¡®Plomo¡¯ policial para pacificar Ceuta
La Operaci¨®n Plomo desplegada hace un a?o por la muerte del joven Ibrahim deja dos bandas rivales descabezadas y 82 detenidos, pero genera incertidumbre sobre qu¨¦ ocurrir¨¢ en la barriada de El Pr¨ªncipe a partir de ahora
El 16 de abril de 2022, Ibrahim B., de 16 a?os, viajaba en la parte de atr¨¢s de su moto por una calle de Ceuta cuando fue tiroteado. El chaval muri¨® horas m¨¢s tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital universitario de la ciudad. La tensi¨®n en la barriada Pr¨ªncipe Alfonso, la m¨¢s conflictiva de la ciudad aut¨®noma, se dispar¨®. Para controlar la situaci¨®n, la Polic¨ªa Nacional puso en marcha la Operaci¨®n Plomo, que reforzaba la presencia de agentes en la calle e impulsaba varias l¨ªneas de investigaci¨®n contra las dos bandas que se enfrentan en la zona: los Piolines y los Tayenas, denominadas as¨ª por los alias de sus l¨ªderes. Los agentes han realizado desde entonces 82 detenciones que han permitido resolver dos homicidios y seis secuestros. Hasta 38 de esas personas se encuentran en prisi¨®n provisional. Entre ellas, Ismael M. A., Piol¨ªn, localizado el viernes pasado en Manilva (M¨¢laga, 17.157 habitantes) tras una compleja b¨²squeda. Se le imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, lesiones y tenencia il¨ªcita de armas. Tiene 14 reclamaciones judiciales en vigor.
Despu¨¦s de tres a?os de relativa calma debido a la pandemia y la crisis migratoria de mayo de 2021, la muerte de Ibrahim, que simplemente pasaba por all¨ª en el momento m¨¢s inoportuno, volvi¨® a poner al barrio del Pr¨ªncipe en el foco y la noche fue de las m¨¢s violentas en cuatro d¨¦cadas. Los agentes recogieron casi un centenar de casquillos de bala al amanecer. La tensi¨®n hab¨ªa ido escalando desde que la compraventa de una vivienda de un antiguo narcotraficante que muri¨® en el Estrecho de Gibraltar gener¨® la rivalidad entre Piolines y Tayenas, seg¨²n fuentes policiales. Son bandas formadas por j¨®venes, muchos de ellos menores, que hacen uso habitual de armas de fuego ¡ªincluso ametralladoras Uzi¡ª y se exhiben en redes sociales. Tienen hasta una flota de drones para controlar qui¨¦n entra o sale de sus territorios. ¡°Son zonas muy reducidas, cada uno tiene su ¨¢rea de influencia, pero tambi¨¦n chocan¡±, insisten las mismas fuentes policiales. ¡°Lo mismo pegan un tiro a quien creen que es una amenaza como al que pertenece al bando rival, o a uno del propio bando, a modo de aviso para navegantes¡±, se?alaba otro agente a EL PA?S el oto?o pasado.
Su juventud implica menos experiencia, m¨¢s impaciencia y m¨¢s facilidad para picarse entre ellos. Por eso el conflicto degener¨® en una espiral de violencia con tiroteos cotidianos. En uno de ellos falleci¨® Ibrahim y la Polic¨ªa Nacional respondi¨® con un trabajo enfocado desde varios puntos de vista. A un lado, arrancaron una investigaci¨®n con un planteamiento claro: la rivalidad entre bandas. Esa labor discreta se hizo en paralelo a una m¨¢s visible: una mayor vigilancia de la barriada con patrullas preventivas, tambi¨¦n algunas de paisano, adem¨¢s del apoyo de drones. Identificaciones, entradas y registros en domicilios y otras muchas actuaciones fueron poco a poco dando resultado.
La presencia policial ha sido tan activa que cuando el pasado 10 de octubre fue el militar espa?ol Dris Amar, de 37 a?os, fue tiroteado en el garaje de su casa, varios agentes se encontraban apenas a seis metros. Ese mismo d¨ªa fueron detenidas cuatro personas, presuntos autores de los hechos. Ese oto?o, la Polic¨ªa dio pr¨¢cticamente por desarticulado el clan de los Tayena, ya que hab¨ªan ca¨ªdo sus principales cabecillas. Su l¨ªder, no. Sin embargo, muri¨® hace dos semanas, el 12 de abril, al otro lado del Estrecho, en Los Barrios (C¨¢diz, 24.069 habitantes). Recibi¨® un disparo en el abdomen por parte de su lugarteniente, un joven de 19 a?os posteriormente arrestado.
Ca¨ªda de ¡®Piol¨ªn¡¯
Tambi¨¦n en la Pen¨ªnsula fue detenido el jefe de la banda rival, Piol¨ªn, en una actuaci¨®n de la que pocos polic¨ªas ten¨ªan conocimiento. Una investigaci¨®n de meses llev¨® a los investigadores hasta el litoral malague?o. La semana pasada consiguieron su ubicaci¨®n concreta: un apartahotel en Manilva, muy cerca ya de la provincia de C¨¢diz. Hasta all¨ª se desplaz¨® un amplio operativo con la intenci¨®n de asegurarse su arresto, entre los que estaban miembros del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de la Costa del Sol en apoyo de los agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Polic¨ªa Nacional de Ceuta, que llevaba semanas desplazados en la pen¨ªnsula. Piol¨ªn es peligroso e iba armado, pero la detenci¨®n fue limpia. Considerado l¨ªder de una de las bandas que act¨²an en Ceuta, Campo de Gibraltar y en la Costa del Sol, sobre ¨¦l constaban 14 reclamaciones judiciales, seg¨²n han informado desde el Ministerio del Interior. Fue trasladado m¨¢s tarde en ferry hasta la localidad ceut¨ª e ingres¨® en prisi¨®n provisional.
Su detenci¨®n es la punta del iceberg de la Operaci¨®n Plomo. El grueso lo conforman los restantes 81 arrestados, que se reparten un amplio abanico de delitos: tr¨¢fico de drogas y personas, secuestros, uso de drones para vigilancias, extorsiones, tenencia de armas o ajustes de cuentas. Son organizaciones ¡°polidelictivas¡±, como las define la Polic¨ªa Nacional. 38 detenidos, los m¨¢s ligados las bandas rivales, est¨¢n en prisi¨®n provisional. El resto ayudaba en distintas tareas de las organizaciones. En las labores de vigilancia policial hay otra cifra destacada: 2.212 propuestas de sanci¨®n por infracciones graves a la Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de la Seguridad Ciudadana. La mayor¨ªa por tenencia o consumo de drogas, portar armas blancas o desobediencia, seg¨²n la Polic¨ªa Nacional. En el operativo tambi¨¦n se han intervenido 14 armas de fuego ¡ªsubfusiles, escopetas, pistolas y rev¨®lveres¡ª y numerosa munici¨®n de varios calibres, as¨ª como diez drones.
Con estos resultados, Plomo se da t¨¦cnicamente por terminada, pero fuentes policiales aseguran que la presi¨®n sobre la barriada no caer¨¢. ¡°No queremos relajaci¨®n para que todo se complique otra vez¡±, explica un agente, que destaca que la concienciaci¨®n social es tambi¨¦n cada vez mayor en El Pr¨ªncipe, lo que dificulta la labor de los delincuentes. La incertidumbre, sin embargo, sigue ah¨ª. Nadie sabe qu¨¦ ocurrir¨¢ con el conflicto entre las dos bandas ahora descabezadas. Ni si los subalternos subir¨¢n en el escalaf¨®n, decidir¨¢n repartirse el territorio para bajar la tensi¨®n o esta subir¨¢. Mientras, queda pendiente resolver la muerte de Ibrahim B., cuya investigaci¨®n a¨²n no ha dado resultado.
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