Interior busca empresa para quemar alijos de droga a 990 euros la tonelada
El ministerio quiere incrementar su capacidad de destrucci¨®n tras incinerar el a?o pasado 474.012 kilos de estupefacientes
Una tonelada de coca¨ªna, con el 72% de pureza que habitualmente tienen los grandes alijos que llegan a Espa?a, se paga en el mercado negro a 30 millones de euros, seg¨²n las estimaciones de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil. Una de hach¨ªs, a dos millones. Sin embargo, destruir una u otra por incineraci¨®n cuesta mucho menos. Exactamente, 990 euros, IVA incluido, seg¨²n el expediente de una reciente licitaci¨®n puesta en marcha por el Ministerio del Interior para aumentar su capacidad de destrucci¨®n de alijos. El a?o pasado, Interior destruy¨® por orden judicial 1.231 toneladas de droga, de las que algo m¨¢s de un tercio, 474.012 kilos, lo fueron precisamente por quema en grandes hornos industriales, en su inmensa mayor¨ªa hach¨ªs y coca¨ªna, seg¨²n las estad¨ªsticas del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente de la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad.
El concurso, que se encuentra paralizado por ¡°razones de seguridad¡± y en el que Interior hab¨ªa presupuestado gastar 148.500 euros para quemar 150 toneladas en un a?o, es consecuencia de la eficacia policial contra el narcotr¨¢fico. Los grandes alijos intervenidos se han convertido en ¡°uno de los principales problemas log¨ªsticos a los que se enfrentan en la actualidad¡± los cuerpos policiales por el problema de seguridad que supone su almacenamiento, seg¨²n reconoc¨ªa hace un a?o Interior en un documento interno.
Tras el robo en 2012 de 290 kilos de coca¨ªna de un dep¨®sito de C¨¢diz, se impuls¨® un protocolo para evitar, precisamente, la acumulaci¨®n de miles de kilos de droga en locales oficiales. Desde entonces, se han sucedido las medidas para que los jueces autoricen la destrucci¨®n de la droga intervenida lo m¨¢s r¨¢pido posible. Seg¨²n la ¨²ltima memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado, en la actualidad, el plazo oscila entre mes y medio y tres meses. Eso s¨ª, siempre quedan muestras de los alijos ¡°para garantizar ulteriores comprobaciones o investigaciones¡± antes de la celebraci¨®n de los juicios contra los narcotraficantes.
Para la destrucci¨®n, Interior emplea dos sistemas: lo que denomina ¡°eliminaci¨®n t¨¦rmica¡± o incineraci¨®n, destinado a coca¨ªna, hach¨ªs y otros tipos de drogas y sustancias vinculadas a ellas ¡ªcomo los precursores que se emplean para elaborarlas o los productos donde van camuflados¡ª, y el desbrozado, triturado y posterior traslado a vertederos para su mezcla con deshechos en el caso de las plantas de cannabis. Seg¨²n detalla el CITCO, para el primero Interior mantiene en la actualidad acuerdos con cinco empresas con hornos, que se someten a un estricto protocolo de seguridad que incluye la presencia permanente de agentes de polic¨ªa durante el proceso de destrucci¨®n, tras el que se elabora un acta que se env¨ªa a la autoridad judicial. En este documento se recoge la identificaci¨®n de los polic¨ªas intervinientes, el n¨²mero de bultos, el peso bruto del alijo, una descripci¨®n de este e, incluso, el pesaje del cami¨®n que hizo el transporte a la entrada de las instalaciones (con la carga) y a la salida (sin la carga).
Interior no facilita informaci¨®n sobre cu¨¢les son estas mercantiles colaboradoras, a petici¨®n de las mismas. ¡°No quieren que se las se?ale¡±, explican fuentes de Interior. No obstante, entre ellas est¨¢ desde hace a?os la empresa p¨²blica asturiana Cogersa, especializada en el reciclado de residuos, y con la que el ministerio tiene un contrato hasta final de a?o, seg¨²n confirman fuentes de la compa?¨ªa. La mayor parte de estas empresas est¨¢n situadas en la zona norte de la Pen¨ªnsula, lo que obliga a que, por ejemplo, los numerosos alijos aprehendidos en Andaluc¨ªa tengan que recorrer largos trayectos por carretera, con el consiguiente riesgo que obliga a hacer un importante despliegue policial de seguridad. El concurso ahora anulado pretend¨ªa, precisamente, utilizar un horno situado en una zona c¨¦ntrica de Espa?a para que la droga intervenida ¡°en la zona centro-sur de la Pen¨ªnsula¡± no tuviera que hacer viajes tan largos. Finalmente, la pasada semana, Interior anul¨® la adjudicaci¨®n del contrato a una empresa con sede en Castilla-La Mancha, con la que hab¨ªa formalizado el contrato el 27 de marzo, seg¨²n el expediente de licitaci¨®n.
Empresas de jardiner¨ªa
Para las plantaciones de marihuana el sistema es diferente. ¡°En el caso de peque?as plantaciones son los propios agentes los encargados de desmantelar las plantaciones, pero en las grandes extensiones se contratan empresas del sector privado que con sus conocimientos y medios t¨¦cnicos est¨¦n en disposici¨®n de desarrollar estos trabajos, siempre bajo la vigilancia y direcci¨®n de las propias fuerzas policiales¡±, detallan fuentes del CITCO.
Interior ya contrat¨® el a?o pasado, con un coste de 163.350 euros, a empresas de jardiner¨ªa para desmantelar las grandes plantaciones, las que cuentan con m¨¢s de 10.000 plantas, y proceder cuando se pudiera a su destrucci¨®n in situ, uno de los objetivos que el ministerio se fij¨® en el Plan contra la Criminalidad Organizada asociada a la Producci¨®n y Tr¨¢fico de Marihuana, presentado en diciembre de 2021. El a?o pasado, Interior destruy¨® 757.602 kilos de plantas de cannabis, seg¨²n los datos del CITCO. ¡°Los trabajos a realizar por las empresas, bajo vigilancia policial, incluyen el arrancado de las plantas, previa extracci¨®n de muestras, ensacado y traslado al lugar que determine la autoridad judicial, que puede ser directamente la eliminaci¨®n o conservaci¨®n durante el tiempo que se determine¡±, a?aden fuentes del mismo organismo.
Hasta el momento en el que se contrataron estas compa?¨ªas, el ministerio hab¨ªa apostado por la compra de m¨¢quinas destructoras de biomasa (desde 2017 ha adquirido cerca de medio centenar) que manejaban los propios agentes para hacer frente a los problemas que ocasionaba, tanto de seguridad como de salubridad, la acumulaci¨®n de estas plantas en almacenes policiales hasta que el juez decid¨ªa su destrucci¨®n. Sin embargo, estas trituradoras se han demostrado insuficientes tras constatar el exponencial aumento de las incautaciones de plantas de cannabis registrado en los ¨²ltimos a?os que han situado a Espa?a a la cabeza de la producci¨®n de esta droga en Europa: en 2021 fueron m¨¢s de tres millones, lo que supuso un incremento pr¨®ximo al 100% respecto al a?o anterior, en el que fueron 1,7 millones. Interior a¨²n no ha facilitado datos sobre las aprehendidas el a?o pasado.
M¨¢s coca¨ªna y marihuana, pero la mitad de hach¨ªs
Las Fuerzas de Seguridad batieron el año pasado todos los récords de aprehensión de droga con la incautación de 676,2 toneladas de hachís, 48,8 de cocaína y 130,1 de marihuana, según la estadística anual que elabora el Ministerio del Interior. El departamento de Fernando Grande-Marlaska aún no ha hecho públicos los datos referidos a 2022, aunque el Informe Anual de Seguridad Nacional, que elabora Presidencia del Gobierno, apunta que los alijos de cocaína y marihuana intervenidos el año pasado continuaron su tendencia al alza. No así los de hachís, que se desplomaron.
Según recoge una infografía incluida en este último documento, la cocaína incautada se situará en torno a las 60 toneladas y la marihuana, cerca de las 145. Sin embargo, la cantidad de hachís intervenido se quedaría en torno a 325 toneladas, algo menos de la mitad que el año anterior. Hay que remontarse a 2017 para encontrar una cifra tan baja.
La fiscal antidroga de Andalucía, Ana Villagómez, señalaba recientemente a EL PAÍS esta tendencia: “Ha descendido drásticamente, casi a la mitad”. Los alijos a plena luz del día en las playas del Campo de Gibraltar o en la desembocadura del río Guadalquivir ya no son tan usuales como han sido años anteriores, aunque Villagómez no se atreve a aventurar el motivo. “No lo sabemos. Lo que está claro es que no es debido a que espontáneamente desaparezca la criminalidad, sobre todo porque no hay desabastecimiento de droga. Quizás esté entrando por otro lado y no nos enteramos”, apuntaba.
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