La UE apuesta por ganar tiempo para decidir sobre la oficialidad del catal¨¢n, el euskera y el gallego
El debate del martes sobre las lenguas ser¨¢ la primera prueba de fuego para la negociaci¨®n entre el PSOE y Junts
El ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, va a tener que hacer un verdadero ejercicio de funambulismo cuando, este martes, defienda en Bruselas la propuesta espa?ola para hacer del catal¨¢n, el euskera y el gallego lenguas oficiales de la UE. Forzado por las exigencias de los partidos independentistas, que tienen en su mano la investidura de Pedro S¨¢nchez, el Gobierno en funciones solicita que esas tres lenguas sean reconocidas como los idiomas n¨²mero 25, 26 y 27 de la Uni¨®n. U bloque que es multicultural y pluriling¨¹e pero en el que, por ese mismo motivo, los socios europeos son muy reacios a abrir la puerta a nuevas lenguas oficiales ¡ªactualmente hay 24¡ª que puedan desatar demandas similares en el interior de sus propios pa¨ªses: el 8% de los ciudadanos de la Uni¨®n pertenecen a una minor¨ªa nacional y el 10% habla una de las 60 lenguas regionales o minoritarias del territorio europeo.
As¨ª, es casi seguro que en el debate de este martes en el Consejo de Asuntos Generales los pa¨ªses miembros pospondr¨¢n la decisi¨®n sobre el catal¨¢n, el euskera y el gallego, dando una patada hacia delante al bal¨®n, y esa ser¨¢ la primera prueba de fuego para testar las negociaciones del Gobierno con Junts y ERC: se ver¨¢ si los partidos independentistas se lo toman como un portazo y rompen las negociaciones o aceptan esperar.
Buena parte de los Veintisiete han mostrado en los ¨²ltimos d¨ªas su reticencia a analizar con prisas este asunto, y piden tiempo para evaluar todas las implicaciones de un paso que llega en un momento complicado: a menos de un a?o de las elecciones europeas y cuando a¨²n est¨¢n por cerrar algunas de las grandes reformas pendientes de un mandato complicad¨ªsimo, por la pandemia primero y la invasi¨®n rusa de Ucrania despu¨¦s. Adem¨¢s, varios pa¨ªses candidatos a entrar en la UE ¡ªcon sus propias lenguas¡ª llaman cada vez con m¨¢s insistencia a sus puertas. Y, por ¨²ltimo, la solicitud espa?ola tiene una dificultad a?adida: las 24 lenguas que ahora s¨ª son reconocidas como oficiales en las instituciones de la UE son todas oficiales en el conjunto de sus respectivos Estados, a diferencia del catal¨¢n, el euskera y el gallego, que solo son oficiales en determinadas comunidades aut¨®nomas espa?olas, no en el conjunto del Estado. ¡°Hay muchas preguntas sin respuesta respecto a las implicaciones pol¨ªticas, legales, financieras y pr¨¢cticas de una decisi¨®n de este tipo¡±, resumen fuentes europeas sobre la situaci¨®n.
La buena noticia para Madrid es que nadie parece querer dar este martes un no rotundo a Espa?a. Sobre todo, aquellos socios que ver¨ªan con buenos ojos una revalidaci¨®n del mandato de Pedro S¨¢nchez que aleje la entrada de la extrema derecha en otro gran Ejecutivo europeo. Pero incluso estos se?alan que no es posible tomar una decisi¨®n tan compleja, y que requiere unanimidad, ¡°en tan corto plazo¡±. Como Espa?a preside este semestre el Consejo de la UE, puede marcar los tiempos en reuniones como esta y no forzar un voto si no lo ve claro, como todo apunta que va a suceder.
La pregunta del mill¨®n es si lo que salga del Consejo de Asuntos Generales, previsiblemente alg¨²n tipo de acuerdo para seguir estudiando la cuesti¨®n, bastar¨¢ para convencer a Junts, que quiere pruebas de que el Gobierno en funciones trabaja en serio para hacer realidad una vieja demanda que ha chocado una y otra vez ante los socios europeos. Porque esta no es la primera vez que Espa?a busca un mayor reconocimiento del catal¨¢n e incluso intenta oficializar sus lenguas cooficiales ante la UE. Y, de hecho, fruto del intento anterior, lanzado en 2004, las tres lenguas gozan ya de un estatus intermedio, administrativo, que, aunque no compromete jur¨ªdicamente a la UE porque no son oficiales, s¨ª facilita su uso en muchas de las instituciones, aunque no permite una cuesti¨®n clave para Junts: poder hablar catal¨¢n en plenos y reuniones del Parlamento Europeo.
¡°Le deseo mucha suerte al que tenga que negociar esto, porque va a ser pr¨¢cticamente imposible¡±, auguraba al conocer la nueva propuesta espa?ola una fuente que particip¨® en el principal intento previo. Fue en diciembre de 2004, cuando el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero solicit¨® ¡°el reconocimiento oficial en la Uni¨®n Europea de las lenguas espa?olas distintas del castellano que cuentan con estatuto oficial en Espa?a¡±. Para ello propon¨ªa, como se vuelve a hacer ahora, ¡°que se proceda a una modificaci¨®n del vigente Reglamento 1/1958, en el que se establece el r¨¦gimen ling¨¹¨ªstico de las instituciones de la Uni¨®n¡±.
No se logr¨®, y eso que el ambiente parec¨ªa m¨¢s propicio que nunca: aunque Francia era, como sigue siendo, al¨¦rgica a cualquier gesto que sus propios independentistas, sobre todo los corsos, puedan utilizar en su favor, el entonces presidente, Jacques Chirac, ¡°quer¨ªa complacer a Zapatero, porque ven¨ªa tras Aznar, con quien ten¨ªa una animadversi¨®n personal, sobre todo por Irak y Marruecos¡±, recuerda esta fuente, testigo de las negociaciones de la ¨¦poca. Pero incluso as¨ª, agrega, Chirac ¡°no pod¨ªa dar el s¨ª¡± al reconocimiento total del catal¨¢n y dem¨¢s lenguas cooficiales en Europa.
¡°De una manera muy elegante, puso condiciones: que no tuviera efectos jur¨ªdicos, por lo que ten¨ªa que ser un acuerdo administrativo que no fuera parte del acervo europeo, y tambi¨¦n que Espa?a asumiera todos los gastos¡±, recuerda de unos requisitos que, seis meses m¨¢s tarde, acabaron marcando el acuerdo final. Pese a llegar rebajado, Espa?a todav¨ªa tuvo que lucharlo hasta el ¨²ltimo momento, especialmente con Pa¨ªses Bajos. ¡°Hicimos todo lo humanamente posible, de ah¨ª va a ser muy dif¨ªcil que se pase¡±, considera esta fuente sobre el nuevo intento de oficializar el catal¨¢n y dem¨¢s lenguas.
Los acuerdos administrativos pactados en 2005, negociados instituci¨®n por instituci¨®n, posibilitan as¨ª, entre otras cosas, que los ciudadanos puedan dirigirse a aquellas en uno de los idiomas cooficiales y recibir respuesta en la misma lengua, en una traducci¨®n que costea el Estado espa?ol. Tambi¨¦n, siempre que se avise con tiempo y Espa?a pague el servicio de interpretaci¨®n, un representante espa?ol, cuando interviene en una reuni¨®n de instituciones comunitarias, podr¨¢ hacerlo en una de las lenguas cooficiales espa?olas.
Pero no hubo entonces acuerdo en el Parlamento Europeo, donde ¡°los grupos parlamentarios no lo consideraron oportuno¡±, recordaba la semana pasada el hoy alto representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE y entonces presidente de la Euroc¨¢mara, Josep Borrell. Aun as¨ª, el catal¨¢n, destacan fuentes institucionales, goza del reconocimiento m¨¢s alto que jam¨¢s ha dado la UE a un idioma no oficial desde 1990, cuando ya fue reconocido como lengua de ¡°comunicaci¨®n¡±. Tambi¨¦n se decidi¨® establecer la primera ¡°antena¡± de la Euroc¨¢mara en Barcelona. Lo que buscan los independentistas catalanes, Junts ahora y ERC en un intento ante el Parlamento Europeo el a?o pasado, es poder usar el catal¨¢n en los plenos y negociaciones internas. El argumento de m¨¢s peso para rechazar esto desde siempre ha sido, recuerdan testigos de negociaciones previas, que no se pod¨ªa permitir el uso del catal¨¢n en la UE si en Espa?a no pod¨ªa hacerse en instituciones como el Congreso de Diputados. El Gobierno en funciones ha barrido ahora ese reparo: desde este mismo martes, empezar¨¢n a poder usarse las lenguas cooficiales en la sede parlamentaria espa?ola.
El viernes, Espa?a hizo un gesto m¨¢s al ofrecerse a asumir los gastos que conllevase el reconocimiento como lengua oficial del catal¨¢n, euskera y gallego. Fuentes cercanas a las negociaciones, tanto en Madrid como en Bruselas, conf¨ªan en que todos estos gestos servir¨¢n para convencer a Junts de la voluntad del Gobierno en funciones.
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