La llamada a Junqueras, un salto decisivo en la negociaci¨®n
Ahora solo falta el contacto con Puigdemont. Llega la recta final para la investidura de S¨¢nchez
Todo est¨¢ medido en la negociaci¨®n m¨¢s compleja a la que se ha enfrentado Pedro S¨¢nchez y su equipo de m¨¢xima confianza en sus nueve a?os de v¨¦rtigo al frente del PSOE. Cada paso est¨¢ negociado durante d¨ªas. Si se unen los puntos, se puede ver el goteo de peque?os o grandes avances que han ido dando los socialistas para preparar el salto final: la amnist¨ªa que dar¨¢ paso a la investidura del presidente en funciones antes del 27 de noviembre con una mayor¨ªa impensable hace unos a?os, que incluir¨¢ a Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu y BNG, y tal vez Coalici¨®n Canaria, dispuesta de momento a abstenerse. En ese goteo de peque?os pasos, la llamada a Oriol Junqueras que ha tenido lugar este mi¨¦rcoles es algo m¨¢s. Es un salto decisivo que indica que la negociaci¨®n est¨¢ entrando en su recta final.
S¨¢nchez y Junqueras, al menos que se sepa p¨²blicamente, llevaban a?os sin llamarse ni reunirse, desde el estallido del proc¨¦s en 2017. Pablo Iglesias, l¨ªder de Podemos y despu¨¦s vicepresidente, s¨ª visit¨® a Junqueras en la c¨¢rcel, y mantuvo una relaci¨®n normalizada. Pero S¨¢nchez nunca lo hizo. Ni siquiera cuando el PSOE negoci¨® con ERC la investidura de enero de 2020. El presidente hablaba con frecuencia con Pere Aragon¨¨s, president de la Generalitat y hombre fuerte de ERC, pero nunca con Junqueras, que estaba en la c¨¢rcel y era una de las dos personas decisivas del proc¨¦s, con Carles Puigdemont. Era demasiado para el PSOE.
S¨¢nchez y Junqueras se hab¨ªan saludado un momento como cortes¨ªa en el ¨²nico pleno del Congreso en el que particip¨® el l¨ªder de ERC, en 2019, tras ser elegido diputado, antes de volver a la c¨¢rcel ya sin el acta. Hablaron unos segundos y Junqueras le pregunt¨® si le incomodaba que lo saludara ah¨ª delante de las c¨¢maras. Hasta ese punto estaban las cosas. Pero nunca hubo llamada formal ni mucho menos reuni¨®n en todo este tiempo en el que ERC fue clave para la mayor¨ªa de S¨¢nchez. El presidente respald¨® adem¨¢s p¨²blicamente la sentencia del Supremo que conden¨® a Junqueras a 13 a?os de c¨¢rcel. Despu¨¦s, tras cuatro a?os en prisi¨®n, S¨¢nchez indult¨® al l¨ªder de ERC y a los dem¨¢s encarcelados por el proc¨¦s. Pero ni siquiera entonces se organiz¨® un contacto o una reuni¨®n. Era algo que siempre qued¨® pendiente de resolver.
Y ahora ha llegado esa llamada, que implica la normalizaci¨®n definitiva de las relaciones entre los l¨ªderes del PSOE y ERC ¡ªpor debajo las cosas son ya muy fluidas¡ª, pero sobre todo es una se?al muy clara de que las negociaciones para la investidura avanzan sin freno y entran en su recta final.
El PSOE es consciente de que una de las mayores dificultades de la negociaci¨®n es la gran tensi¨®n entre ERC y Junts, que vienen de romper la coalici¨®n de gobierno en Catalu?a. Cada paso que se da con uno puede complicar el movimiento con el otro. Los socialistas eran conscientes de que necesitaban hacer gestos con ERC despu¨¦s de la tensi¨®n por la resoluci¨®n del Parlament sobre el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, que marc¨® el momento cr¨ªtico de la negociaci¨®n. Hubo muchas llamadas, el PSOE suaviz¨® el tono, ERC tambi¨¦n ¡ªahora aseguran que la base para negociar es el documento que se pact¨® en 2020 para la creaci¨®n de la mesa de negociaci¨®n, que inclu¨ªa una ¡°consulta¡± sobre los acuerdos que se pudieran alcanzar¡ª y ahora llega, dos semanas despu¨¦s esa crisis, esta llamada que, seg¨²n coinciden fuentes del PSOE y de ERC, ha ido muy bien.
Apelaci¨®n a la primac¨ªa
Junqueras apela a la primac¨ªa que tiene su partido en el independentismo. Le ha ganado en las urnas ya dos veces a Junts; primero, en las catalanas; y ahora, en las generales, aunque en estas ¨²ltimas ha retrocedido mucho y perdi¨® por poco en las municipales en mayo. Y sobre todo tiene la Generalitat, la joya de la corona, ahora en solitario. Adem¨¢s, lleva cuatro a?os como aliado del PSOE, aunque con choques sonados ¡ªvot¨® en contra en la reforma laboral, por ejemplo¡ª y reivindica su apuesta por la gobernabilidad y por mirar m¨¢s a largo plazo, dejando a un lado la unilateralidad para apostar por lograr con los a?os una mayor¨ªa independentista mucho m¨¢s rotunda. Para ERC, Junts est¨¢ viniendo ahora a sus posiciones negociadoras, mientras el mundo de Puigdemont cree que los republicanos han sido demasiado blandos. ERC insiste en que la clave es revitalizar la mesa de di¨¢logo para intentar ah¨ª resolver el conflicto pol¨ªtico una vez que la amnist¨ªa haya apartado el problema judicial. A Junts nunca le interes¨® una mesa que no lideraba.
En esta fase de la negociaci¨®n, que la llamada a Junqueras claramente acelera, ahora falta otro hito decisivo: el contacto con Puigdemont. En La Moncloa no confirman que est¨¦ ya cerrada una llamada entre S¨¢nchez y el l¨ªder de Junts, pero este contacto con Junqueras hace pensar que se est¨¢ trabajando en esa idea. Los socialistas tambi¨¦n est¨¢n preparados para una foto con Puigdemont en Bruselas, que no ser¨ªa de S¨¢nchez, sino de alg¨²n miembro de la c¨²pula, en especial Santos Cerd¨¢n, el secretario de organizaci¨®n, que est¨¢ llevando contactos discretos con Junts por encargo de S¨¢nchez. Pero no hay nada cerrado y todo puede cambiar en funci¨®n de una negociaci¨®n que sigue abierta.
En cualquier caso, la uni¨®n de todos los pasos que se van conociendo desde agosto, cuando empez¨® la negociaci¨®n para la Mesa del Congreso y el PSOE acept¨® el uso de las lenguas cooficiales en la C¨¢mara, dibuja un camino muy claro hacia la investidura de S¨¢nchez que evitar¨ªa la repetici¨®n electoral para no dar una segunda oportunidad a la derecha de alcanzar el poder. La llamada confirma en p¨²blico lo que trasladaban en privado fuentes tanto de la coalici¨®n como de los independentistas y nacionalistas: nada est¨¢ cerrado hasta que todo est¨¢ cerrado, pero esto ¨²ltimo ya no est¨¢ tan lejos. Ahora falta el remate, lo m¨¢s complicado en cualquier negociaci¨®n, pero los pasos son muy claros y el acuerdo es la opci¨®n m¨¢s probable.
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