La llave de la justicia para Luc¨ªa Garrido
El juicio por el asesinato en 2008 de una mujer en un pueblo de M¨¢laga tendr¨¢ veredicto esta semana. Todo el caso, que destap¨® una red de narcos y guardias civiles corruptos, gira en torno a un objeto que implica a los presuntos asesinos
En este juicio ¡ªcuyo veredicto se conocer¨¢ esta semana¡ª casi todo ha girado en torno a una llave. Suelta, sin llavero, plateada, de cabeza redonda, de unos cuatro cent¨ªmetros. Es la llave que abr¨ªa la puerta exterior de la Finca de los Naranjos, en Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga). Fue encontrada por agentes de la polic¨ªa judicial de la Guardia Civil tirada en el suelo, detr¨¢s de una tinaja de barro, junto a la puerta de entrada a la vivienda, donde el 30 de abril de 2008 los asesinos de Luc¨ªa Garrido, de 48 a?os, la atacaron por la espalda. Sucedi¨® a plena luz del d¨ªa, hacia las 14.30, seg¨²n los c¨¢lculos forenses. Su cuerpo, con un fuerte golpe en la cabeza y una herida de arma blanca en la yugular, fue hallado tres horas m¨¢s tarde flotando en la piscina. Hasta all¨ª la arrastraron sus agresores, la arrojaron al agua y la apu?alaron en el cuello para asegurarse de su muerte, seg¨²n el an¨¢lisis forense y la inspecci¨®n ocular.
Junto a la puerta de la casa quedaron esparcidas las bolsas de la compra que Luc¨ªa tra¨ªa ese d¨ªa, una cartera color rosa y esa llave. Una objeto que cobr¨® importancia para los agentes cinco d¨ªas m¨¢s tarde, cuando rescataron del fondo de la piscina, adem¨¢s del cuchillo con el que fue apu?alada, su llavero y las llaves de su coche, que se le hab¨ªan ca¨ªdo del bolso. ?De qui¨¦n era entonces esa otra copia de la llave de entrada a la finca? ?C¨®mo hab¨ªa llegado hasta all¨ª y por qu¨¦ estaba tirada, junto a las cosas que llevaba Luc¨ªa, en la puerta de la casa? ?Alguien pudo entrar con esa llave con el ¨²nico objetivo de esperarla y matarla, ya que no hubo robo? ?Pero por qu¨¦ iban a querer matar a una mujer separada con una ni?a de 12 a?os a su cargo a la que no lleg¨® a recoger en el colegio ese d¨ªa?
Comenz¨® as¨ª una investigaci¨®n llena de obst¨¢culos que fue culminada por el servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil (SAI), y que destap¨® una red de narcotraficantes entre los que hab¨ªa guardias civiles, hoy expulsados del cuerpo, procesados y algunos condenados. Dos de esos guardias, Amador P¨¦rez Luque y Jos¨¦ Antonio Baena, fueron absueltos en la primera edici¨®n de este juicio (en 2019), repetido en las dos ¨²ltimas semanas por no respetarse las mayor¨ªas necesarias en las votaciones del jurado. Al mismo grupo delincuencial estaban ligados los dos ¨²nicos acusados del crimen que quedan hoy: el marido de Luc¨ªa, Manuel Alonso (64 a?os), presunto ¡°cooperador necesario¡± del asesinato; y un ciudadano colombiano llamado ?ngel Vaello, que por aquel entonces contaba 24 a?os y hoy, con 39, se sienta en el banquillo como presunto ¡°autor material¡±. El an¨¢lisis de los restos de ADN hallados en aquella llave tirada junto a la compra de Luc¨ªa le descubri¨®. Los investigadores tambi¨¦n encontraron material gen¨¦tico de una segunda persona que, debido a la escasez de la muestra lograda, no ha podido ser identificada.
A sabiendas de que en esa llave est¨¢ la mayor prueba de cargo del caso, las defensas ¡ªcon sus peritos particulares¡ª han tratado de desacreditarla poniendo en duda la cadena de custodia y los an¨¢lisis de criminal¨ªstica, y creando un suerte de teor¨ªa de la conspiraci¨®n supuestamente urdida por los agentes de Asuntos Internos contra los dos investigados.
El primer acusado, Alonso, hab¨ªa estrechado relaciones con la Guardia Civil porque guardaba en su finca de Los Naranjos los an¨ªmales ex¨®ticos (leones, tigres, pumas, cerdos vietnamitas...) que le tra¨ªan, tras haberlos incautado, agentes del Seprona, (servicio de protecci¨®n de la Naturaleza del instituto armado). ?l los vend¨ªa, los agentes implicados se los volv¨ªan a incautar a los nuevos propietarios y se los volv¨ªan a traer, y as¨ª ten¨ªan montado un negocio circular, seg¨²n se explic¨® en el juicio. Adem¨¢s, seg¨²n los atestados policiales, el hombre utilizaba esa suerte de zool¨®gico para ocultar alijos de droga bajo las jaulas, es decir, usaba su finca como guarder¨ªa, conocida y frecuentada por guardias civiles corruptos y narcos, seg¨²n los investigadores.
El segundo acusado, Vaello, conocido como ¡°el Rana¡± por sus ojos saltones, es un delincuente con una ristra de antecedentes policiales y que hab¨ªa ejercido tambi¨¦n de confidente de algunos miembros de la Guardia Civil ligados a la trama: ¡°Nos daban informaci¨®n y seguridad para trasladar el hach¨ªs¡±, declar¨® la semana pasada un testigo protegido sobre la relaci¨®n que manten¨ªan con los agentes.
Los dos investigados, aunque han sido condenados por otros delitos y han estado en la c¨¢rcel, llevan a?os viviendo en libertad y estos d¨ªas entraban y sal¨ªan del juzgado acompa?ados de familiares, amigos y abogados.
Han pasado nada menos que 15 a?os de aquel asesinato clasificado como de violencia de g¨¦nero, aunque las denuncias de Luc¨ªa cayeran en saco roto en la comandancia de la Guardia Civil, donde se encontraban los ¡°amigos¡± de su marido, y nunca fuese protegida. Su hija, que vivi¨® con ella su calvario matrimonial, tiene ahora 27 a?os y declaraba esta semana que no tiene ninguna duda de que su padre est¨¢ detr¨¢s del asesinato de su madre. ¡°Dos semanas antes de su muerte le dijo a mi t¨ªa Rosa que si le pasaba cualquier cosa se quedara conmigo. A m¨ª me sent¨® para decirme: prep¨¢rate, que puede pasar cualquier cosa¡±, cont¨®, oculta por un biombo en el juicio.
En este largo tiempo sin justicia, Manuel Alonso ha matado de dos certeros tiros de escopeta ¡ªasegura que ¡°en defensa propia¡±¡ª a dos hombres colombianos que entraron en su finca de Los Naranjos el 25 de abril de 2009, justo un a?o despu¨¦s del asesinato de Lucia. Ese juicio, ¡°el de los colombianos¡±, en el que tambi¨¦n se investiga a Vaello, sigue pendiente de fecha. En todo este tiempo esperando justicia, ha muerto de c¨¢ncer la hermana de Luc¨ªa, Rosa, que abander¨® la lucha por que se conociera la verdad oculta detr¨¢s de su asesinato junto al guardia civil Ignacio Carrasco, secretario de la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en M¨¢laga. Adem¨¢s, se celebr¨® un juicio en 2019, con tantas irregularidades que fue anulado. Justo antes fueron asesinados a quemarropa otros dos colombianos del mismo grupo de narcos (conocidos como ¡±Los ni?os de Fuengirola¡±), cuando empezaron a querer colaborar con los investigadores de Asuntos Internos. Un tercero, hoy el testigo protegido, se libr¨® de la muerte porque se le proporcion¨® una nueva identidad y su declaraci¨®n (por videoconferencia) esta semana en el juicio ha sido crucial, ya que ha desvelado la vinculaci¨®n entre Alonso y Vaello, pese a que ellos negaron conocerse. Por si hab¨ªa pocos muertos en este turbio asunto, un agente relacionado con los guardias corruptos se suicid¨®. Y todo el caso ha sido desgranado con sus oscuros protagonistas en una multipremiada serie documental de RTVE Play, Luc¨ªa en la telara?a, dirigida por Tom¨¢s Oca?a.
Llegado este punto, un jurado de diez miembros, siete hombres y tres mujeres de entre 30 y 50 a?os, debe dirimir entre hoy y ma?ana ¡ªcuando se espera el veredicto¡ª si, como defienden los investigadores, la Fiscal¨ªa y los abogados de la acusaci¨®n, Manuel Alonso hizo llegar la copia de aquella llave de la entrada de la finca al presunto sicario ?ngel Vaello para que matara a su ya entonces exesposa, a quien un juez hab¨ªa otorgado el uso de la vivienda familiar y la custodia de su hija tras su separaci¨®n. El presunto m¨®vil: Luc¨ªa Garrido sab¨ªa demasiado y era un estorbo para la continuaci¨®n de sus il¨ªcitos y boyantes negocios. En cualquier momento pod¨ªa delatarle a ¨¦l y a sus c¨®mplices. Los testimonios de la hija, las amigas y los familiares en el juicio, aparte de las denuncias y las sentencias judiciales, apuntan a que, desde la ruptura como matrimonio, Manuel le hizo la vida imposible a su mujer con tal de echarla de la finca: las dej¨® sin agua y sin luz a ella y a su hija, dej¨® de alimentar a las fieras para aumentar su agresividad, no le pasaba la pensi¨®n por la ni?a ni pagaba el colegio ni ninguno de los gastos que le correspond¨ªan, la amenazaba de muerte. La m¨¦dica de familia de Luc¨ªa le diagnostic¨® un ¡°cuadro agudo de ansiedad¡±, seg¨²n declar¨® en el juicio. Sus amigas contaron que Luc¨ªa, muerta de miedo, no se fue de aquella casa porque cre¨ªa que era la ¨²nica manera de tener algo y no quedarse con su hija a la intemperie. Alonso mont¨® supuestamente una coartada para estar fuera de M¨¢laga el d¨ªa del crimen, haciendo un viaje en coche y guardando todos los tickets.
La otra versi¨®n de esta muerte que tendr¨¢ que contemplar el jurado es la de las defensas, que sostienen que aqu¨ª hay un complot policial contra los acusados y que se habr¨ªan fabricado pruebas falsas para incriminarles. Sin embargo, en este juicio ¡ªrepetido tras anularse el de 2019¡ª dos guardias han cambiado su versi¨®n y, en lugar de decir que no se conserv¨® la muestra de ADN obtenida de aquella llave en el laboratorio tras un primer an¨¢lisis, han reconocido que s¨ª se conserv¨® (los agentes ser¨¢n juzgados por falso testimonio este 13 de noviembre). Fue ese segundo an¨¢lisis, con ocho a?os de diferencia respecto al primero y con t¨¦cnicas m¨¢s avanzadas, el que desvel¨® el perfil de Vaello e hizo que un crimen de violencia de g¨¦nero destapara todo un entramado de narcotr¨¢fico y corrupci¨®n policial. Esa llave es la de la justicia para Luc¨ªa Garrido.
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