Los vocales progresistas estudian si su dimisi¨®n provocar¨ªa la par¨¢lisis del Poder Judicial
La idea de una renuncia en bloque pierde fuerza ante la posibilidad de que el ¨®rgano de gobierno de los jueces quedara en manos de los conservadores
Los vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) est¨¢n estudiando si una eventual renuncia colectiva a sus cargos supondr¨ªa una paralizaci¨®n efectiva del ¨®rgano de gobierno de los jueces. Lo van a debatir este martes, en la reuni¨®n que tienen preparada para la tarde, con objeto de analizar c¨®mo orientar sus pasos ante el pleno convocado para el pr¨®ximo jueves. La posibilidad de una dimisi¨®n en bloque sigue estando en el aire y de hecho no se ha tratado a fondo entre ellos. Los contactos de estos d¨ªas previos a dicho pleno han de servir para comprobar si existe realmente una posibilidad de que la marcha de ocho integrantes del Consejo ¡ªlos que suma el grupo progresista, contando a Enrique Lucas, que algunas veces se ha desmarcado¡ª iba a generar una situaci¨®n que obligase al PSOE y al PP a retomar sus negociaciones, para no dejar al Poder Judicial sin gobierno y a la deriva.
La renuncia de la vocal Concepci¨®n S¨¢ez, nombrada a propuesta de IU, abri¨® la posibilidad de que hubiera otras dimisiones en el grupo progresista del Consejo. El vocal ?lvaro Cuesta, designado a iniciativa del PSOE, se mostr¨® partidario de explorar esta posibilidad. Pero se trata de una hip¨®tesis que sigue sobre la mesa sin que haya avanzado en los ¨²ltimos d¨ªas. El ¨²nico compromiso entre los miembros del citado sector es el de reunirse este martes y estudiar las consecuencias de una medida de este tipo. Hay vocales progresistas que a priori no ven en una salida colectiva soluci¨®n alguna para el bloqueo que sigue planteado para la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de los jueces. Pero todos se han dado garant¨ªas de su disposici¨®n a discutir el asunto. Ello incluye a los vocales Roser Bach, Mar Cabrejas y Enrique Lucas, en principio contrarios a dichas renuncias.
En todo caso, en los contactos previos a la reuni¨®n de hoy ha perdido cierta fuerza la idea de la dimisi¨®n en bloque. El propio ?lvaro Cuesta ha hablado de que una renuncia es por su propia naturaleza una decisi¨®n individual. Y adem¨¢s, tiene que ser aceptada por el presidente suplente del Consejo, Rafael Mozo. No basta, por tanto, con presentarla. De ah¨ª que se subraye la hip¨®tesis de dimisiones individuales, sin necesidad de definir esas renuncias como una estrategia de bloque. Ahora bien, para que las renuncias tuvieran alguna consecuencia y efectividad ser¨ªa preciso que el n¨²mero de salidas del ¨®rgano de gobierno de los jueces hiciera inviable la reuni¨®n de su pleno, que requiere un qu¨®rum de 11 vocales.
De ah¨ª que la discusi¨®n est¨¦ centrada ahora en c¨®mo explicar las dimisiones, si se producen, y en c¨®mo conseguir que puedan conducir realmente a la renovaci¨®n del Consejo del Poder Judicial. Esta es la cuesti¨®n esencial y puede acabar frenando las renuncias. Entre los vocales progresistas hay quienes est¨¢n convencidos de que su marcha s¨®lo iba a favorecer que el sector conservador del ¨®rgano de gobierno de los jueces se hiciera con las riendas de la instituci¨®n. Y que desde esa posici¨®n permaneciera a la espera de que una hipot¨¦tica victoria del PP en las pr¨®ximas elecciones generales condujera a la derogaci¨®n de la reforma legal que prohibi¨® los nombramientos de altos cargos judiciales, para efectuarlos eligiendo a jueces m¨¢s o menos afines.
La idea de la dimisi¨®n en bloque, por tanto, tampoco gana terreno por este lado. Al mismo tiempo, entre los vocales progresistas tambi¨¦n hay quien est¨¢ convencido de que un Consejo que mantuviera s¨®lo los diez vocales de procedencia conservadora no podr¨ªa desarrollar ni las m¨ªnimas funciones, lo que conducir¨ªa indefectiblemente a que el Parlamento tuviera que tomar medidas ante una situaci¨®n de emergencia. Pero de momento no hay seguridad sobre qu¨¦ camino tomar y c¨®mo resolver el dilema. El objetivo com¨²n en dicho grupo no es poner en pr¨¢ctica la opci¨®n del ¡°cuanto peor, mejor¡±, sino comprobar si hay margen para desatascar la situaci¨®n del Consejo y evitar que esta legislatura pase a la historia como aquella en que fue imposible renovar el ¨®rgano de gobierno de los jueces. En paralelo, entre los conservadores tambi¨¦n existe debate, porque algunos vocales de este signo son partidarios de que el Consejo efect¨²e los nombramientos de magistrados que podr¨ªan ocupar plazas del Supremo que fueron convocadas antes de que entrara en vigor la reforma legal para prohibirlos. Un dato este que tambi¨¦n act¨²a como freno para los vocales progresistas partidarios de la renuncia de todos los integrantes de este grupo, por temor a que una decisi¨®n de este tipo se volviera contra sus propios objetivos e intereses.
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