Guerra abierta en el Poder Judicial por los cambios en su ¨®rgano ejecutivo

En el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se vive una situaci¨®n de gran tensi¨®n tras el acceso a la presidencia del abogado y catedr¨¢tico de derecho civil Vicente Guilarte y los cambios que ha propuesto y conseguido en la comisi¨®n permanente del ¨®rgano de gobierno de los jueces. Seis vocales sostienen que los relevos son ilegales y creen que pueden deberse al prop¨®sito de efectuar algunos nombramientos de magistrados del Supremo, a pesar de que sigue en vigor la ley que los prohibi¨® mientras el Consejo siga en funciones, tras haber caducado su mandato en 2018. Tales designaciones, afirman fuentes del grupo de vocales disidentes, podr¨ªan ser las de candidatos que ya hubieran iniciado el proceso para ser nombrados antes de entrar en vigor dicha prohibici¨®n.

Por otra parte, ha generado desconcierto el hecho de que Guilarte haya tardado en iniciar los tr¨¢mites de renuncia a las actividades profesionales que ha venido desarrollando como letrado en ejercicio y como docente universitario, sabiendo que a fecha fija ¡ªel pasado d¨ªa 19¡ª iba a asumir la presidencia del Consejo como presidente suplente, al jubilarse su antecesor, Rafael Mozo. Entre los vocales del grupo disidente se especula con la posibilidad de que una vez producidos los cambios en la comisi¨®n permanente ¡ª¨®rgano ejecutivo del Poder Judicial¡ª, Guilarte pudiera no seguir. Esta interpretaci¨®n de los pasos que ha realizado se ha visto alimentada por el hecho de que su designaci¨®n como presidente de dicha permanente haya sido diferida al pr¨®ximo d¨ªa 1 de septiembre, mientras todos los dem¨¢s cambios de destino de los vocales surtir¨¢n efectos desde este 1 de agosto.

Los cambios producidos han supuesto que la comisi¨®n permanente se altere por primera vez desde la dimisi¨®n del anterior presidente del Supremo, Carlos Lesmes, causada por la falta de renovaci¨®n del Consejo. El primer presidente suplente, Rafael Mozo, desech¨® la posibilidad de modificar los equilibrios internos. Ahora figurar¨¢n en la permanente cuatro vocales conservadores ¡ªCarmen Llombart, Mar¨ªa ?ngeles Carmona, Jos¨¦ Antonio Ballestero y el presidente, Vicente Guilarte¡ª y tres progresistas, Pilar Sep¨²lveda, Roser Bach y Mar Cabrejas.

Pero en los dos grupos se han producido fracturas, porque los ingresos han supuesto salidas de dicha comisi¨®n correspondientes a ambos sectores. As¨ª, ?lvaro Cuesta ¡ªprogresista¡ª, y Juan Manuel Fern¨¢ndez y Juan Mart¨ªnez Moya ¡ªconservadores¡ª han tenido que dejar sus puestos en la permanente. Estos ceses se han producido precisamente despu¨¦s de que los relevados hubieran firmado una solicitud para que el nuevo presidente suplente diera explicaciones al pleno del Consejo ¡°acerca de las condiciones para el desempe?o de la presidencia de este ¨®rgano constitucional por sustituci¨®n¡±. De lo que se trataba, en suma, era de que Guilarte diera garant¨ªas de que iba a presidir la instituci¨®n respetando el r¨¦gimen de incompatibilidades previsto para quien desempe?e el cargo, que exige dedicaci¨®n exclusiva.

Para los seis vocales cr¨ªticos con las decisiones del presidente ¡ªClara Mart¨ªnez de Careaga, Nuria Abad y Pilar Sep¨²lveda, m¨¢s los tres ¨²ltimos mencionados y descabalgados de la permanente¡ª es ilegal haber designado para formar parte del ¡°n¨²cleo duro¡± del Consejo a vocales procedentes de su comisi¨®n disciplinaria. La raz¨®n es que est¨¢ previsto que quienes componen esta comisi¨®n lo hagan durante toda la duraci¨®n del mandato del ¨®rgano de gobierno de los jueces. Esa duraci¨®n te¨®rica termin¨® hace m¨¢s de cuatro a?os y medio, pero el hecho es que el Consejo sigue en funciones. De ah¨ª que este grupo de vocales estime que la recomposici¨®n de la permanente pueda obedecer a prop¨®sitos nada claros, por la simple raz¨®n de que no se han llegado a exponer.

Entre los nueve vocales que votaron a favor de los cambios se cree, en cambio, que la resistencia ante la llegada de Guilarte a la presidencia y sus primeras propuestas y decisiones se debe al apego al cargo de algunos de los anteriores integrantes de la permanente. Hay que tener en cuenta que el sueldo de un vocal de dicha comisi¨®n ronda los 130.000 euros brutos al a?o, mientras que el puesto del resto de componentes de otras comisiones es compatible con su tarea profesional habitual en el ¨¢mbito jur¨ªdico precisamente porque se cobran cantidades muy inferiores por otros conceptos tasados, como asistencia a reuniones, dietas o desplazamientos. La mayor incompatibilidad es la que rige para el presidente, que no puede tener ninguna actividad ajena al desempe?o de su cargo.