Los vecinos del pueblo senegal¨¦s de donde parti¨® un cayuco naufragado rumbo a Canarias: ¡°Nos sorprendi¨® la cantidad de ni?as a bordo¡±
Los cad¨¢veres recuperados del mar de cuatro ciudadanas de la localidad de Goop revelan, de forma tr¨¢gica, que las mujeres senegalesas se lanzan cada vez m¨¢s a la emigraci¨®n, as¨ª como el impacto de las redes sociales en el fen¨®meno
¡°En el pueblo estamos en shock, desolados. Nos ha sorprendido la cantidad de ni?as que iban en ese cayuco¡±, asegura Khadim Diop, vecino de Goop, el peque?o pueblo de Gandiol, en el norte de Senegal, de donde zarp¨® la embarcaci¨®n que naufrag¨® el mi¨¦rcoles por la noche y que ha dejado un n¨²mero indeterminado de desaparecidos, entre ellos, seg¨²n los vecinos, unas 30 chicas. El mar ha devuelto ya cuatro cad¨¢veres de mujeres j¨®venes, de entre 15 y 20 a?os. Todo ello revela una progresiva incorporaci¨®n de las mujeres a la emigraci¨®n mar¨ªtima impensable hace tan solo unos a?os debido, seg¨²n los expertos, a los cambios en la sociedad senegalesa y al enorme impacto de las redes sociales.
Desde hace algunos d¨ªas circula por la red social Tik Tok un v¨ªdeo compartido miles de veces. En ¨¦l se ve a los pasajeros de un cayuco que supuestamente se dirige a Canarias entre los cuales hay varias chicas j¨®venes y menores de edad. Sonr¨ªen y hacen gestos a la c¨¢mara mientras la embarcaci¨®n avanza a toda velocidad. ¡°Este v¨ªdeo, en donde todo parece muy f¨¢cil, lo ha visto todo el mundo y pienso que algunas de las j¨®venes de Goop se han preguntado que si las mujeres del v¨ªdeo se han ido, ellas tambi¨¦n podr¨ªan hacerlo¡±, a?ade Diop. Muchas de ellas hab¨ªan abandonado los estudios y trabajaban limpiando casas o ayudaban a su familia con la transformaci¨®n del pescado, la principal actividad econ¨®mica en la zona.
Las calles de arena de Goop se asoman a la desembocadura del r¨ªo Senegal. El pueblo sufre desde hace veinte a?os un creciente proceso de erosi¨®n costera y salinizaci¨®n de la tierra cultivable. Adem¨¢s, los pescadores llevan tiempo quej¨¢ndose de la escasez de capturas, que les hace ir cada vez m¨¢s lejos a faenar y que dificulta su supervivencia. ¡°Cuando me llam¨® mi madre para cont¨¢rmelo no me lo pod¨ªa creer¡±, explica Diop, ¡°todos nos conocemos en el pueblo y algunas eran apenas unas ni?as, de menos de 15 a?os¡±. Los supervivientes del naufragio han sido trasladados a comisar¨ªa por la Gendarmer¨ªa, que trata de averiguar qui¨¦nes organizaron el viaje para proceder a su detenci¨®n. Al menos una persona ha sido puesta ya a disposici¨®n judicial. Algunos vecinos tienen miedo y no quieren hablar.
Aminata Tour¨¦ es la ¨²nica mujer que ha sido primera ministra en Senegal y ahora es candidata a las presidenciales de 2024. ¡°El silencio y la inacci¨®n del Gobierno en este tema son escandalosos. Nuestros j¨®venes se van en medio de una total indiferencia de las autoridades. Ahora tambi¨¦n se van las mujeres, lo cual entiendo que es un efecto perverso de nuestros avances en materia de igualdad. Ellas tambi¨¦n sue?an con mejores condiciones de vida y est¨¢n dispuestas a asumir riesgos enormes en ese viaje, mucho m¨¢s que los chicos, como violencia sexual. Que el Gobierno est¨¦ mudo es inaceptable¡±, asegura.
En la crisis de los cayucos de 2006, a?o en el que llegaron a Canarias casi 32.000 personas procedentes en su mayor parte de Senegal, apenas hab¨ªa mujeres a bordo y cuando as¨ª ocurr¨ªa saltaban enseguida las alertas ante posibles casos de trata. Pero esto est¨¢ cambiando lentamente. En 2020, un 5% de los llegados en cayucos y pateras a Canarias fueron mujeres, mientras que dicho porcentaje ha subido hasta el 7% en lo que va de a?o, seg¨²n cifras de Cruz Roja para el periodo entre el 1 de enero y mediados de octubre. En cuanto a los menores de edad, el porcentaje es m¨¢s peque?o: de los 4.200 acogidos actualmente en Canarias, unas 150 son ni?as adolescentes, un 3,5%. La cifra de varones sigue siendo mucho mayor, pero la aparici¨®n de mujeres j¨®venes en los cayucos que zarpan de Senegal o Gambia apunta a un fen¨®meno que, seg¨²n Tour¨¦, ¡°deber¨ªa ser investigado a fondo¡±.
Yaye Bayam, presidenta del Colectivo de Mujeres por la Lucha contra la Emigraci¨®n Clandestina (Coflec), opina que la creciente presencia de mujeres en los cayucos responde a un profundo cambio cultural debido, precisamente, a la intensa emigraci¨®n. ¡°Las costumbres y normas sociales est¨¢n saltando por los aires. Antes las mujeres eran sumisas a los hombres, ya fueran sus maridos o sus padres. Pero hay tantos que se han ido a Europa, que ahora cada miembro de la familia toma sus propias decisiones¡±, asegura. Para Bayam, quien perdi¨® a un hijo en el naufragio de un cayuco en 2006, muchas mujeres tambi¨¦n toman la v¨ªa de la emigraci¨®n con el objetivo de, en el futuro, poder dar una mejor educaci¨®n y oportunidades a sus hijos.
Pero una cosa es leer unas fr¨ªas estad¨ªsticas o tener una vaga impresi¨®n y otra bien distinta es recoger cad¨¢veres de ni?as en la orilla. Babacar Diop es soci¨®logo natural de Gandiol. ¡°De esta zona se han ido muchos j¨®venes varones en los ¨²ltimos a?os. Lo que est¨¢ pasando ahora es que muchos de ellos regresan, se casan y se llevan a sus esposas a Espa?a. En casi todas las familias hay mujeres que se han ido y dejan atr¨¢s hermanas, primas y j¨®venes de la familia que desarrollan tambi¨¦n esa aspiraci¨®n de irse. En la actualidad, Senegal vive una profunda crisis pol¨ªtica, social y econ¨®mica que afecta tanto a los hombres como a las mujeres ¡°, explica.
Tanto Diop como Tour¨¦ coinciden en que se trata de una nueva generaci¨®n muy marcada por el uso constante de las redes sociales. ¡°Eso amplifica las cosas¡±, a?ade Diop, ¡°al igual que los chicos, ellas est¨¢n presentes en WhatsApp, Instagram, Facebook o Tik Tok y en contacto con aquellas que se han ido y tienen el sue?o de alcanzar la misma calidad de vida, sobre todo en un lugar como Gandiol afectado por la destrucci¨®n de sus principales actividades econ¨®micas, ya sea la pesca o la agricultura¡±. Para Tour¨¦, el creciente acceso de las ni?as a la educaci¨®n y, por tanto, a las nuevas tecnolog¨ªas las pone en una situaci¨®n similar a los varones. ¡°Muchas de ellas son cabezas de familia¡±, comenta.
En Goop reina una tristeza silenciosa y los nombres de las j¨®venes ahogadas resuenan en voz baja mientras sus fotos circulan por los tel¨¦fonos m¨®viles. Los vecinos piden en los medios locales campa?as de sensibilizaci¨®n para frenar el drama, pero Khadim Diop tiene otra visi¨®n. ¡°Ellas ve¨ªan que su futuro era casarse, tener hijos y pasarse la vida limpiando, cocinando y barriendo. Ahora la gente las se?ala y se pregunta que por qu¨¦ quer¨ªan irse. La pregunta que tenemos que hacernos es por qu¨¦ no pueden ir en avi¨®n, como hacen los espa?oles cuando vienen aqu¨ª, que no tienen ning¨²n problema. La cuesti¨®n es el derecho a viajar, a la movilidad¡±, comenta este joven gandiol¨¦s.
Por su parte, el soci¨®logo Djiby Diakhat¨¦, de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, considera que ¡°el empobrecimiento de la poblaci¨®n debido a la covid-19 y la guerra de Ucrania, que ha conducido a una crisis econ¨®mica, golpea m¨¢s a las mujeres que a los hombres. Ellas son las m¨¢s vulnerables. Antes es verdad que emigraban mucho menos, pero porque el hombre las manten¨ªa. Eso ha cambiado, ya no dependen de otros y est¨¢n obligadas a buscarse la vida. Adem¨¢s, otras mujeres que han emigrado de manera regular antes que ellas se han convertido en modelos de ¨¦xito. Si ellas pudieron hacerlo, nosotras tambi¨¦n. Eso se dicen a s¨ª mismas¡±, asegura Diakhat¨¦.
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