La investidura se enreda entre los acuerdos escritos y las exigencias verbales
La ley para la amnist¨ªa avanza pero algunas declaraciones entorpecen. Bildu enmarca su foto con S¨¢nchez en su normalizaci¨®n. Amaiur acudi¨® a ver al Rey en la investidura de Rajoy en 2011
Vendr¨¢n d¨ªas en los que las palabras irritar¨¢n sobremanera a muchos ciudadanos, entre ellos militantes y votantes socialistas, y tambi¨¦n, aunque en menor proporci¨®n, a seguidores y electores de Sumar. Vendr¨¢n d¨ªas en los que los dirigentes independentistas de ERC y Junts, por separado, subir¨¢n el tono y el contenido de sus demandas. Aun as¨ª, el plazo inexorable para la disoluci¨®n autom¨¢tica de las Cortes si no hay investidura de Pedro S¨¢nchez, obligar¨¢ a todos a decidir sobre el l¨ªmite de sus principios, de sus estrategias y de sus expectativas. En estos momentos, los textos para la amnist¨ªa est¨¢n casi terminados y puestos en com¨²n con bastante aceptaci¨®n. El nudo se ha enredado en las palabras no en los escritos. Si Carles Puigdemont persistiera en la plasmaci¨®n en un texto del derecho a la unilateralidad de Catalu?a para decidir su futuro, no habr¨¢ acuerdo.
De las agendas del PSOE, Sumar, Podemos, ERC y Junts se ha borrado la fecha de las distintas modalidades de consultas que prometieron a sus bases sobre los pactos para la investidura de Pedro S¨¢nchez. Con seis semanas por delante hasta que la campana toque el final de la partida, y se convoquen elecciones, los textos concretos pueden seguir con su proceso de pulido, y las exigencias verbales del independentismo a¨²n pueden rebajarse. No es previsible que las demandas de m¨¢ximos vayan a atemperarse en los pr¨®ximos d¨ªas, seg¨²n previsi¨®n del gobierno, y de los negociadores socialistas. Tampoco el presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¦s, ha abandonado la ret¨®rica del independentismo republicano ni, por su parte, Carles Puigdemont, l¨ªder, sin necesidad de t¨ªtulos en Junts, da tregua al PSOE. Los interlocutores consultados de todas las partes concernidas, constatan la dificultad del momento, sin dar nada por roto.
En Madrid se reunir¨¢ formalmente la comisi¨®n negociadora del PSOE este martes aunque su trabajo es incesante sin convocatorias anunciadas. Las conversaciones con el independentismo forman parte de su d¨ªa a d¨ªa. En Sumar, se maneja con fluidez la informaci¨®n que viene de Catalu?a canalizada por Jaume Asens, ex diputado de en Com¨² Podem. Este grupo, sin embargo, no se relaciona con ERC.
El canal de los socialistas con Junts per Catalunya es propio, con la particularidad de que la relaci¨®n de lealtad de Yolanda D¨ªaz a Pedro S¨¢nchez, y la consideraci¨®n mutua, permite soslayar los recelos que la vicepresidenta segunda en funciones despierta en parte del PSOE. Al final, el jefe de gobierno en funciones, tiene informaci¨®n de todas las partes, lo que le es muy ¨²til. Los juramentados en el silencio, de todos los partidos, lo cumplen a rajatabla aunque s¨ª dejan entrever d¨®nde est¨¢n las problemas. Desde la perspectiva pol¨ªtica, los socialistas apuntan a la rivalidad entre ERC y Junts, personalizadas en el presidente del partido republicano, Oriol Junqueras, y el ex presidente catal¨¢n Carles Puigdemont. No es una circunstancia que puedan soslayar porque para ambos est¨¢ en juego la supremac¨ªa electoral del independentismo en Catalu?a. Puigdemont, adem¨¢s, tiene otros elementos a tener muy en cuenta, cuales son su futuro personal y penal.
El tono exigente y de desapego expresado por la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, tras reunirse el viernes con el presidente del gobierno en funciones, y las manifestaciones de Puigdemont, solo muestran las dificultades pero no que la negociaci¨®n se haya detenido. Lo mismo ocurre con ERC, aunque el portavoz parlamentario, Gabriel Rufi¨¢n, haya rechazado la pretensi¨®n de Pedro S¨¢nchez de conseguir un acuerdo de legislatura, o, al menos para los primeros presupuestos. Ahora solo se negocia la investidura en virtud de concesiones para Catalu?a. Entre ellas, la amnist¨ªa para encausados por el proc¨¦s. Hasta la redacci¨®n del pre¨¢mbulo de la ley de amnist¨ªa progresa, se?alan fuentes socialistas, aunque no lo parezca en virtud de las declaraciones altisonantes para los o¨ªdos constitucionalistas.
Tras la primera ronda de Pedro S¨¢nchez con los grupos parlamentarios no hay avances num¨¦ricos ¡ªs¨ª y mucho en los textos¡ª salvo con Bildu. Las prioridades de este grupo no han cambiado: No propiciar que gobierne el PP y Vox y el avance permanente en pol¨ªticas sociales y de libertades. Este grupo, representado en la reuni¨®n con Pedro S¨¢nchez por la portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua y el senador Gorka Elejebarrieta, no oculta su satisfacci¨®n por ¡°la foto¡±. Muchas han sido las reuniones de trabajo con el PSOE desde 2019 pero con esa imagen ¡°se normaliza¡± su presencia en la vida pol¨ªtica nacional, apuntan en esa formaci¨®n. ¡°Es la foto de la indignidad¡±, ha proclamado el PP. Con celeridad se han puesto en circulaci¨®n declaraciones y fotograf¨ªas de Borja S¨¦mper, portavoz del partido, y de Javier Maroto, vicepresidente primero del partido, ambos dirigentes vascos en distintas etapas, con representantes de Bildu. ¡°El futuro de la sociedad vasca se tiene que construir tambi¨¦n con Bildu, guste m¨¢s o menos¡±, se?alaba S¨¦mper ya en 2014. Si Bildu hubiera querido tambi¨¦n se podr¨ªa contar con una foto de sus representantes con el rey en la ronda de consultas para la investidura. El grupo independentista vasco declin¨® esta vez la entrevista con el jefe del Estado. S¨ª acudi¨® en 2011. El entonces jefe del Estado, Juan Carlos I, estrech¨® la mano del representante de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo. Fue la ronda de entrevistas para la investidura de Mariano Rajoy. Desde entonces, no han repetido visita ni foto en La Zarzuela.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.