Seis claves del 28-M: mil batallas cruciales en una urna

La victoria del PP en las elecciones auton¨®micas y municipales de 2011 anticip¨® el regreso a finales de ese a?o de la derecha a La Moncloa. El PSOE niega que exista en estos comicios esa pulsi¨®n de cambio, alentada por una crisis econ¨®mica en la que perdi¨® un mill¨®n y medio de votos. La derecha creci¨® medio mill¨®n. Las encuestas auguran que algunas de las comunidades y ayuntamientos m¨¢s peleados se decidir¨¢n esta noche, a la espera de los pactos poselectorales, por un pu?ado de votos.

El simbolismo de lograr un voto m¨¢s en las municipales

La radiograf¨ªa m¨¢s n¨ªtida del estado de forma de los grandes partidos nacionales antes de las elecciones generales la proporcionar¨¢ el c¨®mputo global de los votos que consigan en las 8.087 localidades espa?olas que este domingo celebran elecciones municipales. A diferencia de las auton¨®micas (que no se celebran en Andaluc¨ªa, Castilla y Le¨®n, Catalu?a, Galicia y Pa¨ªs Vasco), 35,4 millones de electores est¨¢n convocados en todo el pa¨ªs para elegir a sus alcaldes. El PSOE y el PP librar¨¢n aqu¨ª su primera batalla, la m¨¢s simb¨®lica de todas. Lograr un voto m¨¢s dejar¨¢ uno de los titulares m¨¢s ansiados del 28-M: qu¨¦ partido se proclama vencedor de las elecciones. Aunque luego eso no se traduzca en m¨¢s poder territorial: el 17 de junio se constituir¨¢n los ayuntamientos, pero esa ser¨¢ otra historia.

Los socialistas, con 6,6 millones de papeletas en 2019, le sacaron un colch¨®n de 1,5 millones de votos al PP. Pero entonces hab¨ªa un tercer actor en escena en el bloque de la derecha que el domingo se convertir¨¢, seg¨²n todas las encuestas, en un partido residual: Ciudadanos. El ¡°tsunami electoral¡± y ¡°plebiscito¡± que Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha profetizado contra Pedro S¨¢nchez depender¨¢ de la capacidad del PP de absorber la bolsa de 1,9 millones de votos que la formaci¨®n liberal capitaliz¨® en el cenit de Albert Rivera. En G¨¦nova dan por hecho que se llevar¨¢n todo ese bot¨ªn, mientras en Ferraz y La Moncloa pronostican que la subida del PP, ya de por s¨ª relevante, se quedar¨¢ en algo m¨¢s de un mill¨®n de votos. El resto ir¨ªan a Vox, la abstenci¨®n y una parte al PSOE, que aspira a atraer al grueso de los 180.000 votantes que Ciudadanos tuvo en Catalu?a. Una haza?a de la que los socialistas no han sido capaces en los adelantos electorales de Madrid, Castilla y Le¨®n y Andaluc¨ªa, pero que s¨ª consigui¨® Salvador Illa en su victoria en las catalanas de 2021.

Otro factor que el PP obvia es la mayor implantaci¨®n territorial de Vox. Su competidor por la derecha, de largo m¨¢s c¨®modo por la pol¨¦mica de las listas de EH Bildu, ha presentado m¨¢s de 1.800 candidaturas municipales al 28-M por las 740 de 2019. Frente a los menos de 700.000 votos en esas municipales, el partido de extrema derecha se dispar¨® en las legislativas de medio a?o despu¨¦s hasta los 3,6 millones.

Todo o nada en la Comunidad Valenciana

La madre de todas las batallas electorales del 28-M se librar¨¢ en la regi¨®n que Ximo Puig preside desde 2015. La suerte que corra la cuarta autonom¨ªa m¨¢s poblada y con mayor PIB, la principal del PSOE, tendr¨¢ una lectura nacional. El resultado dirimir¨¢ la resistencia de los socialistas o se interpretar¨¢ como el preludio de un nuevo ciclo pol¨ªtico. El estrech¨ªsimo margen en que la Generalitat se decidi¨® en 2019 (40.000 votos), que en el caso del Ayuntamiento de Valencia fue por apenas 5.000 papeletas, ser¨¢, seg¨²n coinciden los sondeos, a¨²n m¨¢s ajustado. Y nadie se atreve a cantar victoria. El PP conf¨ªa en volver a ser primera fuerza, pero el resultado podr¨ªa ser insuficiente, justo lo que sucedi¨® hace ocho a?os, cuando el Pacto del Bot¨¤nic encumbr¨® a Puig sentando las ra¨ªces de una alianza in¨¦dita con Comprom¨ªs y Podemos. En el mejor de los escenarios para el PP, su candidato, Carlos Maz¨®n, depender¨ªa de Vox. Como en el Ayuntamiento, donde se repite el empate t¨¦cnico. Los populares pueden ser de nuevo la lista m¨¢s votada, pero un pu?ado de votos resolver¨¢n si la coalici¨®n de Gobierno del alcalde Joan Rib¨® (Comprom¨ªs) y Sandra G¨®mez (PSOE) retiene la tercera ciudad de Espa?a.

El comod¨ªn de los partidos regionalistas

Emiliano Garc¨ªa-Page necesita revalidar la mayor¨ªa absoluta para no perder Castilla-La Mancha. Su caso es ¨²nico: el resto de los barones del PSOE cuentan al menos con un aliado potencial. El extreme?o Guillermo Fern¨¢ndez Vara tiene dif¨ªcil refrendar la mayor¨ªa absoluta, pero espera sumar m¨¢s esca?os que el PP y Vox y siempre podr¨ªa tirar de Unidas Podemos. Javier Lamb¨¢n (Arag¨®n) y Francina Armengol (Baleares) ¡ªlos socialistas ganaron en 2019 en el archipi¨¦lago por primera vez unas auton¨®micas¡ª pueden perder la condici¨®n de primera fuerza, pero parten con la ventaja que implica la dependencia que el PP tiene de Vox. Los pactos con la ultraderecha son un anatema para formaciones como Arag¨®n Existe, que no apoyar¨¢ un Ejecutivo donde est¨¦ Vox o que dependa de su apoyo externo. Una l¨ªnea roja similar a la de El Pi en Baleares o el Partido Riojano-Espa?a Vaciada en la comunidad donde Concha Andreu dio una de las sorpresas de las anteriores auton¨®micas.

El PSC y la reconquista de Barcelona

En una campa?a tan incierta, en la que el PSOE ha salido a defender todas sus posesiones ¡ªadem¨¢s de la presidencia de nueve comunidades aut¨®noma cuenta con 22 capitales de provincia (el doble que el PP) y 23 de las 41 diputaciones provinciales¡ª, en Barcelona sale al ataque. Y, por una vez, el PP ser¨¢ el convidado de piedra. Una de las poqu¨ªsimas certezas que dejar¨¢ el 28-M es que los socialistas tendr¨¢n muy buenos n¨²meros en Catalu?a en la primera campa?a en una d¨¦cada que no se ha visto condicionada por el proc¨¦s. Pero, como la pol¨ªtica es poder, el PSC quiere quitarse una espinita que arrastra desde 2011, cuando perdi¨® la alcald¨ªa de Barcelona que ostentaron desde 1979 de forma ininterrumpida Narc¨ªs Serra, Pasqual Maragall, Joan Clos y Jordi Hereu. Xavier Trias ¨Dregidor un mandato por la antigua Converg¨¨ncia, ahora candidato de Junts¡ª y Ada Colau, alcaldesa desde 2015 y l¨ªder de los comunes, intentaron reducir las elecciones a un duelo entre ambos.

El aspirante del PSC, Jaume Collboni, trunc¨® la estrategia con su renuncia como concejal en enero. Un movimiento que provoc¨® un terremoto pol¨ªtico: dej¨® de ser primer teniente de alcalde de Barcelona, desvincul¨¢ndose del Ejecutivo local de Ada Colau y trazando una candidatura progresista alternativa que le llev¨® a pedir el viernes, en el cierre de campa?a con Pedro S¨¢nchez, el voto a los ¡°decepcionados¡± con Colau que meditan abstenerse o votar. Al mismo tiempo, la vicepresidenta segunda y m¨¢xima responsable de Sumar, Yolanda D¨ªaz, echaba el tel¨®n de la campa?a con Colau molesta con la ambig¨¹edad calculada del PSC, que no descarta tener de socio a Trias, en lo que ser¨ªa una reedici¨®n del pacto en la Diputaci¨®n de Barcelona.

Sevilla, otro test de estr¨¦s para el PSOE

Basti¨®n hist¨®rico de la izquierda, Juan Ignacio Zoido es el ¨²nico alcalde del PP que la capital andaluza ha tenido en lo que va de siglo (2011-2015), aunque los socialistas han gobernado la legislatura en minor¨ªa y adem¨¢s han cambiado de alcalde a mitad de mandato. La victoria de Juan Espadas sobre Susana D¨ªaz en las primarias a la secretar¨ªa general del PSOE de Andaluc¨ªa deriv¨® en su relevo por Antonio Mu?oz a principios de 2022 en el consistorio. Por esta raz¨®n, en G¨¦nova creen que, exprimiendo el tir¨®n del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla ¡ªen junio se cumple el aniversario de su reelecci¨®n por mayor¨ªa absoluta¡ª se da una ocasi¨®n propicia para desbancar al PSOE y asestar un golpe que ser¨ªa dur¨ªsimo en el coraz¨®n del socialismo.

La sucesi¨®n en el Ayuntamiento, no obstante, no ha sido improvisada. El defensor del bast¨®n de mando ha tenido a?o y medio para hacerse un perfil propio. Un tiempo en el que, adem¨¢s de darse a conocer, ha logrado que la ciudad fuera escogida sede de la Agencia Espacial Espa?ola y ha aprobado los ¨²ltimos presupuestos con Ciudadanos (el ejercicio anterior fue con la suma de Podemos e IU, que concurren juntos a las urnas, y el anterior con la abstenci¨®n del PP).

Ayuso versus Feij¨®o

La gesti¨®n de las expectativas que han generado la presidenta de Madrid y el presidente del PP puede condicionar su relaci¨®n y, por extensi¨®n, el liderazgo del partido conservador. Feij¨®o se examina en toda Espa?a y necesita ampliar el m¨²sculo territorial del PP, que preside cinco autonom¨ªas con la incorporaci¨®n de alguna de las comunidades m¨¢s significativas del PSOE. Si no es as¨ª, el ¡°plebiscito¡± y la ¡°moci¨®n de censura¡± en todos los ayuntamientos de Espa?a contra S¨¢nchez en que ha querido convertir el 28-M se le podr¨ªa volver en contra. Sobre todo si Isabel D¨ªaz Ayuso se despacha con la mayor¨ªa absoluta. Ese ser¨ªa el peor escenario para Feij¨®o en su frente interno en el PP.

El ¨¦xito de la lideresa madrile?a, que ha opacado a Feij¨®o durante la campa?a con su discurso trumpista, depende en gran medida de que Unidas Podemos logre el 5% de los votos exigidos para entrar en el Parlamento auton¨®mico. El desgaste en los dos ¨²ltimos a?os por las carencias de la sanidad p¨²blica, el malestar de los taxistas y otras protestas sociales tambi¨¦n deber¨ªan, seg¨²n la izquierda, restarle a Ayuso parte del ¡°voto prestado¡± que ella misma reconoci¨® en su triunfo del 4-M.

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