el Consejo, ¡°no me consta que nadie sufriera consecuencia alguna en sus intereses ni protest¨® en absoluto por las decisiones tomadas¡±. Las Cortes tomaron nota de lo sucedido y hubo acuerdo ¡°entre el PP, que hab¨ªa ganado las elecciones, y el PSOE para renovar el Consejo¡±.
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